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25 octubre 2020

Reflexión. Domingo XXX del Tiempo Ordinario.


Para Jesús lo más importante es amar a Dios con todo el corazón y esta es la mejor manera de querernos unos a otros. Amando a Dios, amamos a los demás. El libro del Éxodo recoge unas normas muy concretas y severas en defensa de los más débiles en Israel; y por ello argumenta con la defensa del mismo Dios, que escucha sus palabras. Por eso, Pablo agradece que la comunidad abandonara a los ídolos para AMAR completamente a Dios. Un Dios que es vivo, verdadero y que solo se puede adorar y servir cuando amamos al hermano. Que descubramos en este domingo que tan importante es AMAR a Dios como AMAR al hermano. Si lo separamos no estamos cumpliendo el mandato de la ley de Dios.

----------La Primera Lectura del Éxodo,

no basta con no matar, sino que es necesario defender la causa del pobre. No basta con no robar, sino que hay que devolver el manto al pobre antes de la noche para que pueda taparse. Estamos frente a unas leyes muy humanas, pero a la vez que pocas veces entendemos. Ese Dios que ha escuchado el clamor del pueblo esclavizado y que lo ha sacado de la mano del Faraón, no va a permitir que los hermanos de un mismo pueblo caigan en los pecados contra los que él mismo ha salvado. El Dios de Israel se pone del lado de los débiles. Defiende a su pueblo por justicia.

----------La Segunda Lectura de Pablo a los Tesalonicenses,

Pablo felicita a la comunidad de Tesalónica por el modo como aceptó la proclamación del Evangelio. Esta comunidad se ha convertido en modelo y testimonio de fe para otras comunidades. Tesalónica tiene un testimonio misionero, ya que ha servido para una proclamación más rápida de la Palabra. Este testimonio es predicar al único Dios y la aceptación de Jesús como hijo de Dios Resucitado.

---------En el Evangelio de Mateo,

vemos como a lo largo de la historia de la salvación y de muchos modos Dios ha ido revelándonos un Mensaje, y en los últimos tiempos nos ha hablado por medio de su Hijo Resucitado. En esta revelación de Dios que compromete a todo cristiano hay una jerarquía de valores. Es decir, lo fundamental es el compromiso sincero de entrega a Dios por medio del cumplimiento de su único mandato: AMOR de servicio al prójimo. Dios y prójimo, esta doble vivencia, viene encerrada en la práctica viva del amor al prójimo como a nosotros mismos. No podemos amar a Dios sino amamos al prójimo. Esto sería una incoherencia engañosa. Nuestra actitud poco auténtica con Cristo puede taparnos la claridad del mensaje de Dios e impedirnos ver lo que construye el cimiento en Cristo.

Pidamos a la Virgen María, en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir, que nos preocupemos en AMAR a Dios y al prójimo para que seamos espejos transparentes del Evangelio.


Evangelio. Domingo XXX del Tiempo Ordinario.


+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. 


En aquel tiempo, cuando oyeron los fariseos que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en grupo, y uno de ellos le preguntó con ánimo de ponerle a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?». Él le dijo: ‘Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Éste es el mayor y el primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. De estos dos mandamientos penden toda la Ley y los Profetas».

24 octubre 2020

El Papa Francisco en su discurso ante Pedro Sánchez: «La misión del político es servir»




Para los cristianos, la política es «un acto de caridad que ennoblece y muchas veces lleva al sacrificio. La misión del político es servir». Así se ha expresado el Papa Francisco en el discurso que ha pronunciado en su encuentro con Pedro Sánchez. Tal y como ha comunicado la Oficina de la Santa Sede, esta mañana, el Santo Padre ha recibido en audiencia en el Palacio Apostólico Vaticano al presidente del Gobierno de España. Un encuentro que se ha desarrollado en aproximadamente 35 minutos, y durante el cual, el Papa Francisco ha pronunciado un discurso en el que, entre otros asuntos, ha destacado cómo «las ideologías sectarizan y deconstruyen la patria».
El Papa ha explicado que «consolidar una nación implica dificultades de entendimiento con los localismos» y le ha advertido de que para «construir una patria, hay que tener en cuenta nuestras raíces para poder dar frutos».

«Oportunidad de diálogo constante»

La Santa Sede ha hecho público que la reunión ha abordado «las relaciones bilaterales y a las cuestiones de interés común que atañen a la Santa Sede y a España. También se ha subrayado «la oportunidad de un diálogo constante entre la Iglesia local y las autoridades gubernamentales».
Del mismo, modo, han explicado, «se han tratado algunos temas de carácter internacional como la emergencia sanitaria actual, el proceso de integración europea y las migraciones».

Por su parte, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha publicado a través de la red social Twitter una fotografía del encuentro, con la que agradecía al Papa esta reunión para «abordar la crisis ocasionada por el #COVID19 desde el multilateralismo y con una mirada social; protegiendo a los más vulnerables y avanzando, toda la sociedad unida, hacia un mundo más justo y solidario».

Intercambio de regalos

Concluida la visita se ha producido el tradicional intercambio de regalos. El presidente Sánchez entregó al Papa un facsímil del Libro de Horas del obispo Juan Rodríguez de Fonseca. Una reproducción de este texto devocional con ilustraciones del siglo XV perteneciente a dicho eclesiástico castellano perteneciente al consejo de los Reyes Católicos.
Por su parte, el Pontífice entregó a Sánchez un relieve en bronce dedicado al tema de la misericordia, la acogida y la fraternidad en la que en segundo plano están representados una mujer con un niño en brazos entrando en la plaza de San Pedro y de fondo una barca con migrantes y en primer plano unas manos que se entrelazan, diseñado por Daniela Fusco. El relieve lleva grabada la máxima «Llenemos las manos de otras manos». También le ha entregado las 7 encíclicas y exhortaciones apostólicas que ha promulgado en sus 7 años de pontificado.
Siete años después

El presidente acudió a la cita acompañado por su esposa, Begoña Gómez, y llegaron al patio de San Dámaso bajo una ligera lluvia a las 9.11 de la mañana. Fueron recibidos por el regente de la prefectura de la Casa Pontifica, Leonardo Sapienza, quien les acompañó al interior del palacio pontificio. En la comitiva oficial también se encontraba la embajadora española ante la Santa Sede, Carmen de la Peña, así como varios representantes de la presidencia del Gobierno.

El presidente del Gobierno se ha reunido a continuación con el secretario de Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher, con el que ha abordado temas de interés común, subrayando por ambas partes la voluntad de seguir profundizando en la estrecha colaboración existente.

Esta ha sido la primera reunión entre el Papa Francisco y un presidente del Gobierno español desde hace siete años. La última visita fue el pasado 15 de abril de 2013, cuando Mariano Rajoy y su esposa, Elvira Fernández, acudieron al Vaticano, solo un mes después de la elección de Bergoglio como Papa.


20 octubre 2020

Aquí puedes recordar de nuevo la Misa de Beatificaicón del P. Tiburcio Arnaiz hace dos años.



Dos años de la Beatificación en Málaga del P. Tiburcio Arnaiz.





ORACIÓN 


Corazón Santísimo de Jesús, que con tan ardiente celo procuraste siempre la Gloria de tu Eterno Padre y la salvación de las almas, en cuya empresa tuviste tan infatigable apóstol en este tu siervo Beato Tiburcio Arnaiz, pues buscó tu Gloria, su propia abnegación y el bien de las almas, haz que la Iglesia, nuestra Santa Madre, lo cuente pronto en el número de los santos y concédenos, por su intercesión , el favor que ahora te pedimos. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

Padrenuestro, Avemaría y Gloria



15 octubre 2020

Onomástica de Santa Teresa de Jesús. Doctora de la Iglesia.





(Gotarrendura, Ávila, 1515 - Alba de Tormes, 1582) Religiosa y escritora mística española, conocida también como Santa Teresa de Ávila. Teresa de Jesús es el nombre de religión adoptado por Teresa de Cepeda y Ahumada, hija de Alonso Sánchez de Cepeda, probable descendiente de judíos conversos, y de Beatriz de Ahumada, perteneciente a una noble familia abulense. Su vida y su evolución espiritual se pueden seguir a través de sus obras de carácter autobiográfico, entre las que figuran algunas de sus obras mayores: La vida (escrito entre 1562 y 1565), las Relaciones espirituales, el Libro de las fundaciones (iniciado en 1573 y publicado en 1610) y sus cerca de quinientas Cartas.

La Vida abarca desde su infancia hasta la fundación del primer convento reformado de San José de Ávila, en 1562. Gracias a ella se sabe de su infantil afición a leer vidas de santos y los entonces populares libros de caballerías, que Miguel de Cervantes parodiaría en Don Quijote de la Mancha un siglo después. En 1531, su padre la internó como pupila en el convento de monjas agustinas de Santa María de Gracia, pero al año siguiente tuvo que volver a su casa aquejada de una grave enfermedad. Determinada a tomar el hábito carmelita contra la voluntad de su padre, en 1535 huyó de su casa para dirigirse al convento de la Encarnación. Vistió el hábito al año siguiente, y en 1537 hizo su profesión.

Por entonces empezó para ella una época de angustia y enfermedad, que se prolongaría hasta 1542. Durante estos años confiesa que aprendió a confiar ilimitadamente en Dios y que empezó a practicar el método de oración llamado «recogimiento», expuesto por Francisco de Osuna en su Tercer abecedario espiritual. Repuesta de sus dolencias, empezó a instruir a un grupo de religiosas de la Encarnación en la vida de oración y a planear la reforma de la orden carmelitana para devolverle el antiguo rigor, mitigado en 1432 por el papa Eugenio IV.

Empezó entonces a ser favorecida con visiones «imaginarias» e «intelectuales», visiones que habrían de sucederse a lo largo de su vida y que determinaron sus crisis para averiguar si aquello era «espíritu de Dios» o del «demonio». Su ideal de reforma de la orden se concretó en 1562 con la fundación del convento de San José. Se inicia entonces una nueva etapa en su vida, en la que la dedicación a la contemplación y la oración es compartida con una actividad extraordinaria para conseguir el triunfo de la reforma carmelitana.

Desde 1567 hasta su muerte, fundó en Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Toledo, Pastrana, Salamanca, Alba de Tormes, Segovia, Beas, Sevilla, Caravaca, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria y Burgos. En 1568 se erigió en Duruelo el primer convento reformado masculino, gracias a la colaboración de San Juan de la Cruz y del padre Antonio de Heredia. Redactó las Constituciones (1563), que fueron aprobadas en 1565 por Pío IV, y que se basan en los siguientes puntos: vida de oración en la celda, ayuno y abstinencia de carne, renuncia de rentas y propiedades (comunales o particulares) y práctica del silencio.

Para ayudar a sus religiosas a la realización de su ideal de vida religiosa compuso Camino de perfección (escrito entre 1562 y 1564 y publicado en 1583) y Las moradas o Castillo interior (1578). La reacción de los miembros de la antigua observancia carmelita llegó a su punto culminante en 1575, año en que denunciaron a los descalzos a la Inquisición. Un breve de Roma, en 1580, ordenó la separación de las dos órdenes.

En 1604 se inició el proceso de canonización de Teresa. En 1614 fue declarada beata, y en 1622 fue canonizada por Gregorio XV. En 1970 fue proclamada doctora de la Iglesia, siendo la primera mujer que recibía esta distinción. Además de las obras citadas, dejó escritas las siguientes: Meditaciones sobre los cantares, Exclamaciones, Visita de descalzas, Avisos, Ordenanzas de una cofradía, Apuntaciones, Desafío espiritual, Vejamen y unas treinta poesías

14 octubre 2020

Las 20 frases del Beato Carlo Acutis para ser SANTOS.




1. “La Virgen María es la única mujer en mi vida”.

2. “Cuanto más recibamos la Eucaristía, más nos haremos semejantes a Jesús, de modo que en la tierra tendremos un anticipo del Cielo”.

3. “Al estar ante Jesús Eucaristía nos hacemos santos”. 

4. “Hay gente que sufre mucho más que yo”. “Ofrezco todo el sufrimiento que tendré que padecer por el Señor, por el Papa y por la Iglesia”.

5. “Pide ayuda continuamente a tu ángel de la guarda. Tu ángel de la guarda tiene que volverse tu mejor amigo”.

6. “No temas, porque con la Encarnación de Jesús, la muerte se vuelve vida y no hay necesidad de escapar: en la vida eterna nos espera algo extraordinario”.

7. “Jerusalén está a la vuelta de la esquina”.

8. “Todas las personas nacen como originales, pero muchas mueren como fotocopias”.

9. “Estar siempre unido a Jesús, ese es mi proyecto de vida”.

10. “La felicidad es mirar hacia Dios, la tristeza es mirar hacia uno mismo”.

11. “No yo, sino Dios”. “La santificación no es un proceso de suma, sino de resta. Menos yo para dejar espacio a Dios”.

12. “¡Criticar a la Iglesia significa criticarnos a nosotros mismos! La Iglesia es dispensadora de tesoros para nuestra salvación”.

13. “Lo único que debemos pedirle a Dios en oración es el deseo de ser santo”.

14. “Nuestra alma es como un globo aerostático. Si por casualidad hay un pecado mortal, el alma cae al suelo. La Confesión es como el fuego debajo del globo que permite al alma volver a elevarse. Es importante ir a confesarse con frecuencia”.

15. “Estoy feliz de morir, porque he vivido mi vida sin desperdiciar un minuto en las cosas que no agradan a Dios”.

16. “Nuestra meta debe ser lo infinito, no lo finito. Lo infinito es nuestra patria. El cielo nos ha estado esperando desde siempre”.

17. “La Eucaristía es mi autopista hacia el Cielo”.

18. “El Rosario es la escalera más corta para subir al Cielo”. “Después de la Santa Eucaristía, el Santo Rosario es el arma más poderosa para combatir al demonio”.

19. “¿Por qué a los hombres les preocupa tanto la belleza de su cuerpo y no les importa la belleza de su alma?”. “Una vida es verdaderamente hermosa sólo si llegamos a amar a Dios por encima de todo y al prójimo como a nosotros mismos”.

20. “La conversión no es más que mover la mirada de abajo hacia arriba, un simple movimiento de los ojos es suficiente”.

11 octubre 2020

Reflexión. Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario.


El hilo conductor de todas las lecturas es la invitación a un banquete. La comida es un lenguaje universal y pide ponerse el traje de fiesta y dar una respuesta clara y concisa. Acudimos a este banquete de bodas de Jesús con la humanidad de todos los hombres y mujeres que Dios Padre de todos, sin exclusión, ha preparado. Un banquete que no está restringido. Se necesita acudir llenos de amor fraterno, porque, aunque nos reconocemos diferentes, caminamos juntos hacia una meta común: la mesa del pan que se reparte, se comparte y se parte. Estás invitado.

----------En la Lectura del Profeta Isaías,

con la imagen del banquete describe Isaías la salvación de todos los pueblos. Dios, como un señor grande, convoca en su casa a todas las naciones. Su casa es el monte Sión, sobre el que estaba construido el Templo. El Señor quitará a todos los hombres y mujeres los signos del duelo, es decir, el velo, las lágrimas, la muerte, y a Israel le quitará la idolatría, a cambio, dará a todos la alegría del festín y la realidad salvadora en que esperaban. Acoger la invitación a este banquete triunfal y participar es aceptar vivir en comunión con Él.

----------La Carta del Apóstol Pablo a los Filipenses,

Filipo es la primera ciudad de Europa que evangelizó Pablo en su segundo viaje misionero. Y después de tener la visión deja Troya, da el salto al viejo continente. En medio de una gran ciudad pagana organizada al estilo Romano, el apóstol busca la pequeña la comunidad judía y comienza con ellos la evangelización. Pablo agradece toda la ayuda que le han prestado en los momentos difíciles y les exhorta a saber superar las dificultades y a buscar el apoyo en Dios y no en las cosas temporales. Con Dios se supera cualquier dificultad. Solo tenemos que confiar y dejar que Él sea el centro de nuestra vida y de nuestra comunidad.

----------El Evangelio de Mateo,

nos muestra la imagen de la boda en la que el esposo es Cristo, y simboliza la historia de la salvación. El que invita a esta boda es Dios. En primero término invitó al Pueblo de Israel, entablando un pacto con ellos. Llegó el esposo, pero su Pueblo no lo recibió. Y tras la desobediencia de ese Pueblo, fuimos llamados nosotros, los gentiles, como dice la carta a los Romanos, a participar de su Reino, para llegar a ser lo que somos ahora: Hijos de Dios. Pero para pertenecer a ese Reino se precisa de un vestido: el de la caridad y el amor fraterno. El que no ama en la práctica, con obras y en verdad al prójimo será descartado del Reino y arrojado lejos. Nadie debe excluir a otro. La invitación es gratuita y universal.
Cada uno es libre de aceptar o rechazarla. Esto mismo experimentamos también cuando el Padre Dios nos invita a participar de la Eucaristía, ese banquete de bodas de su Hijo Jesús con toda la humanidad y sencillez. Este Hijo que es el gran regalo que se da a toda persona que lo necesite, que siente que todavía queden muchas personas que no se han enterado y que hay algunas a las que se les niega la entrada porque “no son de los nuestros”. Ojalá vayamos aprendiendo a celebrar la Eucaristía y a proyectar todo esto en los banquetes de la vida cotidiana.

Que la Virgen María, Sagrario de la Trinidad, que nos ayude a ser verdaderos y coherentes invitados al banquete de la Eucaristía.

Y, también, pidamos al nuevo Beato Carlo Acutis, que fue beatificado ayer sábado en Asís, que interceda por cada uno de nosotros para que amemos la Eucaristía como el en su corta vida supo hacer.



Evangelio. Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario.



+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo.


En aquel tiempo, tomando Jesús de nuevo la palabra les habló en parábolas, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un rey que celebró el banquete de bodas de su hijo. Envió sus siervos a llamar a los invitados a la boda, pero no quisieron venir. Envió todavía otros siervos, con este encargo: Decid a los invitados: ‘Mirad, mi banquete está preparado, se han matado ya mis novillos y animales cebados, y todo está a punto; venid a la boda’.

»Pero ellos, sin hacer caso, se fueron el uno a su campo, el otro a su negocio; y los demás agarraron a los siervos, los escarnecieron y los mataron. Se airó el rey y, enviando sus tropas, dio muerte a aquellos homicidas y prendió fuego a su ciudad.

»Entonces dice a sus siervos: ‘La boda está preparada, pero los invitados no eran dignos. Id, pues, a los cruces de los caminos y, a cuantos encontréis, invitadlos a la boda’. Los siervos salieron a los caminos, reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de comensales.

»Entró el rey a ver a los comensales, y al notar que había allí uno que no tenía traje de boda, le dice: ‘Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin traje de boda?’. Él se quedó callado. Entonces el rey dijo a los sirvientes: ‘Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas de fuera; allí será el llanto y el rechinar de dientes’. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos».

Homilía de la Misa de Beatificación de Carlo Acutis, el cardenal Agostino Vallini. Sábado, 10-10-2020.




“Quien permanece en mí y yo en él, da mucho fruto, porque sin mí no pueden hacer nada”.

Con estas palabras que hemos escuchado del Evangelio de Juan, Jesús, en la última cena se dirige a sus discípulos y los exhorta a permanecer unidos a Él como las ramas a la vid. La imagen de la vid y las ramas y es muy elocuente para expresar cuánto es necesario para el cristiano vivir en comunión con Dios. Su fuerza reside precisamente aquí: tener una relación personal con Jesús, íntima, profunda y hacer de la Eucaristía el momento más alto de su relación con Dios.

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy nos sentimos especialmente admirados y atraídos por la vida y el testimonio de Carlo Acutis, a quien la Iglesia reconoce como modelo y ejemplo de vida cristiana, proponiéndolo sobre todo a los jóvenes.

Es natural preguntarse: ¿qué tenía de especial este joven de 15 años? Recorriendo su biografía, encontramos algunos puntos fijos que ya lo caracterizan humanamente.

Era un joven normal, sencillo, espontáneo, simpático (basta mirar su fotografía), amaba la naturaleza y los animales, jugaba fútbol, tenía muchos amigos de su edad, se sintió atraído por los medios modernos de comunicación social, apasionado por la informática y autodidacta construyó programas, “para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza” (Papa Francisco). Tenía el don de atraer y fue percibido como un ejemplo.

Desde pequeño -lo testimonia su familia- sintió la necesidad de la fe y tenía su mirada dirigida hacia Jesús. El amor a la Eucaristía fundó y mantuvo viva su relación con Dios. A menudo decía “La Eucaristía es mi autopista al cielo”.

Cada día participaba en la Santa Misa y permanecía durante mucho tiempo en adoración ante el Santísimo Sacramento. Carlo decía: “Se va directo al Paraíso si te acercas todos los días a la Eucaristía”.

Jesús era para él Amigo, Maestro, Salvador, era la fuerza de su vida y el objetivo de todo lo que hacía. Estaba convencido que para amar a las personas y hacerles bien, es necesario sacar energía del Señor.

Su ardiente deseo era también el de atraer al mayor número de personas a Jesús, haciéndose anunciador del Evangelio sobre todo con el ejemplo de vida. Fue precisamente el testimonio de su fe lo que le llevó a emprender con éxito una obra de asidua evangelización en los ambientes que frecuentaba, tocando el corazón de las personas que encontraba y despertando en ellas el deseo de cambiar de vida y acercarse a Dios. Y lo hacía con espontaneidad, mostrando con su modo de ser y de comportarse el amor y la bondad del Señor. De hecho, era extraordinaria su capacidad de testimoniar los valores en los que creía, incluso a costa de enfrentarse a malentendidos, obstáculos y, a veces, a pesar de que se rieran de él.

Carlo sentía una fuerte necesidad de ayudar a las personas y descubrir que Dios está cerca de nosotros y que es hermoso estar con Él para disfrutar de su amistad y de su gracia.

Para comunicar esta necesidad espiritual utilizó todos los medios, incluidos los modernos medios de comunicación social, que sabía utilizar muy bien, en particular Internet, que consideró un regalo de Dios y una herramienta importante para encontrar a las personas y difundir los valores cristianos.

Su modo de pensar le hizo decir que la red no es solo un medio de evasión, sino un espacio de diálogo, conocimiento, intercambio, de respeto recíproco, para ser usado con responsabilidad, sin convertirse en esclavos de ella y rechazando el acoso digital, en el quebrantado mundo virtual es necesario saber distinguir el bien del mal.

Desde esta perspectiva positiva, animó a utilizar los medios de comunicación como medios al servicio del Evangelio, para alcanzar el mayor número posible de personas y hacerles conocer la belleza de la amistad con el Señor.

Para este fin se comprometió a organizar la exposición de los principales milagros eucarísticos ocurridos en el mundo, que también utilizó al impartir el catecismo a los niños.

Era muy devoto a la Virgen. Rezaba cada día el Rosario, se consagró varias veces a María para renovar su afecto por ella e implorar su protección.

Por lo tanto, oración y misión: estos son los dos rasgos distintivos de la fe heroica del beato Carlo Acutis, que en el transcurso de su vida breve lo llevó a encomendarse al Señor, en todas las circunstancias, especialmente en los momentos más difíciles.

Con este espíritu vivió la enfermedad que enfrentó con serenidad y lo condujo a la muerte.

Carlo se abandonó entre los brazos de la Providencia y bajo la mirada materna de María repetía: “Quiero ofrecer todos mis sufrimientos al Señor por el Papa y la Iglesia. No quiero ir al purgatorio, quiero ir directo al Cielo” (Positio, Biografía comentada, 549).

Hablaba así, recordemos, un joven de 15 años, revelando una sorprendente madurez cristiana, que nos estimula y nos anima a tomarnos en serio la vida de fe.

Carlo despertaba además una gran admiración por el ardor con el que, en las conversaciones, defendió la santidad de la familia y la sacralidad de la vida contra el aborto y la eutanasia.

El nuevo beato representa un modelo de fuerza, ajeno a cualquier compromiso, consciente de que para permanecer en el amor de Jesús es necesario vivir concretamente el Evangelio (cf. Gv 15,10), incluso a costa de ir contracorriente.

Realmente hizo suyas las palabras de Jesús: “Este es mi mandamiento que os améis los unos a los otros como yo los he amado”. Esta certeza en su vida lo llevó a tener una gran caridad con el prójimo. Sobre todo hacia los pobres, los ancianos, las personas solas y abandonadas, sin techo, los discapacitados y las personas marginadas. Carlo fue siempre acogedor con los necesitados y cuando iba a la escuela los encontraba en la calle y se detenía a hablar, escuchaba sus problemas y, en la medida de lo posible, los ayudaba.

Carlo nunca se centró en sí mismo, sino que fue capaz de comprender las necesidades y los requerimientos de las personas, en quienes veía el rostro de Cristo. En este sentido, por ejemplo, no dejó de ayudar a sus compañeros de clase, en particular los que estaban en problemas.
Una vida luminosa, por tanto, totalmente entregada a los demás, como el Pan Eucarístico.

Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia hoy se regocija. Porque en este joven beato se cumplen hoy las palabras del Señor: “Yo os he elegido a vosotros y os he constituido para que vayáis y llevéis mucho fruto”.

Y Carlo fue y llevó el fruto de la santidad, mostrándola como meta al alcance de todos y no como algo abstracto y reservado para unos pocos. Su vida es un modelo particularmente para los jóvenes, para no encontrar justificaciones no solo en los éxitos efímeros, sino en los valores perennes que Jesús sugiere en el Evangelio, es decir, para poner a Dios en primer lugar en las grandes y pequeñas circunstancias de la vida, y para servir a los hermanos especialmente los últimos.

La beatificación de Carlo Acutis, hijo de la tierra lombarda y enamorado de la tierra de Asís, es una buena noticia, un anuncio fuerte de que un joven de nuestro tiempo, uno como muchos, ha sido conquistado por Cristo y se ha convertido en un faro luminoso para quienes quieren conocerlo y seguir su ejemplo.

Él testificó que la fe no nos aleja de la vida, sino que nos sumerge profundamente en ella, indicándonos el camino concreto para vivir la alegría del Evangelio. Depende de nosotros seguirlo, atraídos por la fascinante experiencia del beato Carlo para que nuestra vida pueda brillar de luz y esperanza.
Beato Carlo Acutis, ruega por nosotros.

10 octubre 2020

Damos gracias a Dios por el nuevo BEATO Carlo Acutis, ruega por nosotros.



En este enlace se puede seguir en directo la celebración de la Eucaristía de Beatificación del jóven Italiano Carlo Acutis.


Entrevista a Antonia Salzano, madre CarloAcutis, el jóven Italiano que murió de leucemia a los 15 años, y hoy será Beato.



Antonia Salzano es la madre de Carlo Acutis. A sus 55 años, esta tarde vivirá algo tan inusual como una mujer como lo es la beatificación de su hijo. Ante este día tan especial y cargado de emociones, ha respondido unas preguntas para ECCLESIA. Ella misma cuenta cómo se acercó a la fe y a la teología gracias a su hijo. La beatificación de esta tarde es posible, en primer lugar, gracias al testimonio de vida de Carlo Acutis. Pero también, como es habitual en los procesos de canonización y beatificación, a un milagro, en Brasil. «Un niño tenía una malformación congénita en el páncreas. Prácticamente no podía comer nada sólido; la única posibilidad era operarlo, pero era muy arriesgado», cuenta Salzano. Entonces, el párroco del lugar comenzó una novena a Carlo pidiendo su intercesión. «El tercer día de la novena el niño regresó a casa y comenzó a comer sólidos. Le hicieron de inmediato los análisis, y su páncreas estaba completamente normal. Hubo una transformación instantánea de un órgano. Esto es un milagro de segundo grado», aclara la madre.

─¿El hecho de estar con Carlo cambió de algún modo la vida de la familia o de otras personas que conozcan?

Carlo era un muchacho normal y corriente de este tiempo. Vivía la vida del colegio, familiar y de amigos con mucho equilibrio. con mucho equilibrio conforme a la edad que tenía. Tenía una fuerte presencia de Jesús, y lo ordinario lo transformaba en extraordinario. Esta era la cosa más especial que tenía Carlo y todos notaban esa luz en los ojos, su bondad, su pureza, su amabilidad. Tenía una gran obediencia. Le gustaba mucho las redes sociales y evangelizaba a través de ella. Era un muchacho especial, desde el punto de vista humano y de fe. Le gustaba el futbol, permanecía en la escuela después de las clases y ayudaba a los niños en los deberes. Siempre dispuesto a ayudar a todos, especialmente a los que tenían algún problema. Era muy estimado por todos porque defendía a los débiles y pobres. Era muy organizado y cuando vivían en el centro de Milán, debajo de su casa había muchos pobres que estaban en la calle y el en vez de comprarse dos pares de zapatillas, compraba uno, y el dinero lo daba a ellos.

─¿Cómo veían los amigos de Carlo este interés por suyo por la Eucaristía y la vida religiosa? ¿Lo veían como algo raro o por el contrario le admiraban y apoyaban?

Lo veían como un muchacho normal. Como otro cualquiera. Sus amigos le admiraban porque conocía a los pobres por sus nombres y apellidos y preparaba recipientes para darles de comer, compraba mantas con sus ahorros, y uno de ellos se convirtió en católico, gracias al testimonio de Carlo con su vida. Para él, cada persona era especial. Y cuando murió, había mucha gente que venían para despedirse y lo quería todo el mundo, aunque no compartieran su fe.

─¿En algún momento pudo pensar o percibir que tenía en su casa un santo?

Era un muchacho especial con un gran fuerte piedad. Hizo la Primera Comunión a los siete años e iba a Misa todos los días, hacía la adoración eucarística todos los días, o bien antes de la Misa o después. Rezaba el Santo Rosario todos los días, leía la Sagrada Escritura y la vida de los santos. Tenía un gran celo apostólico. A los 11 años se convirtió en catequista. Se preocupaba mucho cuando sus niños de catequesis no iban a Misa los domingos y rezaba por esas personas para que se convirtieran. Él decía que la santidad no es un proceso de llegada sino de atracción. Es irme yo para dejar espacio a Dios.
«Carlo me ha acercado a la fe»

─Usted ha dicho en varias ocasiones que eran católicos, pero no practicantes, ¿cómo es su fe ahora?

Carlo me ha acercado a la fe. Hice la comunión, me confirmé y me casé. Carlo a los tres años ya empezaba a interesarse por las cosas de Dios. Entraba a la Iglesia a llevar flores, a saludar al Señor a la Virgen y Santos. Yo era muy ignorante en las cosas de la fe, y él me metió en crisis porque podía disminuir la autoridad maternal porque me preguntaba cosas y no sabía responderle. Entonces, hablé con una amiga mía que era muy religiosa y me aconsejó ir a un sacerdote para que me guiara y ayudara a acercarme a la fe. Este sacerdote me aconsejó acercarme a la teología, no para ser teóloga sino para conocer mi fe. Y desde ahí he vivido y sentido mi transformación. Carlo me ayudó a darme cuenta de lo verdaderamente importante: Cristo. Mi hijo ha sido mi pequeño salvador.

─¿El hecho de estar con Carlo cambió de algún modo la vida de la familia o de otras personas que conozcan?

Digamos que ciertamente el Señor nos fue preparando para la enfermedad de Carlo. Ya que se fue muy rápido, en una semana murió. Yo sentía como una voz en mi interior que decía: «El Señor me ha dado y el Señor me ha quitado, como en el libro de Job. Lo hemos aceptado porque sabemos que la muerte no es el final del camino, sino el inicio de una nueva vida que nunca terminará y que está más presente que nunca. Yo Estaba convencida de que muriendo iba a seguir vivo y por eso ha dado tantas gracias a tantas personas que le han pedido cosas como intercesor. Esto es un motivo de acción de gracias. Él era nuestro centro y ofreció este sufrimiento por la Iglesia y por el Papa para que lleguen al paraíso y la salvación de las almas.

─¿Cómo definiría a Carlo en dos palabras?

Un muchacho de su tiempo. Era un muchacho con una fuerte vida espiritual, su centro era la Eucaristía, el rosario y los pobres.

─¿Cómo vive el resto de la familia todo el proceso de beatificación? Sobre todo, sus hermanos pequeños.

Tenemos otros dos hijos. Rezamos el Rosario y no se pensaban que su hermano podría llegar a ser santo. Lo vivimos con mucha intensidad y acción de gracias por todo. Él antes de morir me dijo que su meta no era la muerte sino la vida eterna. Que se ha hecho sentir. Que yo tendré muchos hijos espirituales. Y gente que ha encontrado la fe gracias al encontrarse con Carlo, gracias espirituales por las cuales mereceremos el paraíso. Yo lo siento muy cerca de mí. Me gusta la expresión que dice Carlo que la autopista hasta el cielo es la Eucaristía. Él ya no es solo mío sino de la Iglesia universal. Su cuerpo está muy bien conservado, es él. No ha cambiado nada.



07 octubre 2020

Onomástica de la Virgen del Rosario.



En el año 1208 la Virgen María se le apareció a Santo Domingo de Guzmán, le entregó el Santo Rosario -en la forma como lo conocemos hoy- y le enseñó cómo rezarlo. Nuestra Santa Madre le encomendó entonces al santo español que se convirtiese en propagador de esta devoción. Así lo hizo Santo Domingo y el Rosario, a lo largo de los siglos, caló hondo en el alma de todos los católicos. Uno de los episodios históricos que ha sido determinante en la historia de la difusión del Rosario fue la “Batalla de Lepanto” (7 de octubre de 1571). En ella una coalición de tropas y fuerzas navales cristianas se enfrentaron a la armada del Imperio (turco) Otomano con el propósito de detener sus ambiciones expansionistas en Occidente y recuperar soberanía alrededor del Mediterráneo. Los cristianos, antes de la batalla, se encomendaron a la Virgen y rezaron el Santo Rosario. La victoria contundente que se produjo posteriormente fue atribuida a la intercesión de la Virgen.

El Papa San Pío V, en agradecimiento a la Virgen María, instituyó la fiesta de la “Virgen de las Victorias” el primer domingo de octubre y añadió el título de “Auxilio de los Cristianos” a las letanías a la Madre de Dios.

Más adelante, el Papa Gregorio XIII cambió el nombre de la Fiesta por el de “Nuestra Señora del Rosario”; y Clemente XI extendió la celebración a toda la Iglesia de Occidente. Posteriormente, San Pío X fijó la Fiesta para el 7 de octubre e inmortalizó estas palabras: “Denme un ejército que rece el Rosario y vencerá al mundo”.

Papá... Hoy 7 de octubre, 13 años que te fuistes...



05 octubre 2020

Témporas de acción de gracias y de perdón. Pero, ¿qué es?



«Las Témporas -dice el Misal- son  
días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios, terminadas las vacaciones y la recolección de las cosechas, al reemprender la actividad habitual». La celebración ha sido fijada en España para el día 5 de octubre, pues su localización en el calendario e incluso su duración dependen de las Conferencias Episcopales de cada país, dada la disparidad de las estaciones. Nos estamos quejando de la sequía, aquí, en otros lugares de inundaciones, en otros de huracanes y catástrofes en transportes aéreos, etc. Nos urge, pues la oración, la invocación a la protección de los Santos con sus letanías, ¿por qué no acudimos a Dios para que libre a la humanidad de tanta calamidad? El día de las Témporas es un día propicio para esta oración colectiva.

Hoy celebramos a Santa Faustina Kowalska.



Nació como la tercera hija, de entre diez hermanos, en el seno una pobre familia de campesinos de la aldea Glogowiec, Mariana y Estanislao Kowalski, en la parroquia de Świnice Warckie. En el santo bautizo, celebrado en la iglesia parroquial de Swinice Warckie, le pusieron el nombre de Elena. Sólo pudo ir a la escuela por un breve período de menos de tres años, y ya a la edad de 16 años abandonó la casa familiar para trabajar como sirviente doméstica en Aleksandrów y Lodz, para así mantenerse a sí misma y poder ayudar a sus padres. Después de haber sido apresurada por una visión de Cristo sufriente, estuvo sirviendo en la casa de una familia, en Ostrówkek, municipio de Klembów, y el 1 de agosto de 1925, ingresó finalmente en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, en la que, en el día de la toma de hábito, recibió el nombre religioso de Sor María Faustina. Durante trece años de vida religiosa, residió en diversos conventos y casas de la Congregación; Los períodos más largos los pasó en Cracovia, Vilna y Płock. Padecía tuberculosis pulmonar y del tubo digestivo, Por esta razón, tuvo que ser ingresada y recibir tratamiento prolongado en el hospital el Pradnik, en dos ocasiones, en Cracovia.

Su vida, aparentemente ordinaria, ocultaba en su interior la extraordinaria profundidad de su unión con Dios, y la gran misión profética que Dios le había confiado. Recibió muchas gracias extraordinarias, alcanzando las más altas cimas a las que se puede llegar en la tierra, de unión con Dios. A través de Sor Faustina, Jesús recordó al mundo la verdad bíblica del amor misericordioso de Dios para con cada persona e hizo una llamada a todos para que proclamemos al mundo su amor misericordioso con fuerzas renovadas. A cada una de estas nuevas formas de culto y a la proclamación del mensaje de la Misericordia, el Señor vinculó grandes promesas con tal de cultivar la actitud de confianza en Dios, es decir, de cumplir su voluntad y ejercer la misericordia al prójimo.

Para ello, Jesús transmitió nuevas formas de culto: la imagen con la inscripción „Jesús, en Ti confío”, la Fiesta de la Misericordia, la Coronilla a la Divina Misericordia y la oración en la hora de su agonía en la cruz, la llamada la Hora de la Misericordia. A cada uno de estas formas de culto, y también al hecho de proclamar el honor de la Misericordia, el Señor vinculó grandes promesas bajo la condición de esforzarse por conseguir la actitud de confianza en Dios (hacer su voluntad) y la caridad hacia el prójimo.

En el cumplimiento de esta misión profética, ayudaban a Sor Faustina su director espiritual en Vilna, el P. Miguel Sopoćko y el Padre José Andrasz SJ confesor de Cracovia. Del carisma y experiencia mística de San Sor Faustina surgió en la Iglesia el Movimiento Apostólico de la Divina Misericordia, que se ha propuesto continuar su misión de anunciar el misterio de la misericordia de Dios al mundo a través del testimonio de vida, mediante obras, palabras y con la oración.

Sor Faustina falleció el 5 de octubre de 1938, a los 33 años de edad, en el convento de la Congregación en Cracovia-Lagiewniki. En 1966, sus restos mortales fueron trasladados desde el cementerio a la capilla de la Comunidad. Desde la beatificación, el día 18 de abril de 1993, que hizo el Santo Padre Juan Pablo II, el sepulcro con las reliquias, se encuentra en el altar lateral de la capilla del convento de Cracovia, lugar donde se encuentra la milagrosa imagen de Jesús Misericordioso, en el santuario de Cracovia-Lagiewniki. El día 30 de abril de 2000, el Papa Juan Pablo II la inscribió en el registro de los santos, y de ese modo, entregó a toda la Iglesia y al mundo, para el tercer milenio de la fe, el mensaje de misericordia, que santa Faustina, dejo escrito en su „Diario”, siguiendo el mandato de Jesús.


04 octubre 2020

Reflexión. Domingo XXVII del Tiempo Ordinario.


El ejemplo de la viña mimada que nos ponen las lecturas de hoy como imagen de nuestra propia relación con Dios, nos da idea del amor y cariño que hay en quienes formamos esta comunidad, pero también, en la responsabilidad de dar frutos. Somos la comunidad que Dios ha elegido para saborear los frutos de pertenencia. Sabemos, que, a pesar de nuestros fallos, Él nos perdona siempre. Demos el primer fruto que es el nuestro agradecimiento por elegirnos e invitarnos sin que nosotros lo merezcamos.

----------En la Lectura del Profeta Isaías,

vemos como este canto popular sirve para describir las relaciones de Dios con el pueblo. El esposo cuida con trabajos de amor a la viña-esposa. Espera con esperanza sus frutos como respuesta de amor a sus desvelos. La viña le responde. Dios, el esposo, ha agotado todos sus recursos de amor en favor de Israel. El amor decepcionado abandona con pesar, a la viña a su propia suerte. Este abandono es la ruina de la viña. No basta con observar fielmente la ley mosaica, sino que, además hay que practicar el amor, la justicia y la misericordia con el prójimo. Es una gran advertencia para la Iglesia y para para todo cristiano.

----------La Lectura de Pablo a los Filipenses,

Pablo exhorta a los cristianos a que asimilen todo lo bueno que encuentren en la vida. Todo ello debe ser objeto de su preocupación. En todo lo bueno, hay una huella de Dios creador y salvador. Esta apertura a todas las cosas buenas es uno de los puntos claros en la enseñanza de Pablo. Pongamos nuestros problemas en manos de Dios y confiemos en su ayuda para ir edificando valientemente nuestra vida en la verdadera roca.

----------El Evangelio de Mateo,

nos muestra cómo el propio evangelista se encara con los oyentes judíos que no han querido escuchar a los enviados de Dios, es decir, a los profetas, que han ido preparando la llegada del Mesías. Israel no solo olvida a los profetas, inclusive los llega a matar. Pero, ahora, el nuevo pueblo de Dios, la Iglesia, está llamada a dar buenos y nuevos frutos.
Mateo a la vez que prepara el anuncio de la novedad, hace un importante aviso: “que nadie se sienta con los derechos adquiridos en propiedad”. Nosotros, como el pueblo de Israel, podemos llegar a pensar que el don de Dios es en exclusividad y podemos manejarlos y actuar como queramos. Y repito las palabras del evangelio: “no os engañéis, Dios os lo puede quitar”. No nos durmamos y dejemos que los nuevos caminos nos ayuden a ser fieles a la misión, para que nuestro fruto aporte ese granito de amor a esa viña que es la Iglesia de Cristo.

En este mes del Rosario, pidamos a la Santísima Virgen que nos ayude a sentirnos parte de la viña y a poner todos nuestros esfuerzos para que crezca más y mejor.


Evangelio. Domingo XXVII del Tiempo Ordinario.


+ Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. 

En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «Escuchad otra parábola. Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: ‘A mi hijo le respetarán’.

»Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: ‘Este es el heredero. Vamos, matémosle y quedémonos con su herencia’. Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?». Dícenle: «A esos miserables les dará una muerte miserable arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo». Y Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos».

Hoy celebramos la onomástica del Venerable Francisco Méndez, fundador de las Hermanas Trinitarias de Madrid.



03 octubre 2020

Por primera vez se podrá ver el cuerpo incorrupto de un santo vestido con vaqueros, sudadera y zapatillas de tenis.



El próximo sábado 10 de octubre tendrá lugar en Asís, 
la Beatificación del joven Italiano Carlo Acutis, que murió el 12 de octubre de 2006, a los 15 años, después de luchar contra la lucemia.




Evangelizaba por internet y tenía una gran devoción a la Eucaristía y al Rosario.

02 octubre 2020

¿Quién es la Beata Rafaela Ybarra, fundadora de los Santos Ángeles Custodios?




-  Nació

en Bilbao el 16 de enero de 1843. Su familia, de clase acomodada, le proporcionó una educación amplia y esmerada.

Era de carácter vital, dulce y afable. Su educación cristiana y amabilidad natural favorecieron el crecimiento de su piedad religiosa y la compasión por los necesitados que siempre la caracterizaron, y que se transformó a lo largo de su vida en amor generoso a cuantos tuvieron la suerte de conocerla y necesitarla.

- Madre de Familia

A los 18 años se casó con José Vilallonga, ingeniero catalán, que con el tiempo sería uno de los principales impulsores de los Altos Hornos de Vizcaya. La pareja fijó su residencia en Bilbao, en una finca llamada La Cava.

Fue un matrimonio feliz y fecundo. Tuvieron siete hijos, dos de ellos muertos en temprana edad. A la muerte de una hermana de Rafaela se hicieron cargo de cinco sobrinos a los que ella amó y educó como a sus propios hijos.

En los primeros años de su matrimonio Rafaela vivió conforme a los usos de su condición social: paseos, cenas, teatros, relaciones sociales… Todo ello junto a unas prácticas de vida cristiana cada vez más frecuentes y comprometidas. Muy pronto es en éstas donde encontrará el sentido de su vida, mientras que las primeras le resultarán superficiales y carentes de interés.

- Por el camino de la Fe

Los años pasaban y los acontecimientos de su vida se sucedían; la fe y entrega a Dios de Rafaela se acrecentaba en todos ellos. Su amor a Jesucristo y el trato íntimo con Él, sobre todo en la oración y la Eucaristía eran cada vez mas intensos.
Como consecuencia de su profundo amor a Dios se entregó a remediar las necesidades de muchas personas que acudían a ella sabedoras de su bondad; incluso se anticipaba cuando sabía que alguien la necesitaba. Era proverbial su paciencia y solicitud con los enfermos.

En sus numerosos Escritos espirituales, que inició por indicación de sus Directores, se narran sus experiencias de Dios y expresan admirablemente como conciliaba esta intimidad divina con la entrega a su numerosa familia y a remediar las necesidades de los pobres.

- Caridad Efectiva

Era la suya una caridad inteligente, que no se conformaba con remediar las necesidades inmediatas, si no que, además, promovía numerosas iniciativas sociales orientadas a paliar las carencias asistenciales de su época. Decía: “Las personas pasan pero las Obras permanecen”.

Impulsó la creación de la Maternidad de Bilbao, el establecimiento en la capital de las Hnas. de María Inmaculada para atender a las jóvenes del servicio doméstico, y de las RR. Adoratrices; participó en la creación de la Universidad de Deusto, y, entre otras actividades, pertenecía a una Asociación llamada Junta de Obras de celo dedicada a ayudar a muchachas necesitadas de trabajo y orientación en la que participaba activamente. Fue en este apostolado y visitando cárceles y hospitales, donde observó las penas y dificultades que tenían las jóvenes pobres para salvaguardar su dignidad y salir adelante en la dura sociedad industrial bilbaína.

- Con la fuerza del AMOR

Se despertó en Rafaela una vocación especial a favor de estas jóvenes. Dedicó todos sus afanes y energías a crear las condiciones para que, las que tenían mayor riesgo de exclusión social, preferentemente, encontraran siempre cariño, acogida y protección hasta establecerse o encontrar un trabajo digno. Alquiló varios pisos, montó unos talleres y organizó la vida de las jóvenes alternando trabajo y formación. Con la ayuda de algunas personas voluntarias y otras asalariadas empezó a orientar y acompañar a estas muchachas.

Su amor por las jóvenes, reflejado en un trato lleno de interés, dulzura y simpatía naturales, se ganaba la confianza de estas chicas que no tardaron en llamarla “madre” en un reconocimiento espontáneo y sincero a sus desvelos, cariño y trato exquisito. Rafaela supo imprimir a su pedagogía la clave de la maternidad; no en vano ella fue madre en todos los sentidos.

- En la casa del PADRE

Quebrantada su salud por una grave enfermedad, Rafaela falleció el 23 de febrero de 1900 en medio del cariño y veneración de familiares, religiosas y jóvenes, tenía 57 años. Su muerte causó gran consternación en cuantas personas la conocían y fue un triste acontecimiento en la ciudad de Bilbao.

La Fundación siguió adelante con la ayuda de Dios y alentada por el espíritu de Rafaela. Otras muchas jóvenes siguieron sus pasos y hoy esta Congregación se extiende por España y América latina. 

- Beatificación y Canonización


La santidad de la vida de Rafaela Ybarra obtuvo el reconocimiento de la Iglesia. El 29 de septiembre de 1984 fué proclamada Beata por el Papa Juan Pablo II.

Actualmente se encuentra muy avanzado su proceso de canonización.

Fiesta de la Comgregación de los Santos Ángeles Custodios.




- La Fundadora...

La Beata Rafaela Ybarra, Fundadora, quiso que ese seguimiento estuviera acompañado de una sensibilidad especial hacia el mundo de la mujer.

- El Carisma...

Es el carisma que todas comparten y que se concreta en una atención especial a las jóvenes y niños necesitados de protección y ayuda en momentos delicados de su vida. Rafaela Ybarra vivió y definió este carisma como la dedicación de la vida a la perseverancia en el bien de las jóvenes y la preservación de las niñas/os niños en riesgo de exclusión por pobreza, abandono o descuido.

- En la actualidad... 

ellas lo traducen por “prevenir y acompañar”, es decir: acoger amorosamente, proteger y educar a los menores, y acompañar a las jóvenes en sus procesos de integración social y madurez humana y cristiana.

Los Ángeles custodios son sus patronos por deseo expreso de la Fundadora. 
Escogió para ellas este nombre queriendo significar con la misión y tarea a la que estaban llamadas: amar, guiar, proteger, orientar y acompañar sin perder nunca de vista la presencia de Dios.

La Misión...

Construyen el Reino de Cristo con el acento femenino propio de una Congregación de mujeres que trabajan en el mundo de la mujer. Educan,, acogen y acompañan a través de Obras tales como Escuelas católicas; Residencias de menores y de jóvenes; Pisos de acogida; Centros abiertos y obra social parroquial.

Hoy celebramos a los Santos Angeles Custodios.