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12 mayo 2018

Sábado: Con flores a María.


1.° Venid y vamos todos. 
Recuerda este hermoso cántico que es una invitación a este mes. ¿Cuántas veces ha sonado en tus oídos? Piensa en los meses de mayo que han pasado en años anteriores. ¿Han sido fervorosos, tiernos, delicados?... Recuerda algún mes de mayo que especialmente se grabara en tu corazón. ¿Fue en tu niñez, quizá?... Y después, ¿cómo sentías aquellas emociones..., cómo hacías aquellos obsequios que con tanto cariño infantil ofreciste algún día a tu Madre? Recuérdalo todo... y avergüénzate. Si cada mayo hubieras quitado alguna espina, una mala yerba..., si hubieras dado un pasito más en tu santificación, ¿te encontrarías ahora donde te encuentras en el camino de la santidad? No hay duda  muchos meses de mayo han pasado casi o sin casi ningún provecho , meses de mayo perdidos.  ¡Qué pena tan grande...! Por eso, hoy debes recoger esa invitación que se te hace. Es la Iglesia la que invita a todos, en este mes, a honrar a María. Siempre se la puede honrar, pero en este mes se la debe honrar. La Iglesia dedica este mes entero a eso. El pueblo cristiano así lo entiende y lo canta: «Venid y vamos todos» todos sin excluir a nadie . Luego tú también debes ir, pero, ¿cómo?... 

2.° Con flores a porfía..., 
así, a porfía, esto es, no dejándote ganar por nadie. Es una porfía santa, es una emulación divina. Es de cobardes quedarse atrás. Tú no debes consentir que en este camino del amor a María, nadie te adelante. Mira el desfile de las almas buenas ante el altar de María. Cuántas son y cómo corren y se esfuerzan... Piensa hasta en las almas frías y menos y menos devotas, cómo en este mes quieren también hacer algo por la Virgen. Pues tú, ¿qué has de hacer? ¿En qué grupo quieres figurar? No se puede ni dudar de esto; eso no sería amor. Promete ser el primero. Si en otras cosas no te gusta que nadie te gane..., nadie lo haga mejor que tú. menos en esto. Que la Virgen te vea llegar diariamente, en este mes, el primero ante sus plantas para obsequiarla. Prométeselo así... 

3° Con flores a María. 
Y en esta carrera a porfía, no hay que llevar las manos vacías. Hay que ir con flores. Piensa en las flores que gustan a María. No son las flores materiales. Éstas son para adornar su imagen. Pero para la realidad que está dentro de tu corazón, ¿qué flores llevarás?... Unas negativas. Sí, flores negativas, que son las más indispensables. Consisten en quitar, arrancar, extirpar aquello que en tu corazón no agrada a María. Ella quiere gozarse en el jardín de tu alma, pero... si hay allí algo desagradable..., algo que María no puede mirar con gusto..., debes, generosamente, arrancarlo. Pero aún más. Todo no lo podrás quitar. Es mucha la maleza que hay en este jardín. Pero María es tan buena, que se contenta con que quites una sola cosa. Una sola yerba mala. Examínate y mira cuál sea esa sola cosa que María te pide, y en este mes arráncala en su honor... Otras positivas. Son los obsequios diarios, tiernos, delicados pero prácticos, que sirven para ejercitar alguna virtud. También piensa cuál es la virtud que más necesitas. ¿El fervor..., la constancia..., la fidelidad..., la esclavitud..., la humildad?... Elige las flores que más gustan a María, no las que te gustan a ti más..., no las que no te cuesten..., sino las que suponen mayor sacrificio. Es el mes de María. Por tanto, no hagas un mes de Mayo tuyo y para ti..., sino de María y para María... Medita mucho en esto, para no ilusionarte y engañarte. 

4.° Que Madre nuestra es. 
Es la razón dulcísima de todo... La Madre de Dios es tu Madre. Esto debiera bastarte.  Esto encierra dos razones: una de cariño y amor. Es la principal. ¿Quién no querrá demostrar su amor a su Madre?  Y ¡a tal Madre! Nada más dulce, ni más natural para un hijo...Luego, si no lo haces como debes, no eres digno hijo de María. Segunda razón, es la del santo egoísmo.  Nunca la ganarás en generosidad... Si la das flores..., si la haces obsequios..., si la das amor..., ¿Ella, que te dará?... ¿Cuántas caricias y mimos maternales hará Ella a los que, en este mes, la amen de veras? ¿Qué cariño guardará para ellos en su Corazón? ¿Por qué no trabajar tú con este dulcísimo pensamiento de llegar a merecer las caricias y el cariño de esta Madre? Hoy estás muy a tiempo.  Empieza el mes..., empiézalo con generosidad, continúalo así... y promete así acabarlo. Pide a Jesús que te ayude en esta amorosa empresa. El también es Hijo de María. El también la honrará en este mes. ¿Cómo la obsequiará Él? Pídele que te lo enseñe. Los dos juntos..., como dos buenos hermanos..., a honrar, en este mes, a vuestra Madre común la Santísima Virgen.

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