“No se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Cristo". (Papa Benedicto XVI).
Buscar en este blog
02 marzo 2017
El domingo entran en vigor los cambios en la Santa Misa.
En las misas dominicales del primer domingo de Cuaresma, que comienzan a celebrarse en la tarde de este sábado, será obligatorio el uso de la nueva edición del Misal.
¿Qué es el Misal y por qué cambia ahora?
Es un libro litúrgico fundamental para la celebración de la Iglesia. En él encontramos las oraciones necesarias, la descripción de los ritos y las indicaciones sobre aquellos que intervienen, de un modo u otro, en la celebración de la Santa Misa. Después del Concilio Vaticano II, hemos tenido dos ediciones del Misal en español. La Santa Sede publicó en 2002 una tercera edición típica latina del Misal romano, con una reimpresión que la enmendaba en 2008. Lógicamente, esto exigía una nueva traducción del latín al castellano, que es con la que, a partir de hoy, celebraremos todas las misas en España.
¿Qué cambios vamos a notar los fieles en la celebración?
La tercera edición del Misal presenta una nueva traducción que hará que muchos textos existentes ya, ahora nos suenen a nuevos; pero también habrá nuevas oraciones, prefacios, bendiciones solemnes, etcétera. Encontraremos nuevas rúbricas para nuevos gestos y posturas, así como nuevos subrayados sobre los silencios rituales. Además, celebraremos nuevas misas como serán la vigilia de Epifanía y la Ascensión, nuevos formularios para las misas de la Virgen, nuevas misas votivas, nuevas misas por diversas necesidades, nuevas fiestas y memorias de santos, la incorporación de nuevos santos… Uno de los cambios más importantes es la modificación de la fórmula de consagración del cáliz.
Algunos de los cambios más significativos...
-En vez de “que será derramada por vosotros y por todos los hombres”, oiremos “por vosotros y por muchos”, respondiendo así al criterio, no de interpretación, sino de fidelidad a las palabras de Jesús (Mt 26, 28; Mc 14, 24). Se unen aquí tradición bíblica y litúrgica. Este cambio requiere una explicación más amplia en nuestras comunidades.
-Se aconseja el silencio antes de la celebración, en la iglesia y en la sacristía: vamos a comenzar una acción sagrada; pero también en la celebración: en el rito penitencial, tras la homilía, para la comunión…
-En la liturgia de la Palabra, todos nos volveremos hacia el ambón manifestando una especial reverencia al Evangelio de Cristo.
-En la liturgia eucarística, después de la invitación “orad hermanos…”, los fieles se pondrán de pie para la respuesta “El Señor reciba de tus manos…”; así, la asamblea escucha en pie las tres oraciones propias de la Misa.
-En cuanto al modo de acceder los fieles a la comunión no se podrá tomar por sí mismo del copón o de la patena, ni pasarse entre sí el Pan eucarístico o el cáliz.
-El resto de cambios se irá explicando en cada comunidad.
(P. Alejandro Pérez Vérdugo. www.diocesismalaga.es)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario