El otro día, estuve con un amigo en el muelle. Concretamente, en el Palmeral de las sorpresas... Después de su arreglo, era la primera vez que yo iba. Todo era diferente, parece que estaba en otra ciudad... jajaja.
Lo que más me impresionó, fue, cuando el atardecer llegaba a su ocaso. Había unas vistas de Málaga, súper bonitas, IM-PRESIONANTES.
Pero la vista más bonita y más especial fue, cuando vi el sol en el horizonte, (he hice la foto que he subido).
Fueron minutos de muchos sentimientos... Por un lado, le daba gracias a Dios por esa imagen tan bonita.
Gracias porque dentro de los ruidos de mi vida diaria, podía disfrutar de ese gran regalo de la naturaleza; en definitiva, de ese gran regalo del Creador, que nos regala cada día...(El sol cuando es ya poniente, esa luz que deja, ese mar reflejándolo, esas vistas de nuestra ciudad...)
Y por otra parte, me daba pena. Porque por culpa de nuestras prisas cotidianas, de nuestras ruidos, de nuestros ajetreos... nos perdemos las cosas más bonitas de la vida, de la naturaleza... Donde la mano del hombre no hace nada. El hombre sólo mira, se deja cautivar por las palabras y las expresiones de Dios. Esas palabras que te llegan a través de la brisa que hacía esa tarde. Y esas expresiones, que nos llegan a través de la naturaleza.
Porque estoy seguro, que en la foto que hice esa tarde, detrás, estaba la imagen, la sonrisa, el cariño, y la suerte de poder sentir a Dios en mi vida a través de la naturaleza.
¡¡Ojalá sepamos valorar las cosas que tenemos en nuestro alrededor. Y sepamos también, que detrás de todo eso, hay una persona, un creador, un Padre que nunca nos olvida, que SIEMPRE nos tiene cogido de la mano... Todo es DON de Dios.
¡¡GRACIAS SEÑOR POR LA VIDA!!
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