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01 diciembre 2016

Entrevista a Monseñor Antoine Audo (Obispo de Alepo y Presidente de Cáritas Siria).


- La situación actual en Alepo

Es una situación de guerra, esto quiere decir que no hay seguridad, no hay posibilidad de trabajo. Es una situación de pobreza general. Los ricos ha partido fuera de Siria, la clase media se ha convertido en clase baja y los pobres en miserables. Para los cristianos en particular el fenómeno de emigración es general. Muchas familias buscan irse fuera, es un gran sufrimiento para la Iglesia.

- ¿Cómo vive la gente, en particular las familias y los niños?

Puedo decir que la gente vive con la esperanza de ver llegar la paz, pero desde hace más de cinco años no hay paz. Es una situación de pobreza general, se podría decir que es una situación de deterioro general; deterioro a nivel psíquico y moral a causa de la pobreza y de la guerra. Hay muchas enfermedades, mucha fatiga a todos los niveles. Lo niños tienen problemas de traumas psicológicos a causa de esta guerra.

- ¿Cómo afronta CARITAS toda esta situación?

Cáritas trabaja en nombre de la Iglesia Católica en Siria, se encuentra en todas las regiones del país: Damasco, Alepo, Horan, Hons, Litoral, Yasir. Son 200 personas que trabajan en Caritas en estas regiones para aplicar diferentes programas y sobre todo:

a). Ayuda con comidas (bolsas de comida) para un gran número de familias.

b). Ayuda médica. Muy importante a causa de la situación y de las enfermedades en todos los niveles. Medicinas, operaciones, etc…

c). Ayuda educativa. Ayuda a los niños y jóvenes a asistir a la escuela y a la universidad. Por ejemplo en Alepo 6000 personas reciben esta ayuda.

d). Ayuda a las personas mayores: médicos, medicinas, comida etc…

e). Pago de alquileres a familias prófugas.

f). Formación profesional a las trabajadores de Cáritas para poder llevar adelante esta tarea.

- Su experiencia personal

a). En la guerra se pierde todo, la única cosa que queda es la fe; la fe con una nueva visión de la presencia de Dios en los pobres, en el sufrimiento, en el miedo. Dios nos libra del odio y de la violencia.

b). Soy testigo de la bondad de la gente; del sentido de solidaridad, de ayuda.

c). Estoy feliz de descubrir, como los verdaderos pobres son capaces de dar gracias. Tanto musulmanes dan gracias a Dios y esto me ayuda mucho.

d). Aunque muchas familias cristianas han partido, aún nos podemos seguir juntando a orar y a celebrar juntos.

e). Estoy admirado de mis sacerdotes por su ejemplo, fidelidad, espíritu de servicio, espíritu de servicio a los más pobres.

f). La paz es la cosa más importante. Vivir la paz en el corazón, vivir la paz entre nosotros.


Más en:
http://www.revistaecclesia.com/entrevista-fray-jose-borja-monsenor-antoine-audo-obispo-alepo-presidente-caritas-siria/

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