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19 diciembre 2019

19 de diciembre: Oh renuevo del tronco de Jesé.



OH RENUEVO DEL TRONCO DE JESÉ,
QUE TE ALZAS COMO UN SIGNO PARA LOS PUEBLOS,
ANTE QUIEN LOS REYES ENMUDECEN
Y CUYO AUXILIO IMPLORAN LAS NACIONES.
VEN A LIBRARNOS, NO TARDES MÁS.

Oh Renuevo
que te alzas como un signo… ven…

Una rama saldrá del tronco de Jesé, un brote surgirá de sus raíces (Is 11,1)

Jesé es el padre del rey David (1 Sam 16,1-13). En la tradición judía y cristiana se convierte en un símbolo. Como padre de David es la cepa de la realeza elegida por Dios y por consiguiente el antepasado del Mesías.

El tiempo del Adviento es un tiempo fuerte en el Año litúrgico, pero un tiempo discreto en el actuar divino, cuando todo está adormecido en el silencio de la naturaleza invernal y el amor de Dios se hace presencia discreta, silenciosa, en el corazón de la humanidad: el grano divino abundando en una fuerza de amor, se deja caer en la tierra árida, pero con el rumor suficiente para despertar el oído del Amigo, para la escucha en un diálogo amoroso que está llamado a culminar en la respuesta de una mutua entrega generosa.

Secretamente está germinando una nueva creación. Para ella, Dios prepara un renuevo que proviene de la raíz de Jesé. Así dice Adán de Perseigne, Padre cisterciense:

De esta raíz nacerá un fruto que probado no causara la muerte, sino que nos preparará para la vida. En contraste con el primer árbol (él árbol del Paraíso) que llevó un fruto de muerte, ahora del germen de la estirpe de David nace un renuevo que produce el fruto de una vida semejante. Este brote es la Virgen María; el fruto del brote es su parto. Este brote crece en un árbol de tal modo grande que lleva el fruto de la salvación; viene a ser la Madre del Omnipotente y proclamada Reina de los ángeles y Señora de los siglos. Este árbol se desarrolla ilimitadamente…

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