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25 noviembre 2018

Reflexión. Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.


En éstos días anteriores, la liturgia nos ha ido poniendo para nuesta consideración y reflexión, lecturas que hablaban del final de los tiempos. Lecturas apocalíptica que nos han ido situando como debemos vivir el presente pero sin dejar de considerar "el mañana", el final de los tiempos.

Hoy, la Iglesia celebra la Solemnidad de Cristo Rey del universo. Una fiesta, con la que se cierra el año litúrgico, ya que el próximo domingo, empezaremos con el primer domingo de adviento, un nuevo ciclo. Un nuevo año Ecclesial.

Pero, ¿qué significa la Solemnidad que estamos celebrando?
Seguramente pensamos cuando hablamos con el lenguaje de nuestros días, que la palabra REY, es una persona poderosa, que vive en un gran palacio, que tiene servicio doméstico, un bueno coche, dinero y muchos guardias que le protegen.

Pero, Jesús, viene a desmoronarnos el significado de la palabra Rey. Cuando Pilato le pregunta si él es el rey de los judíos, es porque el mismo tiene una idea de Rey como la nuestra. Y Jesús es Rey pero no como lo entendemos nosotros. Él viene a servir,  a ponerse el último. Su trono será una Cruz por la que nos redimirá de nuestros pecados. Viene con el arma de la paz, el perdón, la misericordia. Tendrá un ejército de seguidores humildes, sencillos y que a veces lo traicionarán.  Jesús es un rey que viene para ser amigo de los que nadie quiere serlo. Viene a ser uno más dando ejemplo con su vida, sus obras y sus palabras. En nuestas manos está el querer seguir a ese rey que su cetro es el amor para siempre, o seguir tras las huellas de los reyes de nuestro tiempo que son caducos.

Que la Virgen Maria nos ayude a ser cada día mejores cristianos y fieles seguidores de ese REY que no necesita votos, sino que su única campaña electoral es el PERDÓN Y EL AMOR por los hombres y mujeres. Sin discriminación ni poderes.

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