Ser FIEL en las PEQUEÑAS cosas.

Si cuidamos, si mimamos lo pequeño estamos cuidando y mimando lo grande. Cuántas parejas se rompen porque hace años empezaron a descuidar lo pequeño, lo aparentemente insignificante. “Eso no tiene importancia”, suele decirse; dejar de dar un beso, dejar de lavar los platos, dejar de hablar con él o con ella porque prefieres ver la TV. Qué importante son los pequeños detalles y no sólo en la pareja sino también en la convivencia cotidiana: saludar en el ascensor, dar los buenos días, ser cortés en la conducción… O qué necesario y urgente es ser fiel en las pequeñas cosas en lo que concierne a Dios: encontrar diariamente un momento para el silencio, para la oración; ser fiel a tus principios en lo más pequeño…