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26 diciembre 2021

Evangelio. Solemnidad de la Sagrada Familia de Nazaret.


Evangelio según San Lucas.


Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y preguntándoles; todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando». Él les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.

Sagrada Familia de Nazaret, ruega por nosotros.



 

08 diciembre 2021

Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

 



Porque preservaste a la Virgen María
de toda pecado original
para que, enriquecida con la plenitud det u gracia,
fuese digna Madre de tu Hijo,
imagen y comienzo de la Iglesia,
que es la esposa de Cristo,
llena de juventud y de limpia hermosura.

Purísima tenía que ser, Señor,
la Virgen que nos diera
al Cordero inocente que quita el pecado del mundo.
Purísima la que, entre todos los hombres,
es abogada de gracia y ejemplo de santidad.

01 diciembre 2021

Hoy celebramos al Beato Carlos de Foucauld.




Hoy celebramos al beato Charles de Foucauld. Soldado, geógrafo, trapense, lingüista y eremita, Carlos, Vizconde de Foucauld, nació en Estrasburgo (Francia) el 15 de septiembre de 1858. A los seis años perdió a sus padres y quedó solo con una hermana al cuidado de su abuelo. Estudió en el colegio de los jesuitas en Nancy y en Paris.

Como militar fue destinado como oficial a Argelia, de donde fue despedido por mala conducta. Estudió árabe y hebreo. Emprendió, en 1883, una expedición por el desierto de Marruecos, hizo mapas de los oasis del país y recibió la medalla de oro de la Sociedad Francesa de Geografía. Exploró Argelia y Túnez y regresó a París para trabajar en su libro sobre Marruecos. La vida entre los seguidores del Islam le hizo pensar que aquella gente se toma muy en serio su religión, cuando él, por el contrario, había vivido derrochando dinero y corriendo aventuras. Comenzó a rezar: “Señor, si existes, que yo te conozca”. Un amigo lo dirigió al Padre Huvelin. Cuando Carlos explicó que no era creyente, el sacerdote simplemente le dijo que se confesara. Carlos obedeció y salió del confesionario un hombre nuevo. “Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa sino vivir para El; mi vocación religiosa nació en el mismo momento que mi fe: ¡Dios es tan grande!”

Al tiempo, recordando ese tiempo de su vida reflexiona: “¡Oh Dios mío! ¡Cómo tenías tu mano sobre mí, y qué poco yo lo sentía! ¡Qué bueno eres! ¡Cómo me guardaste! ¡Cómo me guardabas bajo tus alas mientras yo ni siquiera creía en Tu existencia!”

Durante una peregrinación a Tierra Santa descubre su vocación: seguir Jesús en su vida de Nazareth. Para imitar la vida oculta de Jesús en Nazaret, se fue a vivir en el corazón del desierto del Sahara, en Tamanrasset, tierra de conflictos donde nadie quería ir. Llegó a ser conocido como el “hermano universal”. Él decía de sí mismo: “La imitación es inseparable del amor. Cualquier persona que ama quiere imitar (lo amado), es el secreto de mi vida. (…) Me sentí llamado a ir a las ovejas perdidas, a las almas más abandonadas con el fin de realizar con ellas el deber de amar”.