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08 diciembre 2017

Reflexión. Solemnidad de la Inmaculada Concepción.


¡Ave María Purísima!

Con esta jaculatoria, recordamos el saludo que el Ángel Gabriel le dijo a la Virgen María el día de la anunciación. También, “Ave María Purísima” y la respuesta de “sin pecado concebida” es un antiguo saludo entre creyentes desde la Iglesia primitiva.
Es un saludo también que se utiliza, aunque poco, pero en el rito inicial del sacramento de la reconciliación, y se usa cuando el sacerdote saluda al penitente o viceversa.

“Hoy celebramos que la Virgen María fue concebida sin mancha de pecado original.
En María, la madre de Dios y nuestra madre, se cumple la promesa de Dios. Ella, primer miembro de la Iglesia, fiel discípula y seguidora de Jesucristo, elegida en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para ser santa e irreprochable por el amor, es la llena de gracia desde el primer instante de su ser natural.

Una mujer de profunda vida espiritual, contemplativa e intercesora de cada uno de nosotros.
María, como dice las letanías del Rosario, que son “piropos” a la mejor madre que se puede tener, es refugio de los pecadores, auxilio de los cristianos, salud de los enfermos, madre del buen remedio, madre del buen consejo, consoladora de los afligidos… Una madre, que hace de cordón – unión entre su Hijo y el mundo. El mundo y su Hijo”. L.L.

El Evangelio de Lucas,

la Iglesia nos propone para nuestra reflexión y meditación (1, 26-38) Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Presenta los hechos que le preceden al nacimiento del Mesías, el Salvador.
Es un relato, un dialogo entre el ángel y María, y se puede perfectamente dividir en una introducción, donde los protagonistas y los lugares concretos donde se sucede la acción, y de tres momentos donde el ángel interviene, reacción de María y la marcha final del ángel.

Como sabemos, el ángel entra en la vida de María con un saludo triple rebosando de alegría y gratuidad. La reacción de María es inmediata: se turba, se agita a causa de la emoción y se preguntaba por el significado de las palabras que estaba escuchando. Ella seguramente se hubiese quedado, como vulgarmente decimos en nuestro día a día “estaba que no estaba. Alucinaba, porque no entendía nada”.
A pesar de no entender mucho, pero con una gran emoción, el ángel le confía la misión: ser la Madre de Dios, Madre del Hijo, Madre del Altísimo… Es decir, Madre de Jesús. Nada más y nada menos.

María expresa su testimonio, su objeción razonable y comprensible, y el ángel le explica el misterio por medio de la acción del Espíritu Santo sobre ella. Todo un misterio, pero, que ella se fía, confía y se entrega a Dios por completo.
A pesar de su difícil tarea, el ángel le pone el ejemplo de la anciana Isabel, que a pesar de ser estéril y por su avanzada edad, tiene un hijo, porque para Dios, no hay nada imposible.

María, responde con un SI fuerte, acepta sin condiciones, y se pone (como dije antes) en las manos de Dios. Ella, la puerta por la que Cristo nuestro Señor, entra en la historia humana, y se hace discípula incondicional de su Hijo. Tan fiel, que su propio Hijo nos la entrega en el momento de la Cruz como nuestra madre y nosotros como sus hijos.

Que la Virgen María, nos ayude a tener una relación con el Señor, su Hijo, de escucha, limpieza de corazón, disponibilidad y confianza ante un Padre que acoge a todos sin condiciones. En el que todos somos iguales y nadie es más que nadie.
Que así sea.


Más en:
https://www.revistaecclesia.com/madre-modelo-maestra-fray-jose-borja/

1 comentario:

  1. Felicidades por tu múltiples reflexiones y entrevistas.
    Dios te bendiga y a pesar de las piedras que se te vayan presentando, mantente fiel en el camino. Dios nunca te abandona.

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