Cuatro años desde que la Iglesia me concedió tan gran regalo de servirla con más responsabilidad. Tanto que agradecer a Dios...
En primer lugar a mí obispo D. Jesús por la confianza en depositar en mi persona pecadora los Ministerios Laicales.
A mí párroco D. Miguel, ese ángel que me cuida desde el cielo y que pronto se fue pero sé que me bendice desde al lado del Señor.
A mí familia por el apoyo incondicional. Por tantas personas que me apoyaron y acompañaron en ese hermoso día.
Por la orden y familia trinitaria que siempre están a mí lado en mi día a día. Gracias mil.
A Hakuna que los conocí al poco tiempo de recibirlo y que son familia ya.
Y, por supuesto, a mí Parroquia María Madre de Dios donde desempeño este servicio confiado.
Y como no, a D. Antonio Eloy, por su apoyo, confianza, generosa entrega y amistad. Gracias por tanto que me regala el Señor a través de tu persona y ministerio.
Que grande es el Señor y cuántas maravillas que hace en mi día a día y en mi vida.
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