“No se puede seguir a Jesús sin seguir a la Iglesia. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Cristo". (Papa Benedicto XVI).
Buscar en este blog
19 febrero 2012
Evangelio de hoy domingo 19 de febrero.
Según San Marcos 2,1-12.
Entró de nuevo Jesús en Cafarnaún. Al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la palabra. Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados.» Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: ¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo? Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: ¿Por qué pensáis así en vuestros corazones?¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate, toma tu camilla y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados. Dice al paralítico: A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombrados y glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida.
Reflexión:
Señor, como te ocurrio a ti, también yo veo con admiración la FE de los que te llevaron al paralítico. TÚ lo curas por la fe que tenían y para demostrar que eres Dios y puedes perdonar los pecados.
La FE nos anima a postrarnos ante ti, para que cures nuestras parálisis de espíritus y pecados, y para llevar hasta TI a quienes están enfermos de cuerpo o alma.
Tu perdón, siempre es más grande que nuestros pecados. GRACIAS por darnos siempre una nueva oportunidad y por activar en cada uno de nosotros, lo que había quedado paralizado por el pecado.
Hoy el Señor nos pregunta, ¿te sientes postrado, apartado, cansado, paralizado? Yo contigo hablo, ¡¡LEVÁNTATE, TOMA TU CAMILLA Y ANDA!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
muy hermosas las palabras sobre el evangelio
ResponderEliminar