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29 junio 2013

Hoy sábado, la Iglesia celebra la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.


Según San Mateo 16, 13-19.

En aquel tiempo, llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?. Ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas. Díceles Él: Y vosotros ¿quién decís que soy yo?. Simón Pedro contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Replicando Jesús le dijo: Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.


Reflexión.

Hoy es un día consagrado por el martirio de los apóstoles san Pedro y san Pablo. Pedro, primer predicador de la fe; Pablo, maestro esclarecido de la verdad. Es día para agradecer la fe apostólica, que es también la nuestra, proclamada por estas dos columnas con su predicación. Es la fe que vence al mundo, porque cree y anuncia que Jesús es el Hijo de Dios. La fe de los apóstoles es la fe de la Iglesia, una, santa, católica y apostólica.

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