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09 octubre 2013

Ayer martes 8 de octubre, Solemnidad de la Virgen del Buen Remedio (Patrona y protectora de la Orden de los Trinitarios) hice mi entrada al postulantado.


Hoy le tengo que dar GRACIAS A DIOS Trinidad y la Iglesia por la acogida.
Fue un momento muy importante para mi, para mi vocación y para mi futuro. Con el SI que dí yo, y con la ayuda y confianza de abandonarme en la manos del Señor, me hacía eco de las palabras de la Virgen cuando se le apreció el ángel: Hágase en mí, según tu palabra.
 Para mi, empieza un nuevo camino. Un camino, que casi siempre se anda entre espinas, pero que también llevan sus rosas... Abandonarse ciegamente en la manos del AMOR, conlleva sacrificios. Ya dice un refrán que lo que vale, cuesta. Y más cuando hablamos de Dios.

Pido que recéis por mí. Por mi vocación. Por mi llamado. Para que como dijeron en la homilía ayer en la Misa antes del rito de entrada, para que yo sea LIBERTADOR. Que todo sea para y con los pobres. Porque desde ellos, se llega a Jesús y encontraremos nuestra propia vocación.

Y desde aquí, doy las gracias a todos y todas las personas que me habéis mandado SMS, correos, llamadas..etc etc.
Ayer me di cuenta, de quién está en los momentos buenos y en los malos. Porque este acontecimiento, cambió mi vida, y mi historia de salvación.
GRACIAS SEÑOR POR HABERME ELEGIDO. PERO NO SOY DIGNO DE LLEVAR ESE GRAN TESORO. PERO AYÚDAME A SER FIEL A TU EVANGELIO.   





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