- Inicio de la fundación: Carisma y Misión
Juntos, pasaron al monasterio de las Mercedarias. Resumimos el acta oficial: enterado el Obispo del proyecto de Jerónimo, y de la decisión de las hermanas de seguirlo con espíritu de abnegación tan firme como “para dejar su patria y familia”, “bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María Madre de Dios en su advocación de Concepción Inmaculada”, convocó al grupo “a la reja del coro bajo, por dentro de la clausura, en la que se hallaban”. Les dirigió unas palabras, mandó leer los Estatutos y, aceptados por ellas, bendijo el hábito de las hermanas “y mandó se les vistiesen ayudadas de las religiosas de la comunidad”. Otras breves palabras y entonó el Te Deum que continuaron las hermanas y la comunidad, “procesionalmente por la clausura, volviendo al coro bajo, donde se terminó con las preces y oraciones de acción de gracias”.
Con el “sí” de María y el cántico de gratitud al Padre, nacía en la Iglesia la Congregación de las Hermanas del Amor de Dios. En casa prestada, aunque rodeadas de ternura, para que todo tuviese sabor a la sencillez de Belén… En la vega de Toro, la primavera rasgaba de luz las ramas de los guindales…
En procesión, presidida por el Obispo, las hermanas se dirigieron “entre dos filas de acompañantes”, al hogar que Jerónimo les había preparado, su casa. Con “breves y sentidas palabras… se dio fin al acto”.
Toro vio por vez primera en sus calles a “sus Hermanas de hábito azul”, y quiso celebrar fiesta el día siguiente, acompañándolas hasta la Colegiata, corazón de la ciudad. Celebró la Eucaristía D. Francisco Acevedo. El Obispo, Jerónimo y el párroco, ocupaban los sitiales correspondientes. En la homilía, el Obispo se dirigió a los asistentes, “que llenaban toda la Iglesia”, y les presentó la nueva fundación y el colegio para sus hijas, “único en su clase en todo el distrito universitario de Salamanca”.
De vuelta, la procesión fue acompañada “por los acordes armoniosos de una música bien dirigida”. El salón del nuevo colegio se abrió, por vez primera, para acoger a cuantos pudieron entrar. El Alcalde dio las gracias a todos por la obra realizada –“merced a la iniciativa del señor deán de Puerto Rico”– y declaró abierto el Colegio.
Es significativo el comportamiento de Jerónimo. Durante dos días ha guardado silencio. En los momentos más intensos de su vida prefirió no restar protagonismo al Espíritu, pues todo era gracia. Cuando esperábamos oír qué había sentido durante las emociones contenidas en la primera toma de hábito de las hermanas, el nacimiento de la Congregación, o la fiesta desbordante del pueblo, la crónica se limita a decir que contestó con breves palabras de agradecimiento; pero no las menciona. En todo caso, la gratitud es la respuesta más bella del creyente.
- Textos para la litúrgica Eucarística
Cada Eucaristía es acción de gracias a Dios Padre por Jesucristo, en el Espíritu.
Esa acción de gracias tiene hoy para nosotros un carácter muy especial porque queremos agradecer a Dios por los 154 años de vida de nuestra Congregación de Hermanas del Amor de Dios y por la gran familia Amor de Dios.
Que Jesús resucitado impulse en los que estamos aquí reunidos el deseo de ser el vino bueno que encarna el Amor de Dios con actitud disponible y de unidad que crea espacios de colaboración y armonía en los dilatados horizontes del Reino de Dios necesitado de una restauración sólida y religiosa de la sociedad. Y con el deseo que sea el Amor de Dios el que reine en nuestros corazones. (Monición de entrada).
Queremos darte gracias, Señor, por los 154 años vividos con gratuidad, alegría, entrega, fidelidad, trabajo y oración. Por tanta vida compartida a través de nuestro Carisma que con el deseo de hacer el bien en la tierra ha sido manifestación permanente de tu Amor para cada persona. Gracias Señor, por sacar la riqueza de nuestro vino bueno y vivir el amor, la fidelidad y la sinceridad como expresión de nuestra consagración bautismal. Gracias por la vida de Jerónimo Usera que impulsado por tu Espíritu, fundó nuestra Congregación para que Encarne tu Amor donde quiera que se crea necesario. Gracias por cada persona que en los 18 países donde estamos presentes forman parte de nuestra Familia Amor de Dios y viven el compromiso de extender tu reino siendo tu Amor el que reine en sus corazones. (Acción de Gracias).
- Canto final: Himno al P. Usera
Misionero de la verdad,
sembrador de fe y esperanza,
defensor de la libertad,
humanista del alma.
Celebrando la fiesta en su honor,
seguiremos sus huellas;
proclamando en la Iglesia su voz,
se abrirán nuevas sendas.
Avanzamos en comunidad
con la luz de la fe en nuestras manos.
Hoy queremos que reine el amor
y seamos hermanos.
Mi palabra será siempre amor,
acogida, respeto y plegaria,
y en mis obras los hombres verán
que el amor hoy se encarna.
Congregación Hermanas del Amor de Dios
www.amordedios.net
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