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30 abril 2012

Ayer celebramos el domingo del Buen Pastor. (IV de Pascua)

Según San Juan 10, 11-18. Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre".


Reflexión: En el pasaje del Evangelio de este Domingo el Señor ofrece tres características que permiten reconocer al verdadero pastor: da la vida por sus ovejas; las conoce y ellas a Él; está al servicio de la unidad de su rebaño. Estas características se aplican todas a Él. Él es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, porque realmente ofrece su vida como sacrificio en el Altar de la Cruz, en rescate por todos. Gracias a su libre entrega ha reconciliado a la humanidad entera con su Padre, devolviendo la vida divina y eterna (perdida por el pecado) a quienes creen en Él

25 abril 2012

El valor de una SONRISA.

El mundo es como un espejo: si le muestras mala cara, te pondrá mala cara; sonríe y te sonreirá. Una sonrisa es una luz en la ventana del alma que indica que el corazón está en casa. La sonrisa vale más que mil palabras. La sonrisa es el alumbrado de la cara y la calefacción del corazón. Toda sonrisa es producto de otra sonrisa. Cuando sonreímos a alguien, nueve de cada diez veces nos devuelven la sonrisa; o sea que en definitiva son dos las personas a las que comunicamos alegría y cuya existencia mejoramos. Aunque hay cientos de idiomas en el mundo, una SONRISA los habla todos. La sonrisa es el lenguaje del amor. Sonriamos unos a otros. Porque sonreír, nos ayuda a crecer en el amor por los demás. Nadie necesita tanto una sonrisa como quienes no tienen ninguna que ofrecer. PRESéNTATE CON UNA CARA ALEGRE. ES TU VITRINA, TU ESCAPARATE, TU MEJOR PUBLICIDAD. Las arrugas deberían ser simplemente la huella de las sonrisas. Lo que en verdad más contribuye a darle sentido a la vida, lo que menos cuesta y más vale es una gran sonrisa. Contiene bondad y cortesía mezcladas con amor humano. Una sonrisa, vale más que un millon de euros, y no cuetsa ni un céntimo de euro. Las sonrisas tienen el mismo efecto en la humanidad que el solen la flores. Si luces una sonrisa, tendrás amigos; en cambio, si andas con el rostro serio, no tendrás más que arrugas. ¿Para qué estamos si no para hacerles la vida más llevadera a nuestros semejantes? ---> NO OLVIDES <--- 1) Sonreir, es una terapia gratuita. 2) El corazón alegre, ilumina de felicidad nuestro rostro. 3) Y tu sonrisa, puede alegrar la vida de otra persona si que tu lo sepas.

23 abril 2012

Evangelio de hoy lunes 23-4-2012. (III semana de Pascua.)

Según San Juan 6, 22-29.
Después que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos le vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar, vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos. Pero llegaron barcas de Tiberíades cerca del lugar donde habían comido pan. Cuando la gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿cuándo has llegado aquí?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Obrad, no por el alimento perecedero, sino por el alimento que permanece para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello». Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para realizar las obras de Dios?». Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien Él ha enviado».

Reflexión:
Dios es el que da ese alimento, lo da a través de su Hijo. Todo lo que hace crecer la fe en Él es un alimento al que tenemos que dedicar todas nuestras energías.
Entonces comprendemos por qué el Papa nos anima a esforzarnos para re-evangelizar nuestro mundo que frecuentemente no acude a Dios por los buenos motivos. En la constitución "Gaudium et Spes" ("La Iglesia en el mundo actual") los Padres del Concilio Vaticano II nos recuerdan: «Bien sabe la Iglesia que sólo Dios, al que ella sirve, responde a las aspiraciones más profundas del corazón humano, el cual nunca se sacia plenamente con solo los alimentos terrenos». Y nosotros, ¿por qué continuamos siguiendo a Jesús? ¿Qué es lo que nos proporciona la Iglesia? ¡Recordemos lo que dice el Concilio Vaticano II! ¿Estamos convencidos del bienestar que proporciona este alimento que podemos dar al mundo?

15 abril 2012

Evangelio de hoy Domingo (II de Pascua)


Según San Juan 20, 19-31.
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes".
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo.
Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro.
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

Reflexión:
«Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados»

Este domingo se llama Domingo de la Divina Misericordia. Es la manifestación amorosa de Dios en una historia herida por el pecado. “Misericordia” proviene de dos palabras: “Miseria” y “Cor”. Dios pone nuestra mísera situación debida al pecado en su corazón de Padre. Y, una vez resucitado, lo ha constituido en fuente de salvación para todos los que creen en Él. Por la fe y la conversión acogemos el tesoro de la Divina Misericordia.

La Santa Madre Iglesia, que quiere que sus hijos vivan de la vida del resucitado, manda que (al menos por Pascua) se comulgue y que se haga en gracia de Dios. La cincuentena pascual es el tiempo oportuno para el cumplimiento pascual. Es un buen momento para confesarse y acoger el poder de perdonar los pecados que el Señor resucitado ha conferido a su Iglesia, ya que Él dijo sólo a los Apóstoles: «Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados»
Así acudiremos a las fuentes de la Divina Misericordia. Y no dudemos en llevar a nuestros amigos a estas fuentes de vida: a la Eucaristía y a la Penitencia. Jesús resucitado cuenta con nosotros.

13 abril 2012

Hoy me han pasado una reflexión sobre un Evangelio y me a gustado. (Aunque no sea el Evaneglio del día) Espero que os ayude como a mí.


Evangelio de San Juan: 20. 24- 29.
Tomás, uno de los doce, llamado "el mellizo", no estaba con ellos cuando Jesús vino. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

Reflexión sobre el recorrido hacia la Fe:


Estando ausente Tomás, los discípulos de Jesús han tenido una experiencia inaudita. En cuanto lo ven llegar, se lo comunican llenos de alegría: "Hemos visto al Señor". Tomás los escucha con escepticismo. ¿Por qué les va creer algo tan absurdo? ¿Cómo pueden decir que han visto a Jesús lleno de vida, si ha muerto crucificado? En todo caso, será otro. Los discípulos le dicen que les ha mostrado las heridas de sus manos y su costado. Tomás no puede aceptar el testimonio de nadie. Necesita comprobarlo personalmente: "Si no veo en sus manos la señal de sus clavos... y no meto la mano en su costado, no lo creo". Solo creerá en su propia experiencia.
Este discípulo que se resiste a creer de manera ingenua, nos va a enseñar el recorrido que hemos de hacer para llegar a la fe en Cristo resucitado los que ni siquiera hemos visto el rostro de Jesús, ni hemos escuchado sus palabras, ni hemos sentido sus abrazos.

A los ocho días, se presenta de nuevo Jesús a sus discípulos. Inmediatamente, se dirige a Tomás. No critica su planteamiento. Sus dudas no tienen nada de ilegítimo o escandaloso. Su resistencia a creer revela su honestidad. Jesús le entiende y viene a su encuentro mostrándole sus heridas.

Jesús se ofrece a satisfacer sus exigencias: "Trae tu dedo, aquí tienes mis manos. Trae tu mano, aquí tienes mi costado". Esas heridas, antes que "pruebas" para verificar algo, ¿no son "signos" de su amor entregado hasta la muerte? Por eso, Jesús le invita a profundizar más allá de sus dudas: "No seas incrédulo, sino creyente".

Tomás renuncia a verificar nada. Ya no siente necesidad de pruebas. Solo experimenta la presencia del Maestro que lo ama, lo atrae y le invita a confiar. Tomás, el discípulo que ha hecho un recorrido más largo y laborioso que nadie hasta encontrarse con Jesús, llega más lejos que nadie en la hondura de su fe: "Señor mío y Dios mío". Nadie ha confesado así a Jesús.

No hemos de asustarnos al sentir que brotan en nosotros dudas e interrogantes. Las dudas, vividas de manera sana, nos salvan de una fe superficial que se contenta con repetir fórmulas, sin crecer en confianza y amor. Las dudas nos estimulan a ir hasta el final en nuestra confianza en el Misterio de Dios encarnado en Jesús.

La fe cristiana crece en nosotros cuando nos sentimos amados y atraídos por ese Dios cuyo Rostro podemos vislumbrar en el relato que los evangelios nos hacen de Jesús. Entonces, su llamada a confiar tiene en nosotros más fuerza que nuestras propias dudas. "Dichosos los que crean sin haber visto".

09 abril 2012

Os pongo un pequeño fragmento del pregón de Semana Santa de Málaga 2012 por Mari Carmen Ledesma, en el que hablo sobre la Resurrección.

Es el momento de dejar atrás los momentos de desconciertos, de dudas, los momentos de tiniebla. De colores se llena la vida para alegría de los cristianos.

Poco a poco todo ha llegado a su fin. El cercano olor de las velas apagándose, las sombras de la cera en el asfalto, marcan el fin del principio.
Llegaron los días santos de las horas también santas, que marcaron la mejor de las semanas del año. Los días previos, de morados de pasión y negros de luto y penitencia. Los días de júbilo contenido en la moderación de los terciopelos y los damascos, que saben que todo tiene un sentido, y que pronto, muy pronto, la pena será menos pena…
El Domingo de Resurrección redoblan las campanas de la Victoria de la Vida, porque nosotros, los cristianos, no celebramos la muerte sino la Buena Nueva y nada de lo acontecido y vivido durante la Semana Santa tendría sentido sin la Pascua de la Resurrección.
Él nos convoca, nos llama para dar testimonio de lo más grande que ha ocurrido en toda la semana, Jesús ha resucitado. Es el momento de dejar atrás los momentos de desconciertos, de dudas, los momentos de tiniebla. De colores se llena la vida para alegría de los cristianos.
Ahora es el momento de la Luz. De esa Luz clara, blanca y nítida que sólo en nuestra tierra de Mª Santísima se puede ver. Porque resucitar con Cristo es rescatar lo bueno que hay en nosotros. Resucitar en Cristo es dar valor a lo que verdaderamente importa, a lo que nunca muere. Resucitar con Cristo es dejar de ser tibio. Es ser y no sólo hacer. Resucitar en Cristo es dejar de lado todo lo que nos impide ser mejores. Resucitar en Cristo es vivir para servir a los demás llenando nuestra vida de Amor y de Caridad.
¡Feliz Pascua de Resurrección!

08 abril 2012

Evangelio de hoy Domingo de RESURRECCIóN.


Según San Juan 20, 1-9.
El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.

Reflexión:
¡¡Entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó!!
Vivamos la Pascua con mucha alegría. Cristo ha resucitado: celebrémoslo llenos de alegría y de amor. Hoy, Jesucristo ha vencido a la muerte, al pecado, a la tristeza... y nos ha abierto las puertas de la nueva vida, la auténtica vida, la que el Espíritu Santo va dándonos por pura gracia. ¡Que nadie esté triste! Cristo es nuestra Paz y nuestro Camino para siempre.
“Ver y creer” de los discípulos que han de ser también los nuestros. Renovemos nuestra fe pascual. Que Cristo sea en todo nuestro Señor. Dejemos que su Vida vivifique a la nuestra y renovemos la gracia del bautismo que hemos recibido. Hagámonos apóstoles y discípulos suyos. Guiémonos por el amor y anunciemos a todo el mundo la felicidad de creer en Jesucristo. Seamos testigos esperanzados de su Resurrección.

07 abril 2012

Significado del Sábado Santo.


El sábado santo es un día de oración junto a la tumba esperando la resurrección. Es día de reflexión y silencio. Es la preparación para la celebración de la Vigilia Pascual.
Por la noche se lleva a cabo la celebración de la Vigilia Pascual. Dicha celebración tiene tres partes importantes que terminan con la Liturgia Eucarística: Celebración del fuego nuevo, Liturgia de la Palabra y Liturgia Bautismal.

05 abril 2012

Significados y lecturas del Evangelio del Jueves y Viernes Santo.


----->JUEVES SANTO<----- Con la misa vespertina del Jueves Santo da inicio el triduo pascual, que es la preparación a la pascua y el comienzo de su celebración.
Este día nos recuerda la Última Cena del Señor con sus discípulos para celebrar la Pascua, que para los judíos representaba la conmemoración de la liberación de Egipto. Siguiendo la costumbre, Pedro y Juan siguieron las disposiciones de Jesús y cuidaron que todo estuviera correctamente dispuesto para la cena.

Según San Juan 13, 1-15.
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura.
Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura.
Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: "¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?".
Jesús le respondió: "No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás".
"No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!". Jesús le respondió: "Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte".
"Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!".
Jesús le dijo: "El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos".
El sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: "No todos ustedes están limpios".
Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: "¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor; y tienen razón, porque lo soy.
Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros.
Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.

Oración-Reflexión:
Gracias Señor por tu amor hasta el extremo y por el mandamiento nuevo del AMOR fraternocomo tu nos amas. Gracias por la Eucaristía, donde te haces presente en el Pan y en el Vino, siendo realmente tu cuerpo y tu sangre.
Gracias por el orden sagrado del sacerdocio que es SERVICIO de entrega como tu lo fuistes.
Ayúdanos a no quedarnos dormidos y rezar contigo hoy.





----->VIERNES SANTO<-----
En la celebración del Viernes Santo lo más importante es participar en el significado profundo que la pasión y muerte de Cristo tiene para nosotros y para el mundo entero. No basta recordar que Jesús padeció, murió y fue sepultado, sino que es necesario reconocer y proclamar con fe viva que “Cristo entregó su cuerpo y derramó su sangre por nosotros y por todos los hombres para el perdón de los pecados”. Así se comprenden algunas oraciones propias de este día: “Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo” y también aquella otra que dice: “Bendita y alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su Santísima Madre al pie de la cruz”. Bendecimos la terrible tragedia de la pasión y muerte de Jesucristo porque ha sido en nuestro favor.
Hoy es un día para mirar a Cristo crucificado y sentirnos “culpables”;
Hoy es un día para mirar a Cristo crucificado y sentirnos “partícipes” de su pasión;
Hoy es un día para mirar a Cristo crucificado y sentirnos “beneficiados".

Viernes Santo: Cristo murió por nuestros pecados y fue sepultado. Pero la fe también nos dice que resucitó al tercer día y vive para siempre. Por eso, creemos que el agua y la sangre que brotaron del costado de Cristo en la cruz, sigue brotando hoy, a través de los sacramentos de la Iglesia, como una fuente permanente de salvación para cuantos creen El.

01 abril 2012

Evangelio de hoy Domingo de Ramos y reflexión sobre la Semana Santa y las procesiones.


Según San Marcos 19, 1-39.
LUEGO por la mañana, habiendo tenido consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron á Jesús atado, y le entregaron á Pilato. Y Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiendo él, le dijo: Tú lo dices. Y los príncipes de los sacerdotes le acusaban mucho. Le preguntó otra vez Pilato, diciendo: ¿No respondes algo? Mira de cuántas cosas te acusan. Mas Jesús ni aun con eso respondió; de modo que Pilato se maravillaba. Empero en el día de la fiesta les soltaba un preso, cualquiera que pidiesen. Había uno, que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían hecho muerte en una revuelta. Viniendo la multitud, comenzó á pedir hiciese como siempre les había hecho. Pilato les respondió, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los Judíos? Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes. Mas los príncipes de los sacerdotes incitaron á la multitud, que les soltase antes á Barrabás. Respondiendo Pilato, les dice otra vez: ¿Qué pues queréis que haga del que llamáis Rey de los Judíos? Ellos volvieron á dar voces: Crucifícale. Mas Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Y ellos daban más voces: Crucifícale. Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó á Barrabás, y entregó á Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado. Entonces los soldados le llevaron dentro de la sala, es á saber al Pretorio; y convocan toda la cohorte. Le visten de púrpura; y poniéndole una corona tejida de espinas, Comenzaron luego á saludarle: ­Salve, Rey de los Judíos! Le herían en la cabeza con una caña, y escupían en él, y le adoraban hincadas las rodillas. Cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le vistieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle. Cargaron á uno que pasaba, Simón Cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, para que llevase su cruz.
Le llevan al lugar de Gólgotha, que declarado quiere decir: Lugar de la Calavera.
Le dieron á beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó.
Cuando le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada uno. Era la hora de las tres cuando le crucificaron. El título escrito de su causa era: EL REY DE LOS JUDIOS. Crucificaron con él dos ladrones, uno á su derecha, y el otro á su izquierda. Se cumplió la Escritura, que dice: Y con los inicuos fué contado.
Los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ­Ah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo edificas, Sálvate á ti mismo, y desciende de la cruz.
Y de esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, decían unos á otros, con los escribas: A otros salvó, á sí mismo no se puede salvar.
El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le denostaban. Y cuando vino la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. Y á la hora de nona, exclamó Jesús á gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani? que declarado, quiere decir: Dios mío, Díos mío, ¿por qué me has desamparado? Y oyéndole unos de los que estaban allí, decían: He aquí, llama á Elías. Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dió á beber, diciendo: Dejad, veamos si vendrá Elías á quitarle. Mas Jesús, dando una grande voz, espiró. Entonces el velo del templo se rasgó en dos, de alto á bajo. El centurión que estaba delante de él, viendo que había espirado así clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios.

Meditación:
Hoy comienza los misterios de la pasión, muerte y resurrección. Y entre los misterios, el gran misterio de la sinrazón de la masa, que hoy le vitorea como el rey y el viernes santos, pedirán a gritos su muerte.
El misterio principal es la obediencia hasta la muerte, la aceptación de ser rey crucificado por al amor infinito que tiene, y como perdón de nuetros pecados.
Ahora es el momoento de acoger de verdad a Jesús en nuestro corazón como Dios nuestro. Que nunca nos sometamos a otros "dueños" ni aceptemos otros maestros.


---->Reflexión sobre el sentido de la Semana Santa y las procesiones en estos días.<----
Os pongo la foto de Jesús en su entrada en Jerusalén y María Santísima del Amparo. Cofradía de la Pollinica en Málaga, Porque es la que abre las puertas a la Semana Santa Malacitana)



La semana santa es un tiempo sagrado. Hemos de entrar en ella con el recogimiento y la tensión espiritual con que entramos en un templo. Es un tiempo dedicado al recuerdo y a la celebración de Jesucristo por la salvación del mundo. Los que ya no viven como cristianos, pueden considerar estos días como unas simples vacaciones de primavera.


Para los Cristianos, tienen que ser días de oración y de especial devoción.Para nosotros, las procesiones no son un epectáculo, sino un ehercicio de fe y un alimento de nuestra piedad. ¡¡Aprovechemos estos Días de semana santa y tengamos un encuentro con el Señor!!