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07 abril 2015

Te Deum.



A Ti, oh Dios, te alabamos; a Ti, Señor, te reconocemos.
A Ti, Eterno Padre, te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios del Universo.
Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.
A Ti te ensalza el glorioso coro de los Apóstoles,
A Ti te ensalza la multitud admirable de los Profetas,
A Ti te ensalza el blanco ejército de los Mártires.
A Ti la Iglesia Santa extendida por toda la tierra, te proclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo Paráclito.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana, sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el Reino del Cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre.
Creemos que un día has de venir como Juez.
Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa Sangre.
Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus Santos.
Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad.
Sé su Pastor y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos.
Y alabamos tu Nombre para siempre, por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de Ti.
En Ti, Señor, confié, no me vea defraudado para siempre.

Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres. 
Y digno de alabanza, y glorioso por lo siglos.
Bendigamos al Padre, y al Hijo con el Espíritu Santo.
Alabémosle y ensalcémosle sobre todas las cosas por los siglos.
Bendito eres Señor en lo más alto del cielo.
Y digno de alabanza, y glorioso y ensalzado por todos los siglos.
Bendice, alma mía, al Señor.
Y nunca olvides sus muchos beneficios.
Señor, escucha mi oración.
Y llegue a Ti mi clamor.

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