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08 marzo 2016

No hay duda que las hermanas han sido víctimas de odio contra nuestra fe.


Las religiosas fueron atacadas el viernes 4 de marzo hacia las 8:30 hora local, mientras servían el desayuno a los ancianos y discapacitados que atendían en el albergue de Aden.
Murieron con los delantales puestos.
Los homicidas asesinaron a otras 12 personas que las ayudaban y presuntamente secuestraron a un sacerdote indio que vivía en el centro.
El Obispo aseguró que las hermanas Anselm, Reginette, Margarita y Judith murieron como mártires:
"Mártires de la caridad, mártires porque testimoniaron a Cristo y compartieron el puesto de Jesús en la Cruz".


Oración que rezaban las monjas mártires.

Señor, enséñame a ser generoso.
Enséñame a servirte como lo mereces; a dar y no calcular el costo, a luchar y no prestar atención a las heridas, a esforzarme y no buscar descanso, a trabajar y no pedir recompensa, excepto saber que hago tu voluntad.


La agencia vaticana Fides informó que la superiora del convento se libró de la muerte. De las monjas asesinadas dos eran de Ruanda, una de la India y otra de Kenia. Entre las víctimas también están el chofer y colaboradores del albergue que atendía a unos 80 ancianos y discapacitados.
La prensa informó que los atacantes usaron como pretexto ser parientes de algunas de las ancianas. Ya dentro de la casa pasaron por cada habitación y se llevaron a los trabajadores y religiosas, les ataron las manos y luego los asesinaron con tiros en la cabeza. Hasta el momento no hay noticias del sacerdote indio salesiano Tom Uzhunnalil, que residía en el convento de las hermanas, después de que la iglesia donde vivía fuese saqueada e incendiada.
Según las fuentes de seguridad de este país, ubicado al sur de Arabia Saudita, el ataque fue perpetrado por extremistas musulmanes que acusan a la congregación de hacer proselitismo cristiano.

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