Según San Marcos 10, 35 - 45.
Reflexión.
Hoy celebramos la realidad de un misterio salvador expresado en el credo y que resulta muy consolador: Creo en la comunión de los santos. Todos los santos, desde la Virgen María, que han pasado ya a la vida eterna, forman una unidad: son la Iglesia de los bienaventurados.
Hoy celebramos la realidad de un misterio salvador expresado en el credo y que resulta muy consolador: Creo en la comunión de los santos. Todos los santos, desde la Virgen María, que han pasado ya a la vida eterna, forman una unidad: son la Iglesia de los bienaventurados.
Al mismo tiempo, también están en comunión con nosotros.
Ellos ya gozan de la eterna visión de Dios e interceden por nosotros.
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