“No se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Cristo". (Papa Benedicto XVI).
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20 mayo 2016
Trisagio: Alabanza, Gloria y Acción de Gracias a la Santísima Trinidad.
P. Dios mío, ven en mi auxilio.
T. Señor, date prima en socorrerme.
T. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
T. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
– Primera Parte.
P. Oramos y damos gracias a Dios Padre, que, en su sabiduría y bondad, ha credo el universo y, en el misterio de su amor, nos ha dado a su Hijo y el Espíritu Santo. A él, fuente de amor y misericordia.
P. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
T. Ten piedad de nosotros.
Oración:
Bendito seas tú, Señor, Padre amantísimo, porque en tu infinita sabiduría y bondad has creado el universo y con amor particular te has acercado al hombre, haciéndole partícipe de tu misma vida.
Gracias, Padre bueno, por habernos dado a Jesús, redentor, y el Espíritu consolador.
Concédenos el gozo de experimentar en el camino hacia ti, tu presencia y tu misericordia, para que toda nuestra existencia sea para ti, Padre de la vida, principio sin fin, suma bondad y eterna luz, un himno de gloria, alabanza, amor y gratitud.
V. Padre Nuestro…
R. Danos hoy… Amén.
V. A ti sea la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias, por los siglos de los siglos, oh Beatísima Trinidad.
R. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo, llenos está el cielo y la tierra de tu gloria.
(Las dos invocaciones precedentes se repiten nueves veces)
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
– Segunda Parte.
P. Nos dirigimos al Hijo, que, para cumplir la voluntad del Padre y redimir al mundo, se hizo hermanos nuestro y, en el Don supremo de la Eucaristía, se ha quedado para siempre entre nosotros. A él, fuente de vida nueva y de paz, con el corazón lleno de esperanza le decimos.
P. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
T. Ten piedad de nosotros.
Oración:
Señor Jesús, Palabra eterna del Padre, danos un corazón puro para contemplar el misterio de tu Encarnación y el don de tu amor en la Eucaristía. Haz que, fieles a las promesas de nuestro Bautismo, vivamos con perseverante coherencia nuestra Fe; enciende en nosotros el fuego del amor, que nos hace una sola cosa contigo y con los hermano; envuélvenos en la luz de tu gracia; concédenos la abundancia de tu vida, inmolada por nosotros. A ti, Redentor nuestro, al Padre rico de bondad y de misericordia, y al Espíritu Santo, sello del infinito amor, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
V. Padre Nuestro…
R. Danos hoy… Amén.
V. A ti sea la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias, por los siglos de los siglos, oh Beatísima Trinidad.
R. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo, llenos está el cielo y la tierra de tu gloria.
(Las dos invocaciones precedentes se repiten nueves veces)
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Tercera Parte.
P. Nos dirigimos abandonamos al Espíritu Santo. Aliento divino que vivifica y renueva, fuente inagotable de comunión y de paz que inunda la Iglesia y vive cada corazón. A él, sello del infinito amor le decimos.
P. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
T. Ten piedad de nosotros.
Oración:
Espíritu de Amor, don del Padre y del Hijo, ven a nosotros y renueva nuestra vida.
Haznos dóciles a tu soplo divino, dispuestos a seguir tus indicaciones en las vías del Evangelio y del amor. Huésped dulcísimo de los corazones, revístenos del esplendor de tu luz, infunde en nosotros confianza y esperanza, transfórmanos en Jesús, para que, viviendo en él y con él, podamos ser siempre y en todas partes, fervorosos testigos de la Santa Trinidad.
V. Padre Nuestro…
R. Danos hoy… Amén.
V. A ti sea la alabanza, a ti la gloria, a ti la acción de gracias, por los siglos de los siglos, oh Beatísima Trinidad.
R. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo, llenos está el cielo y la tierra de tu gloria.
(Las dos invocaciones precedentes se repiten nueves veces)
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
– Antífona:
Bendita sea, ahora y por siempre, y por todos los siglos, la Santa y Única Trinidad, que ha creado y gobierna todas las cosas.
V. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu Santo.
R. Ensalcémoslo por los siglos.
– Oremos:
Dios, Padre Todopoderoso, que has enviado al mundo la palabra de la verdad y el Espíritu de santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio, concédenos profesar la fe verdadera, conocer la gloria de la eterna Trinidad, y adorar su Unidad todopoderosa.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Conclusión:
En ti creo. En Ti espero. Te amo, te adoro, oh Beatísima Trinidad.
Más en:
http://www.revistaecclesia.com/trisagio-alabanza-gloria-y-accion-de-gracias-a-la-santisima-trinidad/
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