“No se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Cristo". (Papa Benedicto XVI).
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17 diciembre 2016
La Orden y Familia Trinitaria celebramos hoy a nuestro Fundador.
Nació alrededor de 1154 en un pequeño pueblo de Faucon, en la actual Provenza Francesa.
Con unos quince años sus padres lo enviaron a Paris para estudiar en la escuela de la catedral. Estudió con los mejores teólogos del siglo XII, sobre todo porque la escuela más famosa del momento era precisamente la de Paris, pero eso no dejaba a Juan contento, así que dejó la escuela de la catedral y se unió a la escuela de la abadía de San Víctor, donde enseñaba Ricardo de San Víctor, fundada por Hugo de San Víctor, que había transformado la teología describiendo la Trinidad como Amor y no como especulación filosófica.
Juan no sabía lo que quería de su vida, es verdad que en aquellos tiempos todo el mundo hablaba de cruzadas, de recuperar los santos lugares a los musulmanes, de devolver al cristianismo su antigua gloria en el campo de batalla. Pero no le convencía ese estilo de hacer cristianismo. Cuando decidió ordenarse sacerdote pidió a Dios insistentemente que le diera una señal para saber qué hacer con su vida.
Celebró la primera Misa en Paris, acompañado por el obispo y el abad de san Víctor, y entonces, cuando consagraba el pan y el vino, sintió que Dios le llamaba a liberar, su visión se centraba en Cristo que liberaba por igual a un cristiano y a un musulmán. Esto dejó a Juan muy intrigado. ¿Cómo podía Cristo tratar igual a un musulmán y a un cristiano? ¿No eran acaso los musulmanes los que ocupaban el sepulcro de Cristo?
Se fue a meditar a Cerfroid, a pocos kilómetros de París. Allí vivían algunos ermitaños que se dedicaban a la oración y a la penitencia. Conoció a Félix de Valois, que le animó a comenzar un nuevo camino en la Iglesia.
Comenzaron a vivir juntos en una pequeña casa que les regalaron en aquel bosque de Cerfroid, era el año 1193. Cinco años después decidieron hacer más oficial la nueva comunidad, así que Juan de Mata viajó a Roma para pedir la aprobación del papa Inocencio III.
El 17 de diciembre de 1198, el Papa no sólo aprobó la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, sino que también dio a Juan de Mata una carta para el sultán de Marruecos, presentando su proyecto de redención. Después le regalaría una casa en Roma para que pudiera estar cerca de él una comunidad de estos religiosos, tan importantes en aquella época de cruzadas y guerras religiosas.
Lo único en lo que falló el Papa es que aquellos religiosos no querían saber nada de las cruzadas ni de las armas. Más bien se fueron haciendo famosos entre los mismos musulmanes por dedicarse a la misericordia sin mezclarse en otros temas que les enfrentaban a los cristianos.
El 17 de diciembre de 1213 Juan de Mata murió en Roma, en la casa de Santo Tomás in Formis, en cuya fachada había mandado colocar tres años antes un gran mosaico representando la visión de su primera Misa.
Unos quinientos años después, por avatares de la historia, sus reliquias viajaron a Madrid y en 1969 se depositaron en la iglesia de los trinitarios en Salamanca, donde aún se encuentran actualmente.
Más en:
http://www.revistaecclesia.com/manana-se-celebra-san-juan-de-mata-fundador-de-la-orden-de-la-santisima-trinidad-y-de-los-cautivos/
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Felicidades por la onomástica de vuestro fundador, y, gracias por todo lo que pones aquí.
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