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30 enero 2018

(I) Beata Margarita de Maturana, fundadora de las Mercedarias Misioneras de Bérriz.


“De la clausura, a la misión en el mundo”

Nació en Bilbao (España) el 25 de julio de 1884. Fue bautizada con el nombre de Pilar. Mantuvo toda la vida una relación afectiva y espiritual muy intensa con su hermana gemela Leonor.

Siendo adolescente, su madre, intentando alejarla de una amistad prematura con un joven marino, decidió llevarla al colegio internado de las religiosas Mercedarias en Bérriz. Allí sintió la llamada de Dios a una consagración total como religiosa misionera.

A los 19 años, el 10 de agosto de 1903 ingresó en la Congregación, tomando el nombre de Margarita María. Pocos días antes su hermana Leonor había ingresado en el noviciado de las Carmelitas de la Caridad, de Vitoria (murió misionera en Argentina, y su causa de beatificación está incoada).

Desde el primer momento se entregó a Dios con una fidelidad total en su vida de monja de clausura.

En 1906 comenzó a trabajar en el colegio, donde estuvo más de veinte años. Son dos las principales características que la distinguen: su afición a la oración y su caridad exquisita. En ellas su vocación mercedaria, de redención de cautivos, se fue ampliando y actualizando.

Es en esa vida de oración constante, fiel, en su intimidad con el Señor, donde su caridad, su vocación mercedaria de redención de cautivos se fue ampliando y alcanzando nuevos y más amplios horizontes. Fue ahondando en el deseo de hacer llegar al mundo entero la dicha que ella gozaba en la comunicación con Dios y el amor a Jesucristo que sentía crecer más y más en su interior. El 5 de mayo de 1912 escribía: "Yo no deseo más que darle a conocer a los que me ha encomendado, que es el mundo entero".

Desde entonces sus ansias de llegar a abarcar el mundo entero se fueron dilatando, primero en la oración y luego en su trabajo con las alumnas del colegio anexo al monasterio. Compartió sus inquietudes con la comendadora del monasterio, María Nieves Urízar y entusiasmó con ellas a la comunidad entera.

En el año 1913 comenta que le gusta pedir por los misioneros. Poco a poco, por diversas circunstancias, fue conociendo a algunos y mantuvo con ellos una comunicación frecuente. Estas cartas, cargadas con abundantes experiencias misioneras, fueron sembrando en su tierra, bien abonada, una semilla que fructificó en realidades insospechadas en aquel entonces convento de clausura.

Eran los años del despertar misionero en España. En el colegio inició, en el año 1920, una asociación "Juventud Mercedaria Misionera de Bérriz" y a través de ella formó en el espíritu misionero a varias generaciones de jóvenes que, como religiosas o como esposas, supieron vivir el ideal misionero allí donde Dios las iba llamando.


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28 enero 2018

La Orden y familia Trinitaria celebra 825 años de la inspiración.


- Octava de Santa Inés.

La joven Santa Inés murió mártir en Roma en la segunda mitad del siglo III o, más probablemente, a principios del siglo IV. El papa Dámaso honró su sepulcro con un poema, y muchos Padres de la Iglesia, a partir de san Ambrosio, le dedicaron alabanzas.

- Primera Misa

En este día, 28 de enero, San Juan de Mata, fundador de la Orden de la Santísima Trinidad y de los cautivos, celebró su primera misa en París, acompañado por el obispo y el abad, y en ella fue iluminado por Dios para que fundara la Orden de la Santísima Trinidad.

- Visión de San Juan de Mata

Al elevar la Sagrada Forma en la consagración, vió a Cristo en el centro que liberaba por igual a un cristiano y a un musulmán. Ahí se dio cuenta, de que Dios le llamaba a salir de los muros del convento para ser redentor y libertador de tantas personas que estaban cautivas y privadas de libertad.

- En la actualidad

Desde ese día, la Orden y familia Trinitaria tiene la misión de dar gloria a Dios y ser libertad para tantas personas que viven esclavas en nuestros días.

En recuerdo de tal acontecimiento, santa Inés es venerada como patrona de la Orden Trinitaria junto con la Virgen del Buen Remedio.

Damos gracias a Dios por inspirar a San Juan de Mata en tan hermoso carisma nacido de la Eucaristía.


Evangelio. Domingo IV del Tiempo Ordinario.


Según San Marcos 1, 21 - 28.

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen». Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea.

Reflexión. Domingo IV del Tiempo Ordinario.


En este Domingo IV del Tiempo Ordinario, vemos como en Jesús se cumple el anuncio hecho por Dios, como enseña con autoridad y apoya ese hecho con la acción de salar al hombre. En concreto, expulsa al espíritu inmundo.

La autoridad de Jesús, no es como nosotros la concebimos actualmente. No es estar por encima del otro, pisotear o hacer que el otro haga lo que yo quiera. Jesús viene con autoridad para acompañarnos en nuestro día a día, para devolver la salud al enfermo, la libertad al que está encarcelado y expulsar todo tipo de pecado y danos su gracia.

Dejemos que Jesús entre en nuestra vida. Autoricémosle que sea nuestro Camino, nuestra Verdad y nuestra Vida. Desde ahí, podremos dar autoridad a Jesús para que nos guíe y nos acompañe siempre.

También, celebramos la Jornada de la Infancia Misionera, pidámosle al Señor que los niños sepan ser valientes MISIONEROS en medio de sus ambientes. Que no se avergüencen en decir que son amigos y seguidores de ese amigo que nunca falla: Jesús. El lema de este año es: “Atrévete a ser Misionero”.


En la Primera Lectura del libro del Deuteronomio

Vemos como tres esquemas. El primero, como los pueblos paganos eran muy supersticioso y esto estaba condenado por el por el Judaísmo, y la profecía que nace de la escucha de la Palabra de Dios. En éste libro, el monte de la revelación y la alianza, no es el Sinaí, sino el Horeb, y como es la promesa que suscita al pueblo un profeta, por petición del pueblo.

Hablar de profeta, es hablar de una persona que lleva a término la voluntad de Dios, la escucha y la transmite. Moisés, según la tradición Bíblica, fue el primer profeta. Fue mediador entre el pueblo y Dios.


En la Segunda Lectura del Apóstol Pablo a los Corintios

Vemos reflejada la vida cotidiana de los nuevos cristianos que tienen preguntas muy concretas ante la nueva situación de sus vidas y de sus familias. En la línea del domingo pasado, está bastante claro lo que nos refleja la lectura de hoy: ni el estado conyugal ni el estado virginal constituyen por si mismos la perfección. Vemos como las dos son medios de vivir la vocación. Ninguna es mejor que otra. Evidentemente, la virginidad voluntaria por motivo religioso es una entrega total al Señor. Pero, deja claro, que ninguna es mejor que la otra. Todas son importantes, aunque a veces queramos ser mejores que los otros que no son o no viven como nosotros “vivimos” o “somos”.

Por eso, la profecía y la virginidad por amor son, cualidades del creyente. No porque marquen un estilo de vida, sino, porque hacen de sus vidas, reflejo de Dios en el mundo.

En el Evangelio de Marcos

Jesús enseña y cura. Pero, lo hace de una forma un tanto peculiar.
En la sinagoga, se podía enseñar, porque era el lugar de la Torah, pero, por el contrario, no se podía curar, y encima, siendo sábado. Que si recordamos, el sábado, es día de descanso y reposo absoluto. Jesús, va como un judío más a la sinagoga, pero, hace la curación de un hombre que tenía un espíritu inmundo. La gente se asombra, porque (lo dice el texto dos veces) enseña con autoridad. Le manda a callar al espíritu y lo hace salir, porque en el ser humano, no hay lugar para el mal, no somos esclavos del pecado. Y esto hace que quede claro que Jesús es el Amor del Padre, porque en él, estamos todos presentados. Todos somos hijos de Dios, y tenemos una dignidad.

Jesús como maestro y como autoridad, nos enseña y nos habla (como dije al principio) no como poder que pisotea, que hace esclavos… Su enseñanza y su autoridad vienen envuelta de AMOR, de misericordia e igualdad. Todos somos hermanos, todos tenemos una dignidad, y mientras que dejemos a Jesús ser el maestro, el mal, no podrá vencernos.

Ser llamados, es responder con fidelidad, entrega y sin falsas escusas. Porque si queremos entrar por el camino que Jesús nos ofrece, tenemos que ser auténticos. De lo contrario, seremos todo menos seguidores y mensajeros del Evangelio.

Pidamos a María, nuestra Madre, que nos ayude a dejarnos enseñar y modelar por su Hijo Jesús como ella lo hizo, y que no nos creamos mejor que nadie.

Que así sea.


27 enero 2018

Este fin de semana celebramos la Jornada de la Infancia Misionera: "Atrévete a ser misionero".


¿Qué es la Infancia Misionera?

“Atrévete…”. Muchas veces los niños “se pican” unos a otros diciéndose: “¿A qué no te atreves?”. Si la propuesta es tan valiosa como lanzarse a la misión, merece la pena arriesgarse y dar el salto. Los cristianos obtenemos el valor necesario para ello apoyándonos en Aquel en quien sabemos que podemos confiar plenamente: Jesús.

“… a ser misionero”. Esa gran propuesta es también, y en un lugar destacado, para los más pequeños. Infancia Misionera va a ayudarles a descubrir y a vivir —de una manera sencilla, pero concreta, creativa y eficaz— que ellos son auténticos protagonistas de la misión en su propio ambiente. Y ¿por qué no soñar con ser misioneros algún día, si Dios quiere?


25 enero 2018

"Un periodismo sin fingimientos, hostil a las falsedades..."


En el proyecto de Dios, la comunicación humana es una modalidad esencial para vivir la comunión. El ser humano, imagen y semejanza del Creador, es capaz de expresar y compartir la verdad, el bien, la belleza. Es capaz de contar su propia experiencia y describir el mundo, y de construir así la memoria y la comprensión de los acontecimientos.

Pero el hombre, si sigue su propio egoísmo orgulloso, puede también hacer un mal uso de la facultad de comunicar, como muestran desde el principio los episodios bíblicos de Caín y Abel, y de la Torre de Babel (cf. Gn 4,1-16; 11,1-9).

La alteración de la verdad es el síntoma típico de tal distorsión, tanto en el plano individual como en el colectivo. Por el contrario, en la fidelidad a la lógica de Dios, la comunicación se convierte en lugar para expresar la propia responsabilidad en la búsqueda de la verdad y en la construcción del bien.

Hoy, en un contexto de comunicación cada vez más veloz e inmersos dentro de un sistema digital, asistimos al fenómeno de las noticias falsas, las llamadas «fake news». Dicho fenómeno nos llama a la reflexión; por eso he dedicado este mensaje al tema de la verdad, como ya hicieron en diversas ocasiones mis predecesores a partir de Pablo VI (cf. Mensaje de 1972: «Los instrumentos de comunicación social al servicio de la verdad»). Quisiera ofrecer de este modo una aportación al esfuerzo común para prevenir la difusión de las noticias falsas, y para redescubrir el valor de la profesión periodística y la responsabilidad personal de cada uno en la comunicación de la verdad.

1- ¿Qué hay de falso en las «noticias falsas»?

«Fake news» es un término discutido y también objeto de debate. Generalmente alude a la desinformación difundida online o en los medios de comunicación tradicionales. Esta expresión se refiere, por tanto, a informaciones infundadas, basadas en datos inexistentes o distorsionados, que tienen como finalidad engañar o incluso manipular al lector para alcanzar determinados objetivos, influenciar las decisiones políticas u obtener ganancias económicas.

La eficacia de las fake news se debe, en primer lugar, a su naturaleza mimética, es decir, a su capacidad de aparecer como plausibles. En segundo lugar, estas noticias, falsas pero verosímiles, son capciosas, en el sentido de que son hábiles para capturar la atención de los destinatarios poniendo el acento en estereotipos y prejuicios extendidos dentro de un tejido social, y se apoyan en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el desprecio, la rabia y la frustración.

Su difusión puede contar con el uso manipulador de las redes sociales y de las lógicas que garantizan su funcionamiento. De este modo, los contenidos, a pesar de carecer de fundamento, obtienen una visibilidad tal que incluso los desmentidos oficiales difícilmente consiguen contener los daños que producen.

La dificultad para desenmascarar y erradicar las fake news se debe asimismo al hecho de que las personas a menudo interactúan dentro de ambientes digitales homogéneos e impermeables a perspectivas y opiniones divergentes. El resultado de esta lógica de la desinformación es que, en lugar de realizar una sana comparación con otras fuentes de información, lo que podría poner en discusión positivamente los prejuicios y abrir un diálogo constructivo, se corre el riesgo de convertirse en actores involuntarios de la difusión de opiniones sectarias e infundadas.

El drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos. Las noticias falsas revelan así la presencia de actitudes intolerantes e hipersensibles al mismo tiempo, con el único resultado de extender el peligro de la arrogancia y el odio. A esto conduce, en último análisis, la falsedad.

2- ¿Cómo podemos reconocerlas?


Ninguno de nosotros puede eximirse de la responsabilidad de hacer frente a estas falsedades. No es tarea fácil, porque la desinformación se basa frecuentemente en discursos heterogéneos, intencionadamente evasivos y sutilmente engañosos, y se sirve a veces de mecanismos refinados.

Por eso son loables las iniciativas educativas que permiten aprender a leer y valorar el contexto comunicativo, y enseñan a no ser divulgadores inconscientes de la desinformación, sino activos en su desvelamiento. Son asimismo encomiables las iniciativas institucionales y jurídicas encaminadas a concretar normas que se opongan a este fenómeno, así como las que han puesto en marcha las compañías tecnológicas y de medios de comunicación, dirigidas a definir nuevos criterios para la verificación de las identidades personales que se esconden detrás de millones de perfiles digitales.

Pero la prevención y la identificación de los mecanismos de la desinformación requieren también un discernimiento atento y profundo. En efecto, se ha de desenmascarar la que se podría definir como la «lógica de la serpiente», capaz de camuflarse en todas partes y morder.

Se trata de la estrategia utilizada por la «serpiente astuta» de la que habla el Libro del Génesis, la cual, en los albores de la humanidad, fue la artífice de la primera fake news (cf. Gn 3,1-15), que llevó a las trágicas consecuencias del pecado, y que se concretizaron luego en el primer fratricidio (cf. Gn 4) y en otras innumerables formas de mal contra Dios, el prójimo, la sociedad y la creación.

La estrategia de este hábil «padre de la mentira» (Jn 8,44) es la mímesis, una insidiosa y peligrosa seducción que se abre camino en el corazón del hombre con argumentaciones falsas y atrayentes.

n la narración del pecado original, el tentador, efectivamente, se acerca a la mujer fingiendo ser su amigo e interesarse por su bien, y comienza su discurso con una afirmación verdadera, pero sólo en parte: «¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?» (Gn 3,1).

En realidad, lo que Dios había dicho a Adán no era que no comieran de ningún árbol, sino tan solo de un árbol: «Del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás» (Gn 2,17). La mujer, respondiendo, se lo explica a la serpiente, pero se deja atraer por su provocación:

«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”» (Gn 3,2). Esta respuesta tiene un sabor legalista y pesimista: habiendo dado credibilidad al falsario y dejándose seducir por su versión de los hechos, la mujer se deja engañar.

Por eso, enseguida presta atención cuando le asegura: «No, no moriréis» (v. 4). Luego, la deconstrucción del tentador asume una apariencia creíble: «Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal» (v. 5).

Finalmente, se llega a desacreditar la recomendación paternal de Dios, que estaba dirigida al bien, para seguir la seductora incitación del enemigo: «La mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable» (v. 6).

Este episodio bíblico revela por tanto un hecho esencial para nuestro razonamiento: ninguna desinformación es inocua; por el contrario, fiarse de lo que es falso produce consecuencias nefastas. Incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos.

De lo que se trata, de hecho, es de nuestra codicia. Las fake news se convierten a menudo en virales, es decir, se difunden de modo veloz y difícilmente manejable, no a causa de la lógica de compartir que caracteriza a las redes sociales, sino más bien por la codicia insaciable que se enciende fácilmente en el ser humano.

Las mismas motivaciones económicas y oportunistas de la desinformación tienen su raíz en la sed de poder, de tener y de gozar que en último término nos hace víctimas de un engaño mucho más trágico que el de sus manifestaciones individuales: el del mal que se mueve de falsedad en falsedad para robarnos la libertad del corazón. He aquí porqué educar en la verdad significa educar para saber discernir, valorar y ponderar los deseos y las inclinaciones que se mueven dentro de nosotros, para no encontrarnos privados del bien «cayendo» en cada tentación.

3- «La verdad os hará libres» (Jn 8,32)

La continua contaminación a través de un lenguaje engañoso termina por ofuscar la interioridad de la persona. Dostoyevski escribió algo interesante en este sentido: «Quien se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras, llega al punto de no poder distinguir la verdad, ni dentro de sí mismo ni en torno a sí, y de este modo comienza a perder el respeto a sí mismo y a los demás.

Luego, como ya no estima a nadie, deja también de amar, y para distraer el tedio que produce la falta de cariño y ocuparse en algo, se entrega a las pasiones y a los placeres más bajos; y por culpa de sus vicios, se hace como una bestia. Y todo esto deriva del continuo mentir a los demás y a sí mismo» (Los hermanos Karamazov, II,2).

Entonces, ¿cómo defendernos? El antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad es dejarse purificar por la verdad. En la visión cristiana, la verdad no es sólo una realidad conceptual que se refiere al juicio sobre las cosas, definiéndolas como verdaderas o falsas.

La verdad no es solamente el sacar a la luz cosas oscuras, «desvelar la realidad», como lleva a pensar el antiguo término griego que la designa, aletheia (de a-lethès, «no escondido»). La verdad tiene que ver con la vida entera. En la Biblia tiene el significado de apoyo, solidez, confianza, como da a entender la raíz ‘aman, de la cual procede también el Amén litúrgico.

La verdad es aquello sobre lo que uno se puede apoyar para no caer. En este sentido relacional, el único verdaderamente fiable y digno de confianza, sobre el que se puede contar siempre, es decir, «verdadero», es el Dios vivo. He aquí la afirmación de Jesús: «Yo soy la verdad» (Jn 14,6). El hombre, por tanto, descubre y redescubre la verdad cuando la experimenta en sí mismo como fidelidad y fiabilidad de quien lo ama. Sólo esto libera al hombre: «La verdad os hará libres» (Jn 8,32).

Liberación de la falsedad y búsqueda de la relación: he aquí los dos ingredientes que no pueden faltar para que nuestras palabras y nuestros gestos sean verdaderos, auténticos, dignos de confianza. Para discernir la verdad es preciso distinguir lo que favorece la comunión y promueve el bien, y lo que, por el contrario, tiende a aislar, dividir y contraponer.

La verdad, por tanto, no se alcanza realmente cuando se impone como algo extrínseco e impersonal; en cambio, brota de relaciones libres entre las personas, en la escucha recíproca. Además, nunca se deja de buscar la verdad, porque siempre está al acecho la falsedad, también cuando se dicen cosas verdaderas.

Una argumentación impecable puede apoyarse sobre hechos innegables, pero si se utiliza para herir a otro y desacreditarlo a los ojos de los demás, por más que parezca justa, no contiene en sí la verdad. Por sus frutos podemos distinguir la verdad de los enunciados: si suscitan polémica, fomentan divisiones, infunden resignación; o si, por el contrario, llevan a la reflexión consciente y madura, al diálogo constructivo, a una laboriosidad provechosa.

4- La paz es la verdadera noticia

El mejor antídoto contra las falsedades no son las estrategias, sino las personas, personas que, libres de la codicia, están dispuestas a escuchar, y permiten que la verdad emerja a través de la fatiga de un diálogo sincero; personas que, atraídas por el bien, se responsabilizan en el uso del lenguaje.

Si el camino para evitar la expansión de la desinformación es la responsabilidad, quien tiene un compromiso especial es el que por su oficio tiene la responsabilidad de informar, es decir: el periodista, custodio de las noticias. Este, en el mundo contemporáneo, no realiza sólo un trabajo, sino una verdadera y propia misión.

Tiene la tarea, en el frenesí de las noticias y en el torbellino de las primicias, de recordar que en el centro de la noticia no está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las personas. Informar es formar, es involucrarse en la vida de las personas.

Por eso la verificación de las fuentes y la custodia de la comunicación son verdaderos y propios procesos de desarrollo del bien que generan confianza y abren caminos de comunión y de paz.


Por lo tanto, deseo dirigir un llamamiento a promover un periodismo de paz, sin entender con esta expresión un periodismo «buenista» que niegue la existencia de problemas graves y asuma tonos empalagosos.

Me refiero, por el contrario, a un periodismo sin fingimientos, hostil a las falsedades, a eslóganes efectistas y a declaraciones altisonantes; un periodismo hecho por personas para personas, y que se comprende como servicio a todos, especialmente a aquellos – y son la mayoría en el mundo– que no tienen voz; un periodismo que no queme las noticias, sino que se esfuerce en buscar las causas reales de los conflictos, para favorecer la comprensión de sus raíces y su superación a través de la puesta en marcha de procesos virtuosos; un periodismo empeñado en indicar soluciones alternativas a la escalada del clamor y de la violencia verbal.

Por eso, inspirándonos en una oración franciscana, podríamos dirigirnos a la Verdad en persona de la siguiente manera:

Señor, haznos instrumentos de tu paz.

Haznos reconocer el mal que se insinúa en una comunicación que no crea comunión.

Haznos capaces de quitar el veneno de nuestros juicios.

Ayúdanos a hablar de los otros como de hermanos y hermanas.

Tú eres fiel y digno de confianza; haz que nuestras palabras sean semillas de bien para el mundo:

donde hay ruido, haz que practiquemos la escucha;

donde hay confusión, haz que inspiremos armonía;

donde hay ambigüedad, haz que llevemos claridad;

donde hay exclusión, haz que llevemos el compartir;

donde hay sensacionalismo, haz que usemos la sobriedad;

donde hay superficialidad, haz que planteemos interrogantes verdaderos;

donde hay prejuicio, haz que suscitemos confianza;

donde hay agresividad, haz que llevemos respeto;

donde hay falsedad, haz que llevemos verdad.

Amén.


(Papa Francisco. 24-1-2018. Jornada Mundial de las Comunicaciones)

Catequesis de ayer miércoles del Papa Francisco: "Sin reinserción social la cárcel es una tortura infinita".


Queridos hermanos y hermanas, buenos días.

Esta catequesis se desarrolla en dos lugares conectados: vosotros aquí, en la Plaza y un grupo de niños, algo enfermos, que están en el Aula. Ellos os verán y vosotros los veréis; así estamos conectados, Saludemos a los niños que están en el Aula: era mejor que no se resfriasen, y por eso están allí.

Hace dos días regrese del viaje apostólico a Chile y Perú. ¡Un aplauso para Chile y Perú! Dos pueblos buenos, buenos…Doy gracias al Señor porque todo ha salido bien: pude encontrar al Pueblo de Dios en camino por esas tierras, -también a los que no están en camino, están algo parados…pero son buena gente- y alentar el desarrollo social de esos países.

Renuevo mi gratitud a las autoridades civiles y a los obispos, que me recibieron con tanto cariño y generosidad; así como a todos los colaboradores y voluntarios. Pensad que en cada uno de los dos países había más de 20.000 voluntarios: 20.000 y algunos más en Chile, 20.000 en Perú. Gente buena, la mayoría jóvenes.

Mi llegada a Chile estuvo precedida por varias manifestaciones de protesta por varios motivos, como habéis leído en los periódicos Y esto hizo que el lema de mi visita fuera aún más actual y vivo: "Mi paz os doy".

Son las palabras que Jesús dirigió a los discípulos, que repetimos en cada Misa: el don de la paz, que solo Jesús muerto y resucitado puede dar a quienes se confían a él. No solamente cada uno de nosotros necesita la paz, también el mundo hoy, en esta tercera guerra mundial a trozos… ¡Por favor, recemos por la paz!


En el encuentro con las autoridades políticas y civiles del país, alenté el camino de la democracia chilena, como un espacio de encuentro solidario y capaz de incluir la diversidad; para ese fin indiqué como método el camino de la escucha: en particular la escucha de los pobres, de los jóvenes y de los ancianos, de los inmigrantes, y también la escucha de la tierra.

En la primera eucaristía, celebrada por la paz y la justicia, resonaron las Bienaventuranzas, especialmente "Bienaventurados los que trabajan por la paz , porque ellos serán llamados hijos de Dios" (Mt 5, 9). Una bendición para testimoniar con el estilo de la proximidad, de la cercanía, del compartir, reforzando así, con la gracia de Cristo, el tejido de la comunidad eclesial y de toda la sociedad.

En este estilo de proximidad cuentan más los gestos que las palabras, y un gesto importante que pude hacer fue visitar el penitenciario femenino en Santiago: los rostros de esas mujeres, muchas de ellas madres jóvenes, con sus pequeños en brazos, expresaban, a pesar de todo, tanta esperanza Las animé a exigir, de ellas mismos y de las instituciones, un serio camino de preparación para la reinserción, como un horizonte que da sentido a la pena diaria.

No podemos imaginar una cárcel, cualquier cárcel, sin esta dimensión de la reinserción, porque sin esta esperanza de reinserción social la cárcel es una tortura infinita. En cambio, cuando se trabaja para la reinserción –también los condenados a cadena perpetua pueden reinsertarse- mediante el trabajo de la cárcel a la sociedad, se abre un diálogo. Pero siempre una cárcel debe tener esta dimensión de la reinserción, siempre.

Con los sacerdotes y personas consagradas y con los obispos de Chile, viví dos encuentros muy intensos, todavía más fecundos por el sufrimiento compartido de algunas heridas que afligen a la Iglesia en ese país.

En particular, confirmé a mis hermanos en el rechazo de cualquier compromiso con el abuso sexual de menores, y al mismo tiempo en la confianza en Dios, que a través de esta dura prueba purifica y renueva a sus ministros.

Las otras dos misas en Chile se celebraron una en el sur y otra en el norte. La del sur, en Araucanía, la tierra donde viven los indios mapuches, transformó en alegría los dramas y las fatigas de este pueblo, lanzando un llamamiento a una paz que sea armonía de la diversidad y al repudio de toda violencia.

La del norte, en Iquique, entre el océano y el desierto, fue un himno al encuentro entre los pueblos, que se expresa de manera singular en la religiosidad popular.

Los encuentros con los jóvenes y con la Universidad Católica de Chile respondieron al desafío crucial de ofrecer un sentido grande a la vida de las nuevas generaciones. Dejé la palabra programática de San Alberto Hurtado a los jóvenes: "¿Qué haría Cristo en mi lugar?".

Y en la Universidad propuse un modelo de formación integral, que traduce la identidad católica en la capacidad de participar en la construcción de sociedades unidas y plurales, donde los conflictos no se ocultan sino que se gestionan con el diálogo. Siempre hay conflictos: también en casa, siempre los hay. Pero, tratar mal los conflictos es todavía peor.

No hay que esconder los conflictos debajo de la cama: los conflictos que salen a la luz, se enfrentan y se resuelven con el diálogo. Pensad en los pequeños conflictos que hay seguramente en vuestra casa: no hay que esconderlos, sino enfrentarlos. Buscad la ocasión y se habla: el conflicto se resuelve así, con el diálogo.

En Perú, el lema de la visita fue: "Unidos por la esperanza”. Unidos no en una uniformidad estéril, todos iguales: esa no es unión; sino en toda la riqueza de las diferencias que heredamos de la historia y la cultura.

Un testimonio emblemático de ello fue el encuentro con los pueblos de la Amazonía peruana, que también puso en marcha el itinerario del Sínodo Pan-Amazónico convocado para octubre de 2019, como también lo atestiguan los momentos vividos con la gente de Puerto Maldonado y con los niños del Hogar “El Principito”. Juntos dijimos "no" a la colonización económica y a la colonización ideológica.


Hablando a las autoridades políticas y civiles de Perú, manifesté mi aprecio por el patrimonio ambiental, cultural y espiritual de ese país y me centré en las dos realidades que más lo amenazan: la degradación ecológico-social y la corrupción. No sé si vosotros habéis oído hablar de corrupción… no lo sé.

No existe solamente allí. Aquí también y es más peligrosa que la gripe. Se mezcla y arruina los corazones. La corrupción arruina los corazones. Por favor, no a la corrupción. Subrayé que nadie está exento de responsabilidad frente a estas dos plagas y que el compromiso de contrarrestarlas concierne a todos.

Celebré la primera misa pública en Perú en la orilla del océano, cerca de la ciudad de Trujillo, donde la tormenta llamada "Niño costero" golpeó duramente a la población el año pasado.

Por eso la alenté a reaccionar frente a ella, pero también ante otras tormentas como el hampa, la falta de educación, de trabajo y vivienda segura. También en Trujillo también conocí a los sacerdotes y consagrados del norte del Perú, compartiendo con ellos la alegría de la llamada y de la misión, y la responsabilidad de la comunión en la Iglesia. Les exhorté a ser ricos de memoria y fieles a sus raíces. Y entre estas raíces está la devoción popular a la Virgen María. Siempre en Trujillo tuvo lugar la celebración mariana en la que coroné a la Virgen de la Puerta, proclamándola "Madre de la Misericordia y la Esperanza".

El último día del viaje, el domingo pasado, se desarrolló en Lima, con un fuerte acento espiritual y eclesial. En el santuario más famoso de Perú, donde se venera el cuadro de la Crucifixión llamado "Señor de los Milagros", encontré a unas 500 religiosas de clausura, de vida contemplativa: un verdadero "pulmón" de fe y oración para la Iglesia y para toda la sociedad.

En la catedral recé una oración especial por la intercesión de los santos peruanos, a la que siguió el encuentro con los obispos del país, a quienes propuse la figura ejemplar de San Toribio di Mogrovejo.

Asimismo señalé a los jóvenes peruanos a los santos como hombres y mujeres que no perdieron el tiempo en "maquillar" su propia imagen, sino que siguieron a Cristo, que los miró con esperanza. Como siempre, la palabra de Jesús le da pleno significado a todo y así también el Evangelio de la última celebración eucarística resumió el mensaje de Dios a su pueblo en Chile y Perú: "Convertíos y creed en el Evangelio" (Mc 1:15). ).

Así -parecía decir el Señor-: recibiréis la paz que os doy y estaréis unidos en mi esperanza. Este es, más o menos, el resumen de este viaje. Oremos por estas dos naciones hermanas, Chile y Perú, para que el Señor las bendiga.


(Roma. 24-1-2018)

(III) Padre Jerónimo Mariano Usera, fundador de las Religiosas del Amor de Dios.


Convencido de que Dios le ha elegido, se abre al amor de Dios en el silencio y la oración del Cister, a la temprana edad de catorce años. La situación política le obliga, en 1835, a cambiar la paz y armonía del claustro por la contemplación en medio de la acción solidaria y liberadora de la sociedad de su tiempo.

El rumbo de su vida está decidido. Jerónimo sabe leer el querer de Dios en los acontecimientos históricos y, movido por la fuerza interior de su experiencia cisterciense, inicia nuevos caminos de evangelización y promoción humana, en tres continentes: Europa, África y América.

Usera, después de la exclaustración pasa por muchas vicisitudes y se ocupa en diferentes trabajos: párroco rural, profesor universitario en la Universidad Central, primer misionero católico en Guinea española, párroco de Uceda, canónigo en Santiago de Cuba, deán de Puerto Rico y de La Habana.

- Carisma

Su personalidad profundamente religiosa y comprometida con la dignificación de la persona se revela sobre todo en la acción pastoral y pedagógico-social que desarrolló en cada uno de los lugares donde ejerció su ministerio sacerdotal.

Tuvo el gran carisma personal de acertar a movilizar y organizar grupos a favor de su gran objetivo: promover la vida cristiana de la sociedad y abrir a los pueblos un camino de desarrollo y felicidad

Se destacan tres grupos de personas como los predilectos en su acción: los niños, la mujer, la raza negra: esclavos y campesinos.

- Fundador

El 27 de abril de 1864 es el día del nacimiento de la Congregación de las Hermanas del Amor de Dios. El obispo Bernardo se trasladó a Toro acompañado del secretario y del capellán. Le esperaban Jerónimo –ahora deán de La Habana–, su amigo D. Francisco Acevedo, mercedario exclaustrado y arcediano de Santander, D. Cayetano Pérez, párroco de la Colegiata, D. Francisco Sánchez, “Alcalde constitucional de Toro”, y otras personas…

Juntos, pasaron al monasterio de las Mercedarias. Resumimos el acta oficial: enterado el Obispo del proyecto de Jerónimo, y de la decisión de las hermanas de seguirlo con espíritu de abnegación tan firme como “para dejar su patria y familia”, “bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María Madre de Dios en su advocación de Concepción Inmaculada”, convocó al grupo “a la reja del coro bajo, por dentro de la clausura, en la que se hallaban”. Les dirigió unas palabras, mandó leer los Estatutos y, aceptados por ellas, bendijo el hábito de las hermanas “y mandó se les vistiesen ayudadas de las religiosas de la comunidad”. Otras breves palabras y entonó el Te Deum que continuaron las hermanas y la comunidad, “procesionalmente por la clausura, volviendo al coro bajo, donde se terminó con las preces y oraciones de acción de gracias”.

Con el “sí” de María y el cántico de gratitud al Padre, nacía en la Iglesia la Congregación de las Hermanas del Amor de Dios. En casa prestada, aunque rodeadas de ternura, para que todo tuviese sabor a la sencillez de Belén… En la vega de Toro, la primavera rasgaba de luz las ramas de los guindales…

En procesión, presidida por el Obispo, las hermanas se dirigieron “entre dos filas de acompañantes”, al hogar que Jerónimo les había preparado, su casa. Con “breves y sentidas palabras… se dio fin al acto”.

Toro vio por vez primera en sus calles a “sus Hermanas de hábito azul”, y quiso celebrar fiesta el día siguiente, acompañándolas hasta la Colegiata, corazón de la ciudad. Celebró la Eucaristía D. Francisco Acevedo. El Obispo, Jerónimo y el párroco, ocupaban los sitiales correspondientes. En la homilía, el Obispo se dirigió a los asistentes, “que llenaban toda la Iglesia”, y les presentó la nueva fundación y el colegio para sus hijas, “único en su clase en todo el distrito universitario de Salamanca”.

De vuelta, la procesión fue acompañada “por los acordes armoniosos de una música bien dirigida”. El salón del nuevo colegio se abrió, por vez primera, para acoger a cuantos pudieron entrar. El Alcalde dio las gracias a todos por la obra realizada –“merced a la iniciativa del señor deán de Puerto Rico”– y declaró abierto el Colegio.

Es significativo el comportamiento de Jerónimo. Durante dos días ha guardado silencio. En los momentos más intensos de su vida prefirió no restar protagonismo al Espíritu, pues todo era gracia. Cuando esperábamos oír qué había sentido durante las emociones contenidas en la primera toma de hábito de las hermanas, el nacimiento de la Congregación, o la fiesta desbordante del pueblo, la crónica se limita a decir que contestó con breves palabras de agradecimiento; pero no las menciona. En todo caso, la gratitud es la respuesta más bella del creyente.


Más en:
https://www.revistaecclesia.com/author/fray-jose-borja/

Los reunirá de entre las naciones.


- (Isaías 11, 12-13)

Efraín no tendrá celos de Judá, Judá no oprimirá
a Efraín

- (Salmo 106, 1-14. 43-48)

Señor, Dios nuestro, reúnenos de entre las naciones
para que alabemos tu santo nombre

- (Efesios 2, 13-19)

Él ha derribado el muro de odio que los
separaba

- (Juan 17, 1-12) En ellos resplandece mi gloria

Las Iglesias del Caribe trabajan juntas para sanar las heridas del Cuerpo de
Cristo en la región, que son la herencia que ha dejado la colonización. La
reconciliación con frecuencia exige el arrepentimiento, la reparación y la sanación
de las memorias. Un ejemplo de ello son los actos de petición de perdón
y de reparación entre los baptistas de Gran Bretaña y los del Caribe. Del
mismo modo que el pueblo de Israel, la Iglesia en su unidad está llamada a ser
al mismo tiempo un signo y un agente activo de reconciliación.

- Reflexión

A lo largo de la narrativa bíblica de la historia de la salvación, uno de los
motivos infalibles es la incesante determinación del Señor de crear un pueblo
que podía llamar suyo. La formación de este pueblo –unido en una alianza
sagrada con Dios– es parte integrante del plan de salvación de Dios y de la
glorificación y santificación del Nombre del Señor.
Los profetas recordaban insistentemente a Israel que la alianza exigía que las
relaciones entre los diversos grupos sociales estuvieran caracterizadas por la
justicia, la compasión y la misericordia. Cuando a Jesús se le acercaba la hora
de sellar la nueva alianza con su sangre, oró fervientemente para que los que
el Padre le había confiado vivieran unidos, como Él y el Padre viven unidos.
Cuando los cristianos descubren su unidad en Jesús, participan en la glorificación
de Cristo en presencia del Padre, con la misma gloria que compartía
con el Padre antes de que el mundo existiera. De este modo, el pueblo de la
alianza siempre debe perseguir ser una comunidad reconciliada, una que sea
signo eficaz ella misma para todos los pueblos de la tierra de la manera de
vivir una vida en justicia y en paz.

- Oración

Señor, humildemente te pedimos que
por tu gracia las Iglesias puedan ser
en todo el mundo instrumentos de tu paz.
Que, a través de su acción conjunta
como embajadoras y agentes entre los pueblos divididos
de tu amor sanador y reconciliador,
pueda tu Nombre ser santificado y glorificado.

Amén.

La diestra de Dios está plantando en nuestra tierra, plantando semillas de libertad, esperanza y amor;
en esta tierra de muchos pueblos, que los hijos junten sus manos y sean uno con la diestra de Dios

Construyendo la familia en la casa y en la Iglesia.


- (Éxodo 2, 1-10) 

El nacimiento de Moisés

- (Salmo 127) 

Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan
sus constructores

- (Hebreos 11, 23-24) 

Por la fe los padres de Moisés, viéndolo tan hermoso,
lo escondieron

- (Mateo 2, 13-15) 

José se levantó, tomó al niño y a la madre en plena noche
y partió con ellos camino de Egipto
En el Caribe la familia se sigue viendo afectada negativamente por la herencia
de la esclavitud y por nuevos factores como la migración de los padres, los
problemas económicos y la violencia doméstica. Para afrontar esta realidad
las Iglesias del Caribe trabajan para proporcionar apoyo tanto a las familias
nucleares como a las más extensas.

- Reflexión

Las familias tienen una importancia capital para la protección y el cuidado de
los niños y las niñas. Los relatos bíblicos de la infancia de Moisés y de Jesús,
que estuvieron ambos en peligro mortal por las órdenes asesinas de gobernantes
enojados, expresan bien lo vulnerable que pueden ser los niños y las niñas
a las fuerzas externas. Estos relatos también reflejan como se pueden llevar a
cabo acciones para proteger a estos pequeños y pequeñas. Mateo nos presenta
un modelo de paternidad que es amorosamente fiel a la voluntad del Señor,
especialmente en tiempos difíciles.
La Escritura ve a los niños y a las niñas como una bendición y una esperanza
para el futuro. Para el salmista son «como flechas en la mano del guerrero».
Como cristianos compartimos una vocación común a vivir como redes de
apoyo familiar, confiando en el poder del Señor en la tarea de construir comunidades
fuertes en las que los niños y las niñas sean protegidos y puedan
florecer.

- Oración

Dios misericordioso,
enviaste a tu Hijo para que naciera en una familia como las nuestras,
con antepasados que eran tanto justos como pecadores.
Pedimos tu bendición sobre nuestras familias
en sus casas y en nuestras comunidades.
Oramos especialmente por la unidad de la familia cristiana,
para que el mundo crea.
Lo pedimos en el nombre de Jesús.

Amén.

La diestra de Dios está escribiendo en nuestra tierra, escribiendo con poder y con amor;
nuestros conflictos y nuestros miedos, nuestros triunfos y nuestras lágrimas, son grabados por la diestra de Dios.

Celebramos la fiesta de la conversión de San Pablo.


Del Apóstol san Pablo a los Gálatas 1, 11.24.

Os hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es cosa humana; y no lo recibí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo. 

Habéis oído hablar de cómo me portaba yo en otro tiempo en el judaísmo: cómo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios y la devastaba; cómo, en el celo por el judaísmo, iba más allá que muchos compatriotas de mi edad y me mostraba celoso partidario de las tradiciones paternas.

Pero, cuando aquel que me eligió desde el seno de mi madre me llamó por su gracia y tuvo a bien revelarme a su Hijo para que lo anunciara a los gentiles, en seguida, sin pedir consejo a hombre alguno y sin subir a Jerusalén para hablar con los que eran apóstoles antes que yo, partí hacia Arabia, de donde luego volví a Damasco. Tres años más tarde, subí a Jerusalén a visitar a Cefas, y estuve con él quince días. No vi a ninguno otro de los apóstoles, fuera de Santiago, el hermano del Señor. Por el Dios que me está viendo, que no miento en lo que os escribo. 

Después vine a las regiones de Siria y de Cilicia, pero las Iglesias de Judea, que están en Cristo, no me conocían personalmente. Sólo oían decir: «El que antaño nos perseguía ahora va anunciando la Buena Nueva de la fe, que en otro tiempo quería destruir.» Y glorificaban a Dios, reconociendo su obra en mí.

24 enero 2018

Un hombre perfectamente modelado por el amor de Cristo.


El 7 de julio del pasado año, su Santidad el Papa Francisco autorizaba a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del Decreto por el cual se reconoce que el Siervo de Dios Ismael Perdomo Borrero, arzobispo de Bogotá, vivió las virtudes en grado heroico…

Y es que Mons. Perdomo, «hombre perfectamente modelado por el amor de Cristo» – en palabras de su director espiritual – , vivió en grado heroico las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad, convirtiéndose así en un modelo a proponer ante la Iglesia Universal.

¿De dónde nace esta fe heroica en el Venerable Perdomo? Sus padres, Gabriel y María Francisca, se encargaron que el pequeño Ismael tuviera una sólida educación humana y religiosa. En ese ambiente familiar, movido por tan fervorosos padres, aprendió a ser piadoso y responsable.

¿Cómo creció esta fe hasta el punto de ser heroica? Su fe llegó a ser heroica porque buscaba en todo momento hacer la voluntad de Dios, sometiéndose a ésta y poniéndose siempre en manos de la Divina Providencia. Su fe crecía porque estaba nutrida de una intensa vida de oración litúrgica y personal: su fuerza era la oración.

Los que conocieron a nuestro Venerable señalan el fervor y perfección con que celebraba la Misa; prolongada en una sosegada acción de gracias. De la Eucarística, fuente y origen de su ministerio, surgía la fuerza que le llevaba a predicar, a tiempo y a destiempo, el Evangelio, sin miedo a derramar su sangre por Cristo.

Esta misma intensa vida de piedad y de oración, alimentada con la meditación asidua de la Palabra de Dios y la recitación del santo Rosario, le permitía explicar los misterios de la fe con gran simplicidad y unción. Éste era el motor de su gran acción misionera y pastoral, marcada por frecuentes visitas pastorales, misiones populares, catequesis y por la promoción de la religiosidad popular y la prensa católica.

Como ministro de Dios manifestó una adhesión total a la verdad revelada y al magisterio, buscando en todo momento promover, tutelar y defender la fe católica. En los momentos de dificultad se reveló como un hombre de gobierno, sabio y prudente, que sabía pedir consejo y se dejaba guiar, siguiendo en todo momento las directrices dadas por la Santa Sede.

Este es el Venerable Mons. Perdomo, «un hombre perfectamente modelado por el amor de Cristo», que la Iglesia nos presenta como modelo de fe, pero no cualquier fe, sino fe heroica. Y hasta tal punto heroica que, en la quema del palacio episcopal el 9 de abril de 1948, sus palabras fueron las mismas de Jesús en la cruz: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).



La fuente de este articulo es de Salvador Aguilera López,
Sacerdote de la Archidiócesis de Toledo (España)
y actual Postulador de la Causa de Canonización del Venerable Ismael Perdomo,
publicado en la web de la Arquidiócesis de Bogotá (Colombia).




Más en:
https://www.revistaecclesia.com/hombre-perfectamente-modelado-amor-cristo/

P. Francisco Méndez Casariego.




"Fiaos del Evangelio, pues sabido es que no hay obra más grande que salvar almas, y que quien salva un alma predestina la suya, y que quien recibe a una de esos pobres, a Jesucristo recibe".

Busquemos el provecho de los otros,


- (Isaías 25, 1-9) 

Él es el Señor, nuestra esperanza, celebremos alegres
su victoria

- (Salmo 82) 

Haced justicia al huérfano y al pobre, defended al humilde

- (Filipenses 2, 1-4)

Que cada uno busque no su propio provecho, sino el
de los otros

- (Lucas 12, 13-21) Procurad evitar toda clase de avaricia

Las cambiantes regulaciones bancarias internacionales siguen teniendo un
impacto negativo en el comercio y las transacciones en el Caribe y amenazan
la supervivencia de numerosas familias. Se ha vuelto cada vez más difícil para
los caribeños que trabajan en el extranjero enviar dinero a sus familias. Las
Iglesias del Caribe introdujeron el movimiento del Credit Union para que los
pobres pudiesen tener acceso a fondos para actividades económicas.

- Reflexión

Las Escrituras dan un testimonio claro de que Dios hace una opción preferencial
por los pobres: la diestra de Dios actúa a favor de los desvalidos contra los
poderosos. De modo parecido, Jesús advierte con claridad contra los peligros
de la avaricia. Sin embargo, a pesar de estas advertencias, el pecado de la
avaricia con frecuencia infecta a nuestras comunidades cristianas e introduce
la lógica de la competencia: una comunidad compite contra la otra. Tenemos
que recordarnos que en la medida en que no nos diferenciamos del mundo,
sino que, al contrario, nos amoldamos a su espíritu competitivo que divide,
fracasamos a la hora de ser «refugio del mísero oprimido, abrigo en la lluvia,
sombra en el calor».
Para nuestras Iglesias y confesiones ser ricas a los ojos de Dios no equivale a
tener muchos miembros que pertenecen –o que donan– a la propia comunidad.
Al contrario, significa reconocer que como cristianos tenemos innumerables
hermanos y hermanas justo al otro lado del mundo, unido a nosotros más
allá de las divisiones económicas entre «Norte y Sur». Conscientes de esta
fraternidad en Cristo, los cristianos pueden unir sus manos para promover
una justicia económica para todos.

- Oración

Dios todopoderoso,
da fuerza y coraje a tu Iglesia
para que proclame continuamente el derecho y la justicia
en situaciones de dominio y opresión.
Al celebrar nuestra unidad en Cristo,
que tu Espíritu Santo nos ayude
a fijarnos en las necesidades de los otros.

Amén.

La diestra de Dios está golpeando en nuestra tierra.
La envidia, el odio y la codicia; nuestro egoísmo y nuestra lujuria, nuestra soberbia y nuestras injusticias, son golpeadas por la diestra de Dios.

23 enero 2018

Amarás al extranjero porque vosotros fuisteis extranjeros en Egipto,


- (Levítico 19, 33-34) 

Amarás al extranjero

- (Salmo 146) 

El Señor protege al extranjero

- (Hebreos 13, 1-3) 

Personas hubo que, sin saberlo, alojaron ángeles en su casa

- Mateo 25, 31-46 

Llegué como un extraño, y me recibisteis en vuestra casa
Cuando se convirtió en la primera república negra independiente, Haití abrió
sus puertas para acoger a personas esclavizadas en busca de libertad. En tiempos
recientes, la situación económica ha golpeado duramente a los haitianos,
muchos de los cuales han salido de su país haciendo viajes peligrosos en busca
de una vida mejor. En muchos casos se han encontrado con el rechazo y con
barreras legales. El Consejo de las Iglesias del Caribe se ha implicado en su
defensa, llamando la atención a aquellas naciones que restringen o despojan
a los haitianos de sus derechos de ciudadanía.

- Reflexión

El recuerdo de ser extranjeros en Egipto está en la base del precepto de la Ley
de que el pueblo de Dios debía acoger al extranjero que residía en su seno.
Se albergaba la esperanza de que el recuerdo de su propio exilio estimularía
la empatía y la solidaridad con los exiliados y los extranjeros presentes en un
momento dado. Del mismo modo que para Israel, nuestra experiencia cristiana
compartida de la acción salvadora de Dios va a la par con el recuerdo de
ser extranjeros y estar alienados – en el sentido de la enajenación de Dios y
de su reino. Este modo cristiano de hacer memoria tiene implicaciones éticas.
Dios ha restablecido nuestra dignidad en Cristo y nos ha hecho ciudadanos de
su reino, no a causa de lo que hemos hecho para merecerlo, sino por un libre
don de su amor. Estamos llamados a hacer lo mismo, libremente y movidos
por el amor. El amor cristiano es amar como el Padre, esto es, reconocer la
dignidad y dar dignidad y de este modo traer sanación a la familia humana
quebrantada.

- Oración

Dios eterno,
que no perteneces a ninguna cultura ni tierra sino eres Señor de todos,
y nos llamas a acoger al extranjero que reside entre nosotros.
Ayúdanos con tu Espíritu
para vivir como hermanos y hermanas,
acogiendo a todos en tu nombre
y viviendo según la justicia de tu reino.
Esto pedimos en el nombre de Jesús.

Amén.

La diestra de Dios está plantando en nuestra tierra, plantando semillas de libertad, esperanza y amor;
en esta tierra de muchos pueblos que los hijos junten sus manos y sean uno con la diestra de Dios

22 enero 2018

SIT Informa: La fe es secuestrada.



Cartel de Semana Santa de Málaga 2018.



¡Escucha el grito de mi pobre pueblo desde todos los rincones de la tierra!.


- (Deuteronomio 1, 19-35) 

El Señor vuestro Dios va delante de vosotros

- (Salmo 145, 9-20) 

El Señor sostiene a cuantos flaquean

- (Santiago 1, 9-11) 

El rico se desvanecerá como la flor de la hierba

- (Lucas 18, 35-43) ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!

Las economías del Caribe se basaban tradicionalmente en la producción de
materias primas para el mercado europeo y por tanto nunca fueron autosostenibles.
Como consecuencia de ello, para su desarrollo fue necesario endeudarse
en el mercado internacional. Los requerimientos de esta deuda impusieron
restricciones a las inversiones en transporte, educación, sanidad y otros servicios
públicos, lo que tuvo un fuerte impacto sobre todo en los más pobres. La
Conferencia de Iglesias del Caribe, a través de sus contactos internacionales,
ha puesto en marcha una iniciativa para afrontar la crisis actual de la deuda
en la región y para ayudar a los más pobres.

- Reflexión

Nos podemos imaginar el ruido del gentío cuando Jesús entra en Jericó. Muchas
voces acallan el grito del mendigo ciego. Su presencia es embarazosa y
es un estorbo para los demás. Pero a través de todo este tumulto, Jesús oye la
voz del ciego, del mismo modo que en las Escrituras Dios siempre escucha
el grito del pobre. El Señor que sostiene al que flaquea no solo escucha, sino
que interviene. De este modo la vida del mendigo se transforma totalmente.
La desunión de los cristianos puede ser parte del tumulto del mundo y de su
caos. Como las voces que discutían a las afueras de Jericó, nuestras divisiones
pueden ahogar el grito del pobre. Sin embargo, cuando estamos unidos nos
volvemos más plenamente la presencia de Cristo en el mundo, con más capacidad
para oír, escuchar y responder. De este modo, en vez de aumentar el
volumen de la discordia, nos hacemos más capaces de oír y, en consecuencia,
de discernir las voces que más necesitan ser escuchadas.

- Oración

Dios de amor,
que levantas al pobre y desvalido
y restableces su dignidad.
escucha ahora nuestros gritos por los pobres de nuestro mundo,
restablece su esperanza y levántalos,
para que todo tu pueblo pueda ser uno.
Esto te pedimos en el nombre de Jesús.

Amén.

La diestra de Dios está levantando en nuestra tierra.
Levantando a los caídos uno a uno; cada uno es conocido por su nombre, y salvado ahora de la vergüenza, al levantarse la diestra de Dios.

21 enero 2018

Esperanza y salvación.


- (Isaías 9, 2-7a) 

Para aumentar su señorío con una paz sin fronteras

- (Salmo 34, 1-15) 

Busca la paz, marcha tras ella

- (Apocalipsis 7, 13-17) 

Dios mismo enjugará toda lágrima de sus ojos

- (Juan 14, 25-27) Os dejo la paz, mi paz os doy

La violencia en el Caribe es un problema que interpela a las Iglesias. Existe
un índice alarmante de asesinatos, muchos de los cuales están relacionados
con la violencia doméstica y la lucha entre bandas, como también con otras
formas de criminalidad. También hay un número creciente de autolesiones y
de suicidios en algunas zonas de la región.

- Reflexión

El reino que Dios prometió, el reino que Jesús anunció e hizo presente en su
ministerio, es un reino de justicia, de paz y de alegría en el Espíritu Santo.
¿Qué significa esta buena noticia para los que están atrapados en la oscuridad
de la violencia? En la visión del profeta, una luz brillante cubrió a los que habitaban
un país tenebroso. Pero, ¿cómo pueden los cristianos llevar la luz de
Jesús a los que están en las tinieblas de la violencia doméstica y de las bandas?
¿Qué esperanza pueden ofrecer los cristianos? Es triste que la división de los
cristianos sea un antitestimonio que hace difícil poder transmitir esperanza.
Sin embargo, la búsqueda de la paz y de la reconciliación ente las diferentes
Iglesias y confesiones es lo opuesto a esto. Cuando los cristianos se esfuerzan
por la unidad en un mundo marcado por los conflictos, ofrecen al mundo un
signo de reconciliación. Los cristianos que se niegan a entrar en una lógica de
privilegios y de estatus, que se niegan a devaluar a los otros y a sus comunidades,
dan testimonio de la paz del reino de Dios en el que el Cordero conduce
a los santos a los manantiales de aguas vivas. Esta es la paz que necesita el
mundo, la que trae sanación y consuelo a los afligidos por la violencia.

- Oración

Dios de todo consuelo y esperanza,
tu resurrección venció la violencia de la cruz.
Que como pueblo tuyo
podamos ser un signo visible
de que la violencia de este mundo será vencida.
Esto pedimos en el nombre del Señor resucitado.

Amén.


La diestra de Dios está señalando en nuestra tierra, señalando el camino que debemos recorrer;
tan oscuro es el camino. y tan fácilmente nos perdemos, pero somos conducidos por la diestra de Dios.

Evangelio. Domingo III del Tiempo Ordinario.


Según San Marcos 1, 14 - 20.

Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios: 


«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva». 

Bordeando el mar de Galilea, vio a Simón y Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: 


«Venid conmigo, y os haré llegar a ser pescadores de hombres». 

Al instante, dejando las redes, le siguieron. Caminando un poco más adelante, vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; y al instante los llamó. Y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras Él.

Reflexión. Domingo III del Tiempo Ordinario.


¡Feliz Día del Señor!

En este Domingo III del Tiempo Ordinario la Iglesia nos propone para nuestra reflexión un bello pasaje Evangélico de Marcos. Jesús nos llama a la conversión, y a creer en la Buena Noticia.
Dios está a nuestro lado, se mete en la historia humana y nos llama a seguirle pero con una condición: Dejarlo todo.
En nuestra vida, hay cosas que nos impiden seguir al Señor. Esas son las cosas que debemos apartarlas para poder decir SÍ, con valentía al Señor.
Es un buen momento de ponernos delante del Señor y ver qué cosas nos ayudan al seguimiento y cuáles no.

En la Primera Lectura de la Profecía de Jonás

Si comparamos los demás profetas con Jonás, vemos como éste, tiene rasgos “antiprofetas”. ¿Por qué? Porque el profeta escucha y anuncia lo que Dios dice, y Jonás se niega.
Él piensa que anunciar a Nínive la conversión, no puede, porque por su ideología, cree que debe ser castigada. Pero, al tener la experiencia de que es tragado por la “ballena” y lo devuelve a la tierra, Dios lo envía de nuevo y esta vez le obedece. Dios cambia su actitud. Pasa de amenazar y destruir a compadecerse porque ve la conversión de Nínive.
Jonás es dominante: No acepta que Dios se compadezca. Porque si es justo, tiene que castigar, no perdona. Por eso, la fe es dejar que Dios actúe por si mismo. A veces podemos parecernos a Jonás y no entender. Pero, no podemos ir delante de Dios. Tenemos (lo repito de nuevo) dejar a Dios ser Dios. A veces, corremos el riesgo de querer manipularlo…

En la Segunda Lectura de Pablo a los Corintios

Vemos como es una comunidad que atraviesa un momento de crisis de identidad y el momento es difícil. Por eso, Pablo hace una proyección escatológica a la luz de la Pascua.
Jesús, al resucitar, se impone un nuevo sistema de valores. Todo cambia. El Reino de Dios es aquí y ahora. Pablo subraya la precariedad de las cosas temporales. Y lo importante es lo que “no pasa” lo que es definitivo. Las necesidades temporales pasan a un segundo plano, el Reino pasa a ser lo primero y al aquí y ahora. No nos podemos dormir en sueños que caducan.

En el Evangelio de Marcos

Lo podemos dividir en dos grandes bloques: El Mensaje de Jesús y la Vocación de algunos discípulos. El Reino de Dios es el proyecto de Dios en la historia humana. Todo ha empezado con Cristo y se encarna en nuestra historia de salvación.
A ésta intervención de Dios debe responder un compromiso por nuestra parte y que se refleja en una conversión. Es decir, un cambio radical de mentalidad y de nuestra vida. No podemos estar “nadando y guardando la ropa”. La radicalidad del Evangelio es adherirnos con todo lo que esto conlleva a Cristo que salva y libera.
De ahí, viene el segundo bloque del Evangelio. Jesús llama a dos parejas de hermanos para que colaboren con Él en su proyecto. Ellos corresponden al llamado y hacen del camino de Jesús, su propio camino. Vivir los valores del Evangelio estando en el mundo, pero, sin compartir la visión del mundo. Ser seguidor de Cristo es ser reflejo de Él en el mundo y dejando a un lado todo lo que pueda oscurecer ese reflejo.

Pidamos a la Virgen María, que nos ayude a decir un SÍ verdadero. Que en los momentos de oscuridad, tristeza o caída, su mano nos proteja y nos fortalezca para levantarnos y seguir el camino para hacer de este mundo, el Reino de Dios.

Tengamos una oración especialmente por todos los cristianos para que haya más unión entre las Iglesias y lleguemos a ser (poniendo todos nuestro granito de arena) una sola Iglesia pastoreada por el único Pastor: Jesucristo.
Que así sea.


Más en:
https://www.revistaecclesia.com/author/fray-jose-borja/

20 enero 2018

"Vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo".


- (Éxodo 3, 4-10) 

Dios libera a los cautivos

- (Salmo 24, 1-6) 

es la generación de los que anhelan tu rostro, Dios de Jacob

- (1 Corintios 6, 9-20) 

Glorificad, pues, a Dios con vuestro cuerpo
- (Mateo 18, 1-7) ¡Ay de aquel que incite a pecar!
Muchas Iglesias cristianas del Caribe están preocupadas por el tema de la
pornografía, especialmente a través de internet. La pornografía tiene consecuencias
desastrosas para la dignidad humana, sobre todo para los adolescentes
y los jóvenes. Al igual que la esclavitud, la pornografía mercantiliza a los
seres humanos, afectando a los que son adictos a ella y dañando las relaciones
auténticas de amor.

- Reflexión
El libro del Éxodo muestra la solicitud de Dios por los cautivos. La revelación
de Dios a Moisés en el episodio de la zarza ardiente fue una declaración poderosa
de su voluntad de liberar a su pueblo. Dios vio sus penalidades, oyó
su grito y vino para liberarlos. Mientras que la sexualidad es un don de Dios
para las relaciones humanas y la expresión de la intimidad, el mal uso de este
don a través de la pornografía esclaviza y devalúa tanto al que se dedica a
producirla, como al que la consume. Dios no es insensible a esta situación y
los cristianos son llamados a ser igualmente solícitos.
San Pablo dice que estamos llamados a glorificar a Dios con nuestros cuerpos,
lo que significa que todas las dimensiones de nuestra vida, incluidas nuestras
relaciones, pueden y deben ser ofrenda agradable a Dios. Los cristianos deben
trabajar juntos para construir un modelo de sociedad que defienda la dignidad
del ser humano y que no incite a pecar a los más pequeños, sino que, al
contrario, los capacite para que vivan en libertad, que es la voluntad de Dios
para ellos.
- Oración
Por tu gracia divina, Señor,
restaura nuestra mente y nuestro cuerpo.
Crea en nosotros un corazón limpio y una mente pura
para que podamos dar gloria a tu Nombre.
Que tu Iglesia se mantenga unida en un mismo propósito
para la santificación de tu pueblo.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo,
que vive y reina contigo,
en la unidad del Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
La diestra de Dios está sanando en nuestra tierra, sanando cuerpos, mentes y almas quebrantados;
tan maravilloso es su roce, con un amor que tanto significa, cuando somos sanados
por la diestra de Dios.

19 enero 2018

"Y no ya como esclavo, sino como algo más, como hermano muy querido".


- (Génesis 1, 26-28)


Dios creó al ser humano a su imagen
- (Salmo 10, 1-10) 

Señor, ¿por qué permaneces lejos y te ocultas en tiempo
de angustia?

- (Filemón) 

Y no ya como esclavo, sino como algo más, como
hermano muy querido
- (Lucas 10, 25-37) La parábola del buen samaritano
El tráfico de seres humanos es una forma de esclavitud de nuestros días en el
que se engaña o se fuerza a las víctimas a trabajos sexuales, al trabajo infantil
y a dar sus órganos para el beneficio de los explotadores. Es una industria
global y multimillonaria. Es también un problema creciente en el Caribe. Las
Iglesias reformadas del Caribe han unido sus fuerzas con el Consejo para la
Misión Mundial y el Consejo para la Misión de América del Norte y el Caribe
para educar a las comunidades cristianas a poner fin al flagelo que supone el
tráfico de seres humanos.

- Reflexión

Una de las primeras cosas que aprendemos acerca de Dios en la Biblia hebrea
y cristiana es que Dios creó al ser humano a su imagen. Sin embargo, esta
verdad profunda y hermosa ha sido con frecuencia oscurecida o negada a lo
largo de la historia humana. En el Imperio romano, por ejemplo, se negaba la
dignidad de los que eran esclavos. El mensaje del evangelio es completamente
distinto a esto. Jesús desafió las normas sociales que devaluaban la dignidad
humana de los samaritanos, indicando al samaritano como el «prójimo» de
aquel que había sido asaltado camino de Jericó –un prójimo que debe ser
amado, según la Ley–. Y Pablo, valiente en Cristo, habla del esclavo Onésimo
como de un «hermano muy querido», transgrediendo las normas sociales de
su época y afirmando la humanidad de Onésimo.
El amor cristiano debe ser siempre un amor valiente que se atreve a cruzar
fronteras, reconociendo en los demás una dignidad igual a la nuestra. Como
san Pablo, los cristianos deben ser «suficientemente valientes en Cristo» para
levantar una voz unánime que reconozca claramente como sus prójimos y
sus hermanos y hermanas muy queridos a las víctimas del tráfico humano
y de este modo trabajar juntos para poner fin a la esclavitud de los tiempos
modernos.
- Oración

Dios misericordioso,
muestras tu cercanía a los que son víctimas del tráfico de seres humanos,
asegurándoles que conoces su situación y que escuchas su grito.
Que tu Iglesia, manteniéndose unida, pueda luchar con compasión y valor
para que llegue ese día en el que nadie será explotado
y en el que todos podrán ser libres para vivir en paz unas vidas dignas.
Esto pedimos en nombre del Dios trino que puede hacer
infinitamente más de lo que podemos pedir o imaginar.
Amén.
La diestra de Dios está levantando en nuestra tierra.
Levantando a los caídos uno a uno; cada uno es conocido por su nombre,
y salvado ahora de la vergüenza, al levantarse la diestra de Dios.



Empezamos la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.



“Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder” (Ex 15, 16) es el lema para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2018 que se celebra del 18 al 25 de enero. Desde hace ya algunos años, el Consejo Ecuménico de las Iglesias y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos encargan los materiales de oración para esta semana a Iglesias y Comunidades eclesiales confesionales diversas de alguna región geográfica. En esta ocasión, para la semana de oración de 2018, se lo han pedido a las Iglesias y comunidades de la región del Caribe.

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, recuerdan los obispos de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales en su mensaje, “es ocasión propicia para que conozcamos mejor el diálogo de la Iglesia católica con las Iglesias y Comunidades eclesiales sobre la doctrina de la fe, llevado adelante con gran esfuerzo y dedicación”.

“Fue tu diestra quien lo hizo, Señor, resplandeciente de poder” (Ex 15, 16)
18 al 25 de enero de 2018

Onomástica del Cardenal Beato Marcelo Spínola.


Nace de familia noble en San Fernando, Cádiz, el 14 de enero de 1935. Pasa la infancia siguiendo los traslados de su padre: Motril, Valencia, Huelva, Sanlúcar de Barrameda y Sevilla. El 29 de junio de 1856 obtiene la Licenciatura en Derecho por la Universidad de Sevilla. Tiene 21 Años. Establece bufete en Huelva, al servicio gratuito de los pobres, y ejerce allí como abogado hasta que pasa a Sanlúcar de Barrameda, por destino de su padre comandante de Marina. Más tarde deja la profesión para entrar en el seminario de Sevilla y recibe la ordenación sacerdotal el 21 de mayo de 1864. Celebra su primera misa en la iglesia de san Felipe Neri de la misma ciudad, el 3 de junio , festividad del Corazón de Jesús.

Durante sus primeros años de sacerdocio es capellán de la Iglesia de la Merced en Sanlúcar de Barrameda. Es nombrado por el Cardenal Lastra párroco de San Lorenzo de Sevilla, y ejerce como tal desde el 17 de marzo de 1871 hasta el 28 de Mayo de 1879. Como capellán en Sanlúcar de Barrameda y luego como párroco de S. Lorenzo en Sevilla, demuestra una entrega incondicional a sus feligreses y dedica su mejor tiempo sobre todo al ministerio de la reconciliación. Nombrado en 1879 canónigo de la catedral de Sevilla, el 6 de febrero de 1881 es elegido obispo auxiliar de la misma arquidiócesis. Promovido obispo de Coria-Cáceres en 1884, desarrolla allí un intenso apostolado. Entre otras cosas visita la zona más deprimida de España, Las Hurdes, situada en su diócesis.

Con Celia Méndez y Delgado, a quien ha conocido en la parroquia de San Lorenzo, Sevilla, funda en Coria la Congregación de Esclavas del Divino Corazón. Es trasladado a la diócesis de Málaga en 1886, y diez años más tarde pasa a ser Arzobispo de Sevilla. Entre otras iniciativas de importante calado social, funda el Correo de Andalucía en 1899. San Pío X le hace cardenal en 1905. El 31 de diciembre de 1905, su Majestad el rey de España, Alfonso XIII, le impone la birreta cardenalicia. Muere en Sevilla el 19 de enero de 1906, a los 71 años de edad.

Cómo era Marcelo Spínola...

“Todo el azul de la bahía gaditana llevaba Marcelo Spínola en sus ojos. Toda aquella luz había anidado en su talento. Toda su gracia le había llenado el alma. Allí nació, en San Fernando, el 14 de Enero de 1,835, a las seis de la mañana, cuando el alba empezaba a besar los resoles de la sal” (Francisco Gil Delgado).

Abogado “singular”

“El título de abogado de Marcelo Spínola está expedido en Madrid el 6 de octubre de 1856. Lo obtiene tras su examen de licenciatura en la Universidad de Sevilla. Se cierra así una etapa de estudios que había conocido muchos escenarios debido a los destinos de su padre, D. Juan Spínola, capitán de fragata del Real Cuerpo de Artillería de la Armada.” "El bufete del joven abogado conoce dos lugares: Huelva y Sanlúcar de Barrameda. Los necesitados de justicia, sin amparo ni recursos, pronto encuentran en él un defensor de sus derechos que se empleaba a fondo en cada caso y… de forma gratuita

Pastor entregado

Descubre que Dios le llama a algo más que entregar su tiempo, sus conocimientos, su dinero… Quiere entregarse él mismo en totalidad a Dios y a los hermanos. Se ordena sacerdote. Volverá a Sanlúcar de Barrameda, ahora como capellán en lugar de abogado. Más tarde, siendo párroco en San Lorenzo de Sevilla, conocerá a Celia Méndez en sus horas de confesionario. Fundarán la Congregación de Esclavas del Divino Corazón.

Cuarenta y dos años de sacerdocio muy “llenos” forman el recorrido de la vida de Marcelo Spínola, de estos 25 como obispo. Es consagrado obispo en Sevilla el 6 de febrero de 1881. “Todo lo puedo en Él” escribe en su escudo episcopal con la fortaleza de los débiles. Su primera diócesis Coria (Cáceres). A los tres meses de llegar, Spínola se interna en las Hurdes, donde ningún obispo antes se había atrevido a entrar. Allí palpa y trata de aliviar las grandes necesidades de la región. De allí a Málaga, nueve años. Se enamoró de sus gentes. Llegó a decir: “Málaga fue mi Tabor”. Después Sevilla, principio y fin de trayecto de su vida de pastor. Esta última etapa sevillana está llena de importantes acontecimientos sociales y eclesiales. En todos ellos supo conducirse con sabiduría. Desde la humildad y el amor estuvo “siempre a punto para el bien”.

Un Cardenal pobre

Siempre tuvo Marcelo Spínola una clara conciencia de que los bienes son para compartirlos con quienes los necesiten. Así lo vivió desde sus años de abogado como en los de párroco. Todo lo suyo, dinero, cualidades, conocimientos, los empleó en servicio de los demás. Esta actitud se incrementó con los años, al avanzar en responsabilidades y en santidad.

Un hecho ha inmortalizado el amor de Marcelo Spínola para con los pobres: pedir limosna por las calles de Sevilla durante la terrible sequía de 1905. La figura de Spínola mendigando durante seis días por las calles de Sevilla bajo el calor sofocante de agosto causó un impacto tremendo en la sociedad sevillana. Lo llamarán “el arzobispo mendigo”. En Diciembre fue creado cardenal. En su último escrito para el Boletín de la diócesis escribe: “quienes se hallan al tanto de nuestros secretos saben que nuestros bolsillos están exhaustos y algo más que exhaustos”. A su muerte, el 19 de Enero de 1906, había en el palacio 50 duros y bastantes deudas. Para su entierro hubo que vender su biblioteca…

Su secreto:

El Corazón de Jesucristo “Hace ya años, cuando elevado a la dignidad episcopal hubimos de escoger, según uso y costumbre, un lema o leyenda para el escudo de nuestras armas, adoptamos aquella frase de san Pablo: “Omnia possum in eo”, Todo lo puedo en Él, refiriéndola al Corazón de Jesús, que pusimos en el centro de dicho escudo.
Era esa frase expresión de un doble sentimiento de nuestra alma: la desconfianza propia, fundada en el claro conocimiento que hemos tenido siempre de nuestra pequeñez, y la confianza en el poder y en la virtud del corazón de Dios, que desde la juventud constituyó nuestra fuerza”.

Sus inquietudes:

1) La educación. Siente esa sana inquietud por la educación de los jóvenes, de ahí sus esfuerzos por defender la dimensión social de la educación. Crea un colegio parroquial en San Lorenzo. Siendo ya obispo, funda la Congregación de Esclavas del Divino Corazón “una de sus obras más queridas” para la educación cristiana de la juventud. Reiteradamente defendió en el Senado la libertad de enseñanza con intervenciones claras y definidas ganándose la admiración y el respeto de sus mismos oponentes. La visión de MS sobre la educación es formar personas responsables, cristianas, ciudadanos y constructores del mundo. Pero para esto lo fundamental es “formar el corazón” . La pedagogía que transmitió a sus Esclavas es la “pedagogía del corazón”.

2) La prensa Le preocupa el papel que la prensa comienza a tener en la sociedad. Aspira a que sea una palanca de construcción de los pueblos e informe desde la verdad, libre de todo partidismo político. Con estas ideas funda un periódico El Correo de Andalucía que sale a la calle en Sevilla el 1 de febrero de 1899

3) Los obreros Su sensibilidad a esta cuestión la demostró desde sus años de abogado. En Málaga creo círculos de obreros dedicándose a la defensa de sus derechos de un modo generoso. Con sabio equilibrio apoya sus reivindicaciones y alerta de los peligros de la violencia o la fuerza.

4) Los sacerdotes La santidad y la cultura de los sacerdotes fue una constante preocupación de MS. Vigila con atención los seminarios, los visita, les predica los Ejercicios espirituales. Estimula la vida de las parroquias y mantiene un trato frecuente, cercano y cordial con sus sacerdotes “El sacerdote ha de estar lleno de Dios; Dios debe ser la luz de su mente, el calor de su corazón, el resorte de sus acciones” “no se le piden sacrificios sino que ha de vivir sacrificado”. Crea una asociación para la formación de los sacerdotes y para ayudarles en sus compromisos que funcionó en Málaga y en Sevilla.

5) La Palabra de Dios Incansable en la predicación, nunca hablaba sin antes haber preparado lo que decía en la oración y consulta y meditación de las Escrituras.. Para que los pueblos fueran atendidos en la predicación de la Palabra funda una asociación de misioneros diocesanos entre el clero secular. Creo también una asociación de seglares para el fomento de la predicación. Esta obra fue “La Palabra de Dios” fundada en Sevilla en 1902.


16 enero 2018

Hoy la Iglesia celebra la fiesta de la Beata Rafaela Ybarra. Fundadora de la Congregación de los Santos Ángeles Custodios.



Onomástica de la Beata Rafaela Ybarra.


La Beata Rafaela Ybarra, madre de familia y mujer de fuerte caridad.


Nació en Bilbao el 16 de enero de 1843. Su familia, de clase acomodada, le proporcionó una educación amplia y esmerada.

Era de carácter vital, dulce y afable. Su educación cristiana y amabilidad natural favorecieron el crecimiento de su piedad religiosa y la compasión por los necesitados que siempre la caracterizaron, y que se transformó a lo largo de su vida en amor generoso a cuantos tuvieron la suerte de conocerla y necesitarla.

Madre de Familia

A los 18 años se casó con José Vilallonga, ingeniero catalán, que con el tiempo sería uno de los principales impulsores de los Altos Hornos de Vizcaya. La pareja fijó su residencia en Bilbao, en una finca llamada La Cava.

Fue un matrimonio feliz y fecundo. Tuvieron siete hijos, dos de ellos muertos en temprana edad. A la muerte de una hermana de Rafaela se hicieron cargo de cinco sobrinos a los que ella amó y educó como a sus propios hijos.

En los primeros años de su matrimonio Rafaela vivió conforme a los usos de su condición social: paseos, cenas, teatros, relaciones sociales… Todo ello junto a unas prácticas de vida cristiana cada vez más frecuentes y comprometidas. Muy pronto es en éstas donde encontrará el sentido de su vida, mientras que las primeras le resultarán superficiales y carentes de interés.

Por el camino de la Fe

Los años pasaban y los acontecimientos de su vida se sucedían; la fe y entrega a Dios de Rafaela se acrecentaba en todos ellos. Su amor a Jesucristo y el trato íntimo con Él, sobre todo en la oración y la Eucaristía eran cada vez mas intensos.

Como consecuencia de su profundo amor a Dios se entregó a remediar las necesidades de muchas personas que acudían a ella sabedoras de su bondad; incluso se anticipaba cuando sabía que alguien la necesitaba. Era proverbial su paciencia y solicitud con los enfermos.

En sus numerosos Escritos espirituales, que inició por indicación de sus Directores, se narran sus experiencias de Dios y expresan admirablemente como conciliaba esta intimidad divina con la entrega a su numerosa familia y a remediar las necesidades de los pobres.

Caridad Efectiva

Era la suya una caridad inteligente, que no se conformaba con remediar las necesidades inmediatas, si no que, además, promovía numerosas iniciativas sociales orientadas a paliar las carencias asistenciales de su época. Decía: “Las personas pasan pero las Obras permanecen”.

Impulsó la creación de la Maternidad de Bilbao, el establecimiento en la capital de las Hnas. de María Inmaculada para atender a las jóvenes del servicio doméstico, y de las RR. Adoratrices; participó en la creación de la Universidad de Deusto, y, entre otras actividades, pertenecía a una Asociación llamada Junta de Obras de celo dedicada a ayudar a muchachas necesitadas de trabajo y orientación en la que participaba activamente. Fue en este apostolado y visitando cárceles y hospitales, donde observó las penas y dificultades que tenían las jóvenes pobres para salvaguardar su dignidad y salir adelante en la dura sociedad industrial bilbaína.

Con la fuerza del AMOR

Se despertó en Rafaela una vocación especial a favor de estas jóvenes. Dedicó todos sus afanes y energías a crear las condiciones para que, las que tenían mayor riesgo de exclusión social, preferentemente, encontraran siempre cariño, acogida y protección hasta establecerse o encontrar un trabajo digno. Alquiló varios pisos, montó unos talleres y organizó la vida de las jóvenes alternando trabajo y formación. Con la ayuda de algunas personas voluntarias y otras asalariadas empezó a orientar y acompañar a estas muchachas.

Su amor por las jóvenes, reflejado en un trato lleno de interés, dulzura y simpatía naturales, se ganaba la confianza de estas chicas que no tardaron en llamarla “madre” en un reconocimiento espontáneo y sincero a sus desvelos, cariño y trato exquisito. Rafaela supo imprimir a su pedagogía la clave de la maternidad; no en vano ella fue madre en todos los sentidos.

En la casa del PADRE

Quebrantada su salud por una grave enfermedad, Rafaela falleció el 23 de febrero de 1900 en medio del cariño y veneración de familiares, religiosas y jóvenes, tenía 57 años. Su muerte causó gran consternación en cuantas personas la conocían y fue un triste acontecimiento en la ciudad de Bilbao.

La Fundación siguió adelante con la ayuda de Dios y alentada por el espíritu de Rafaela. Otras muchas jóvenes siguieron sus pasos y hoy esta Congregación se extiende por España y América latina.

Beatificación y Canonización

La santidad de la vida de Rafaela Ybarra obtuvo el reconocimiento de la Iglesia. El 29 de septiembre de 1984 fué proclamada Beata por el Papa Juan Pablo II.


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