en la Parroquia Trinitaria de Málaga "Jesús Obrero", mis dos sobrinas, recibían por vez primera, de manos del P. Domingo Reyes, a Jesús Sacramentado.
Hoy, volvía a entrar a esa Parroquia vacía, para despedirme del cuerpo sin vida ya de Domingo. El que fue mi maestro de novicio y un gran apoyo.
Solo me queda dar gracias a Dios Trinidad, por darme la oportunidad de haberlo tenido como maestro de novicio. Gracias por su cercanía, por su amistad, su confianza y sobre todo, su gran cariño hacia mi familia.
Siempre recordaré esas "escapadas" domingueras para ir a merendar con mi familia. Por la acogida cuando algún familiar mío iba a Antequera y sus detalles, por ejemplo, de comprarme el nescuik y las magdalenas de las monjas para que desayunara y merendarara, sabiendo que yo era goloso. No había un solo día que no me preguntara por mi gente, por mis sobrinas, y sus "dales un abrazo de mi parte, a ver cuándo vienen o yo voy a verles" y lo cumplía.
Eso sí, su empeño en que yo saliera a correr, no lo consiguió nunca... Porque como yo lo decía a el: "correr es de cobarde". Bromas a un lado.
Domingo:
Gracias por todo lo que hicistes por mi. Gracias por tu testimonio. Gracias por tu ser Pastor siendo pobre y sencillo. Gracias por ser un apoyo fundamental en la Orden, en el noviciado... Gracias por TODO.
No te olvides de interceder a Dios Trinidad por los que nos quedamos aquí.
Gracias AMIGO.
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