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31 julio 2020

Quinto Día de Octavario al Santo Cura de Ars: Confesor de almas.


Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Oh Santo Cura de Ars, tu sabías cuan importante era una buena confesión para la vida cristiana. Para procurar felices frutos a millones de almas era por lo que tu aceptabas estar en un incómodo confesionario, que era como una prisión, hasta 15 y 16 horas en ciertos días.

Voy a intentar a desarrollar el hábito de la confesión frecuente, a prepararme adecuadamente cada vez y a tener siempre arrepentimiento de mis pecados, para que así la gracia de la final perseverancia y también la santificación de mi alma sean aseguradas. Pide por mi este gracia.


Oración

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión.
Ruega por mi durante este octavario y especialmente por… 
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!

Amén

30 julio 2020

Cuarto Día de Octavario al Santo Cura de Ars: Horror al pecado.


Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


San Juan María Bautista Vianney, tu fuiste tan inflexible contra el pecado, y sin embargo, tan amable y dispuesto a acoger al pecador. Acudo a ti hoy como si aún estuvieras vivo, como si estuviera arrodillado ante tus pies y pudieras oírme. Inclínate hacia mí, escucha al confidente arrepentido por las debilidades y acciones miserables.

Cura del Señor, infatigable confesor, obtén para mi el horror al pecado. Tu quisiste sobre todo que evitáramos la ocasión de pecar. Quiero tomar tu consejo y hacer la resolución de romper con los malos hábitos y evitar las ocasiones peligrosas de pecar. Ayúdame hoy a examinar mi conciencia.




Oración

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión.
Ruega por mi durante este octavario y especialmente por…
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!
Amén

29 julio 2020

Tercer Día de Octavario al Santo Cura de Ars: Amor verdadero al prójimo.


Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


San Juan María Bautista Vianney, por causa de tu amor a Dios mostraste una gran caridad hacia tu prójimo. No podías predicar el amor de Dios sin derramar lágrimas de amor. Durante tus últimos años parecía como si no pudieras hablar acerca de otra cosa o vivir para cualquier otra cosa. Así te sacrificaste a ti mismo por tu prójimo mediante el consuelo, la absolución y santificándoles hasta el límite de tus fuerzas.

Tu caridad me inspira a un mayor amor a Dios, un amor que se muestra más por los hechos que por las palabras. Ayúdame a amar a mi prójimo con igual generosidad a como Cristo los ama.



Oración

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión.
Ruega por mi durante este octavario y especialmente por…
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!
Amén

28 julio 2020

Segundo Día de Octavario al Santo Cura de Ars: Completa confianza en Dios.


Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


San Juan María Bautista Vianney, ¡cuanta confianza tenía la gente en tus oraciones! No podías abandonar tu vieja rectoría o tu humilde iglesia sin verte rodeado por almas implorantes, que recurrían a ti al igual que hicieron al mismo Jesús durante su vida terrenal. Y tu, oh buen santo, les dabas esperanza con tus palabras que estaban llenas de amor para Dios.

Tu, que siempre confiabas enteramente en el corazón de Dios, obtén para mi una confianza filial y profunda en su Providencia. Así como la esperanza de bienes divinos llena mi corazón, dame valor y ayúdame a obedecer siempre los mandamientos de Dios.



Oración

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión.
Ruega por mi durante este octavario y especialmente por…
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!
Amén

27 julio 2020

Primer Día de Octavario al Santo Cura de Ars: Fe ardiente.



Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


San Juan María Bautista Vianney tu naciste de una madre profundamente religiosa; de ella recibiste la santa Fe, aprendiendo a amar a Dios y a rezar. Ya a temprana edad se te pudo ver arrodillado delante de una estatua de María. Tu alma fue arrebatada de forma sobrenatural hacia las cosas más elevadas. A pesar del alto coste respondiste a tu vocación.

Contra muchos obstáculos y contradicciones tuviste que luchar y sufrir para llegar a ser el perfecto cura que fuiste. Pero tu espíritu de profunda fe te sostuvo en todas estas batallas. Oh gran santo, tu conoces el deseo de mi alma. Quisiera servir a Dios mejor. De El he recibido muchas buenas cosas. Por esto, obtén para mi más valor y especialmente una profunda fe.
Muchos de mis pensamientos, palabras y acciones son inútiles para mi santificación y mi salvación porque ese espíritu sobrenatural no impulsa mi vida. Ayúdame a ser mejor en el futuro.


Oración

Santo Cura de Ars, tengo confianza en tu intercesión.
Ruega por mi durante este octavario y especialmente por…
(mencione aquí en silencio sus especiales intenciones).

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

¡Oh San Juan Vianney, patrón de los curas,
ruega por nosotros y por todos los curas!
Amén

26 julio 2020

JORNADA POR LOS AFECTADOS DE LA PANDEMIA.





La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal ha propuesto, a todas las diócesis de España, la celebración de una Jornada por los afectados de la pandemia, que tendrá lugar el día 26 de julio, día de la memoria de los santos Joaquín y Ana, padres de la bienaventurada Virgen María; o el día 25 de julio, solemnidad de Santiago apóstol, patrono de España.

Esta jornada incluirá la celebración de la eucaristía, ofreciéndola por el eterno descanso de todos los difuntos y el consuelo y esperanza de sus familiares. Al mismo tiempo, está previsto dar gracias por todo el trabajo y el sacrificio realizado por tantas personas durante el tiempo de la pandemia y rezar de una manera especial por los mayores y las residencias de ancianos. Esta celebración desea además pedir la luz, comunión y entrega fraterna ante la crisis social y económica provocada por la pandemia y el confinamiento.


- Monición de entrada

Reunidos para la celebración de nuestra fe en el domingo, día del Señor, abrimos nuestro corazón a la Palabra de Dios. Como el rey Salomón, pedimos sabiduría e inteligencia para leer los signos de los tiempos y acoger, como nos propone el Evangelio, el tesoro del Reino. Cada domingo es también el día de la familia y, por ello, hoy queremos, tener presentes a todos los afectados por esta pandemia y, de modo especial, con motivo de este día de los santos Joaquín y Ana, padres de la Virgen María, a nuestros mayores, que han sido duramente golpeados por la covid-19.

Vamos a dar gracias a Dios por nuestros abuelos, por todo lo que ellos nos dan y, en especial, por la herencia de la fe que nos transmiten, y también vamos a pedir por ellos, para que este tiempo de sus vidas lo puedan recorrer con plenitud, paz y alegría, en alabanza a Dios Padre.

Participemos todos en esta celebración de forma activa y alegre siendo conscientes de que el testimonio de nuestros mayores nos ayudará a renovar y fortalecer el tesoro de la fe.


- Acto penitencial 

− Tú, que nos das el don del perdón y de la paz. Señor, ten piedad.

− Tú, que nos diste ejemplo de gratitud y obediencia a Dios Padre. Cristo, ten piedad.

− Tú, que aceptas nuestra acción de gracias por todos tus beneficios. Señor, ten piedad. 



- Oración de los fieles 


— Por la Iglesia, para que se muestre siempre agradecida por todo el bien que ha recibido de los abuelos, especialmente como testigos de la alegría del Evangelio. Roguemos al Señor.

— Por las autoridades públicas, para que cuiden de la vida en todas sus formas y generen espacios saludables donde nuestros mayores puedan sentirse cuidados y valorados. Roguemos al Señor

— Por el personal médico y de enfermería, responsables sanitarios, por todos los que ofrecieron su trabajo profesional o voluntario con generosidad, para que sea reconocida su entrega y dedicación. Roguemos al Señor

— Por los científicos y por los farmacéuticos, para que se encuentre pronto el remedio para combatir esta pandemia. Roguemos al Señor.

— Por los contagiados y cuantos tienen miedo ante la situación que estamos viviendo, por las personas en riesgo, por los ancianos que se encuentran solos, por los trabajadores que han perdido su trabajo, para que el Señor los libre del miedo y les infunda serenidad y esperanza. Roguemos al Señor.

— Por los difuntos, especialmente los fallecidos en los hospitales y en las residencias de ancianos, por las familias que no pudieron acompañar y despedir a sus seres queridos, para que el Dios de la vida los acoja en su presencia y a sus allegados los llene de consuelo, fortaleza y esperanza. Roguemos al Señor.



- Oración por nuestros mayores 


Señor Jesús, tú naciste de la Virgen María,
hija de los santos Joaquín y Ana.
Mira con amor a los abuelos de todo el mundo.

¡Protégelos! Son una fuente de enriquecimiento
para las familias,
para la Iglesia y para toda la sociedad.

¡Sostenlos! Que cuando envejezcan
sigan siendo para sus familias
pilares fuertes de la fe evangélica,
custodios de los nobles ideales hogareños,
tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas.

Haz que sean maestros de sabiduría y valentía,
que transmitan a generaciones futuras
los frutos de su madura experiencia humana y espiritual.

Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad
a valorar la presencia y el papel de los abuelos.
Qué jamás sean ignorados o excluidos,
sino que siempre encuentren respeto y amor.

Ayúdales a vivir serenamente y a sentirse acogidos
durante todos los años de vida que les concedas.

María, Madre de todos los vivientes,
cuida constantemente a los abuelos,
acompáñalos durante su peregrinación terrena,
y con tus oraciones obtén que todas las familias
se reúnan un día en nuestra patria celestial,
donde esperas a toda la humanidad
para el gran abrazo de la vida sin fin. Amén

Reflexión. Domingo XVII del Tiempo Ordinario.


Seguir hoy a Jesucristo es elegir el Reino de los Cielos. Pero elegir y apostar por Dios no es una elección cualquiera. El tesoro que propone Jesús está enterrado en lo más profundo de nuestra alma, en el núcleo mismo de nuestro ser. Es el Reino de Dios. Quizá este tesoro sólo es encontrado por aquellos que no se dan por satisfechos fácilmente. Por los que se comprometen a construir aquí y ahora ese Reino de fraternidad, paz, verdad y amor. ¿Estás dispuesto a empezar hoy o lo dejas para otro día? El Reino te espera. Jesús te espera.

- La Primera Lectura del Libro de los Reyes,
tenemos que tener en cuenta el momento en el que fue escrito para poder entender el marco que acontece y que es lo que pasa anteriormente. Es decir, el reinado de Salomón antecedió al de Josías, y éste, marcaría un antes y un después. ¿Por qué? Porque la historia de Israel fue compleja. Un grupo del pueblo, interpretó el pasado y el presente bajo el signo de la decadencia. Cayeron en la idolatría, diferencias entre ricos y pobres, los reyes eran infieles a Yahvé y no promovían el cumplimiento de la ley, y un largo etcétera. Una vez sabido lo que pasaba, el texto muestra a Salomón como un buen monarca que comprendía que la misión que tenía por delante le sobrepasaba. Pidió a Dios ayuda para discernir entre el bien y el mal, y a llevar a cabo la justicia. Por eso, nos presenta cómo la relación personal con Dios suscita grandes posibilidades a cada uno, inclusive en quienes asumen tareas de responsabilidad.

- Salmo: Cuánto amo tu voluntad, Señor.
Como el rey Salomón y el autor del Salmo, el joven escriba, hagamos de la ley y de la voluntad de Dios nuestro agrado. Para que actuemos con humildad, responsabilidad sin faltar a la caridad.

- La Segunda Lectura de la Carta del Apóstol Pablo a los Romanos,
nos muestra como Dios colabora para que todas las cosas sean para el bien de quienes le aman. Dios llama a todos. Convoca y respeta la libre voluntad de nuestra parte de responderle o no. La llamada es a hacerse semejante a Jesús. Este es el primer paso: el cambio personal. Pablo nos invita a abrirnos, a ser transformados a imagen de Jesús y descubriremos como Dios trabaja para que todas las cosas sean para su bien. No quiere decir que esto sea un camino de rosa y suerte, no. Sino porque a pesar de todo lo que nos podamos encontrar, tenemos confianza plena en que Dios no nos abandona nunca. Estaremos acompañados por Dios.

- En el Evangelio de Mateo,
la novedad del Reino es Jesús. Jesús nos explica que es el Reino de los cielos.
En las tres parábolas de hoy utiliza la misma fórmula: “El Reino de los cielos se parece…”
Un tesoro, una perla preciosa, una red repleta de peces y un padre de familia que utiliza lo antiguo y lo nuevo, es decir, todo lo que tiene y es para realizar su vocación. Jesús habla en parábolas porque quiere asegurarse que los suyos han comprendido bien el mensaje. El Reino es Jesús y quien lo ha descubierto tiene que tomar postura y disfrutarlo. No se puede quedar quieto. Ahora nos toca reflexionar a cada uno individualmente sobre aquello que estamos dispuestos a hacer en nuestra vida para conservar y no perder el tesoro, la perla, ni dejar que nos roben la red.

Pidamos a nuestra Madre la Virgen, que nos ayude a ser humildes anunciadores dignos del Reino y tengamos un recuerdo especial por todos los abuelos en este día de Santa Ana y San Joaquín.


https://www.revistaecclesia.com/

Evangelio. Domingo XVII del Tiempo Ordinario.



+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. 


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo que, al encontrarlo un hombre, vuelve a esconderlo y, por la alegría que le da, va, vende todo lo que tiene y compra el campo aquel.

También es semejante el Reino de los Cielos a un mercader que anda buscando perlas finas, y que, al encontrar una perla de gran valor, va, vende todo lo que tiene y la compra.

También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes.

¿Habéis entendido todo esto?». Le dijeron: «Sí». Y Él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de sus arcas lo nuevo y lo viejo».

Celebramos la fiesta de los Santos Ana y Joaquín, padres de la Virgen María.




19 julio 2020

Reflexión. Domingo XVI del Tiempo Ordinario.


En medio de estas vacaciones atípicas que nos ha tocado vivir, por culpa de la Covid-19, no podemos olvidar que Dios es el único que nos puede transformar para ser buena semilla.
La Palabra es el mismo Dios que llega a todos para que lo acojamos. Ojalá queramos llenarnos de este Dios que da su AMOR a todos, que nos acoge y da la fuerza en la debilidad y que quiere que seamos trigo para poder transformar nuestro mundo con nuestros buenos frutos.

En la Lectura del libro de la Sabiduría,
se nos muestra como la justicia de Dios es diferente a la que nosotros pensamos y creemos. Dios se comporta con justicia también cuando actúa con compasión y misericordia. Dios, que puede hacer lo que quiere, elige el camino del perdón y rechaza el de la medida, es decir, aplicar leyes establecidas de antemano. Dios da a cada mujer y a cada hombre una nueva oportunidad y le invita a ser como él: un amante de la humanidad.

Salmo: “Tu Señor, eres bueno y clemente”
Un justo perseguido acude a Dios en su tribulación, seguro de que el Señor le atenderá, pues es bueno y clemente, y puede hacer maravillas. La bondad y el poder de Dios son los fundamentales de esta confianza ilimitada y permanente.

Segunda Lectura de la Carta de Pablo a los Romanos,
Vemos como se centra en la oración. Por nuestra condición, noes cuesta aceptar y ser conscientes de que somos criaturas y que debemos renunciar a ser y hacernos nuestros propios dioses para poder acoger la presencia de Dios en nuestras vidas. Pablo nos muestra, que el Espíritu no se impone por la fuerza ni elimina las limitaciones humanas; sino, que Dios las acoge y el Espíritu nos fortalece. El Espíritu nos posibilita que descubramos el mundo y nuestro alrededor según los ojos y el querer de Dios. Pero para esto, debemos pedirle al Señor vivir a su modo. ¿Estamos preparados?

En el Evangelio de Mateo,
Dios no quiere que andemos solos. Por eso, el deseo de destacar por encima de los demás, que siempre crea ruptura y división, las falsas grandezas de querer tener más, el buscar títulos y reconocimientos de lo que hacemos, nos separan y rompen la fraternidad que Dios quiere. Por eso, el Reino de los Cielos no genera división entre buenos (trigo) y malos (cizaña). El Evangelio genera que el trigo y la cizaña vivan juntos. No hay que preocuparse… Estamos llamados a ser comunidad, a no crear nunca rivalidad. A pedir perdón y a perdonar. Nada de buenos y malos como dice el Evangelio, porque todos fallamos, y todos podemos cambiar. Nos tenemos que dar, a nosotros y a los demás, las oportunidades que hagan falta, sin dar a nadie por perdido.
Hoy el Señor nos invita a dar frutos. Da igual que seamos tan pequeño como un grano de mostaza o como la levadura en medio de la masa. Estamos llamados a crecer, a dar frutos, a que el mundo sea mejor, más de Dios.

Que la Virgen nuestra Madre, nos ayude a dar buenos frutos y ver en los demás la parte buena y positiva.


https://www.revistaecclesia.com/domingo-xvi-del-tiempo-ordinario-a/

Evangelio. Domingo XVI del Tiempo Ordinario.


+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. 


En aquel tiempo, Jesús propuso a las gentes otra parábola, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña.

»Los siervos del amo se acercaron a decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?’. Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Dícenle los siervos: ‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’. Díceles: ‘No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero’».

Otra parábola les propuso: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».

Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo».

Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: «Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo».

Entonces despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo». Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».

15 julio 2020

El martes 7 de julio tuvo lugar la última charla de formación del curso cofrade.



Actividad cofrade, que debido al estado de alarma, se realizó por Internet, a través de la plataforma "zoom", a la que accedieron distintos hermanos pertenecientes a la Junta de Gobierno y que junto a la publicación de videos y reflexiones, completaban la acción formativa prevista por nuestra Hermandad.

La dirección de esta actividad, ha estado a cargo del vocal de formación, José Borja Gómez Yañez, con la participación de Modesto Delgado, vocal adjunto de formación, así como con la colaboración de los sacerdotes trinitarios, Fray Alejandro Venero y Fray Manuel García.

La actividad formativa, continua durante los meses de verano, con los vídeos del rezo de la Oración por los difuntos de los viernes, así como vídeos especiales por festividades significativas y la reflexión del Evangelio del Domingo.

08 julio 2020

Volver a la Eucaristía de manera presencial.



El confinamiento decretado con la declaración del estado de alarma ha llevado consigo la paralización de muchas actividades pastorales y la suspensión de la convocatoria pública de la celebración de la Eucaristía, como consecuencia de la recomendación sanitaria y gubernamental de permanecer en casa. Al no poder participar la inmensa mayoría del pueblo de Dios en la Misa dominical, la Comisión Ejecutiva de la CEE, en su reunión del 13 de marzo, víspera de la entrada en vigor del estado de alarma, recomendó que “durante este tiempo cada Obispo pueda dispensar del precepto dominical a quienes no participen presencialmente en la Eucaristía por estos motivos”.

El pueblo de Dios ha vivido un sorprendente ayuno eucarístico que ha avivado el deseo del encuentro con el Señor en la escucha de la Palabra, en la oración doméstica y en el servicio a los pobres. Incluso las celebraciones a través de los medios nos han ayudado a reconocernos como pueblo de la Eucaristía que experimenta que sin el Domingo no puede vivir. Parece muy conveniente impulsar esta experiencia de profundización en el significado de la celebración eucarística, sacramento de nuestra fe y fuente viva de amor fraterno y de esperanza.

Por ello, finalizado el estado de alarma y modificadas las circunstancias, conviene animar al pueblo de Dios a la celebración presencial de la Eucaristía, especialmente el Domingo, con las prudentes medidas de prevención de contagios. Por ello, la Comisión Permanente de la CEE recomienda a los Obispos, teniendo en cuenta las circunstancias de sus Diócesis, proponer el criterio habitual de la Iglesia respecto a la participación de los fieles en la Misa dominical recogido en el Catecismo de la Iglesia Católica (2180-2183).

Este nuevo impulso, prudente por la pandemia que permanece entre nosotros, ha de recordar la llamada a todo fiel católico a participar, de manera presencial, en la celebración común de la Eucaristía dominical como testimonio de pertenencia y fidelidad a Cristo y a su Iglesia. 



https://conferenciaepiscopal.es/volver-a-la-eucaristia-de-manera-presencial/