----------
Ella, al aceptar tu Palabra con su corazón inmaculado,
mereció concebirla en su seno virginal
y dar a luz a su propio Creador preparó el nacimiento de la Iglesia.
Ella, aceptando junto a la cruz el testamento de su amor divino,
adoptó como hijos a todos los hombres
nacidos a la vida sobrenatural por la muerte de Cristo.
Ella, unida a los Apóstoles en espera del Espíritu Santo prometido,
asoció su oración a la de los discípulos
y se convirtió en modelo de la Iglesia orante.
Elevada a la gloria de los cielos,
acompaña a la Iglesia con amor maternal,
y con bondad protege sus pasos hacia la partida del cielo,
hasta que llegue el día glorioso del Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario