Benedicto XVI renuncia al ministerio de Obispo de Roma, sucesor de San Pedro. «Os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice». Así lo afirmó el Papa durante el Consistorio Público Ordinario. En este sentido, afirma que toma esta decisión después de haber examinado ante Dios reiteradamente su conciencia y expresa «he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino». El Papa añade que reconoce ser consciente de que este ministerio exige vigor, «tanto del cuerpo como del espíritu». La fecha en que la sede pontificia queda vacante es el 28 de febrero de 2013.
(www.diocesismalaga.es)
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